POLARIMETROS
Al contrario de lo que ocurre con algunos animales, el ojo humano no puede distinguir entre la luz polarizada y la no polarizada, por lo que el estudio de esta importante propiedad de la luz no se ha producido hasta fechas más o menos recientes. La luz polarizada puede ser definida como un conjunto de ondas luminosas que vibran todas ellas en un solo plano, mientras que en la luz no polarizada el plano de vibración varía rápidamente, a razón de cien millones de veces por segundo.
Se puede visualizar fácilmente el fenómeno con un símil
mecánico como, por ejemplo, una cuerda que se hace serpentear formando
ondas entre sus dos extremos. Si no existe ningún impedimento -"si no
está polarizada", se diría en el caso de la luz- la cuerda puede moverse
en cualquier plano, es decir, puede adoptar una vibración perpendicular,
paralela u oblicua al suelo, cambiando fácilmente de una situación a otra
con un pequeño movimiento de los extremos de la cuerda. Si, por el contrario,
la cuerda se mueve entre dos planchas metálicas perpendiculares al suelo
y muy próximas, como aparece en la figura adjunta, es evidente que sólo
podrá vibrar en el plano perpendicular al suelo. En este caso, que corresponde
a la luz polarizada, si se colocan dos nuevas planchas metálicas muy próximas
pero paralelas al suelo, la vibración de la cuerda se hace imposible.
Sólo podrá vibrar si las nuevas planchas se encuentran en la misma posición
que las primeras, lo que en el caso de la figura supone que las dos planchas
sean situadas en posición perpendicular al suelo. En el caso de la luz,
como se verá más adelante, los prismas polarizadores juegan el mismo papel
que las planchas metálicas, es decir, cuando un rayo luminoso sólo puede
ser observado a través de estos prismas si se encuentran en una posición
adecuada uno respecto a otro.
|
|
![]() |
![]() |
||
Fenómenos de polarización cromática
según un libro de texto de la primera mitad del siglo XIX
|
![]() |
![]() |