-
Toda nuestra teoría debe partir de la racionalidad de la acción.
Ver sus límites y causas, sus motivos y resultados. La acción
recuerda postulados de Parsons y es una alegoría de una "modificación"
del entorno y esa imagen remite hacia el dominio que en la época
actual tiene el medio sobre la dinámica de los deseos. El tema de
valorar la legitimidad de los actos, considerar que nos movemos en "etapas
morales" y desde esa disyuntiva superar a Kohlberg y entrar en un modelo
donde lo simultáneo es el gran ejemplo de la TAC.
-
Esta TAC se vuelve contra la política que la condiciona.
-
Cuando establece esta "teoría de la acción comunicativa"
en 1981, se está haciendo una proclama política.
-
Teoría y praxis (1063) puede en su título simbolizar
su método. Alcanzar la dinámica textual que empuja fuera
del texto. Debemos reconsiderar los cánones intocables que hasta
ahora han movido la dinámica política. Por ejemplo, la participación
de los individuos en los sistemas capitalistas es un auténtico fraude,
en parte, ayudado por la situación materialista del poder.
-
La opinión pública ya no tiene poder.
-
El poder ha vaciado de poder los organismos de participación política.
-
Los intereses en conflicto tienen más fuerza que los intereses sociales
que se están reclamando. Hay pues una paradoja continua en la dinámica
política, de tal manera que se debe "quitar simbología del
poder" al poder, para así alejar sus intenciones de una manipulación
de los individuos.
-
La gran pregunta de cómo actua la "instrumentalización autoritaria".
-
Añadir las analogías que se establecen de modo espontáneo
entre las estructuras de identidad del yo y la identidad grupal. "La identidad
se consigue por la socialización", matiza el pensador y en ese axioma
se esconde toda su intención de que la integración del pluralismo
sea un ceremonial necesario.
-
Pluralismo que también debe entenderse en variedad de formas de
vida o etnias.
-
Taylor insiste en el camino equivocado al relacionar las personas y las
clases sociales y Habermas busca una solución a este paradigma.
El particularismo cultural es el gran desafío a la identidad personal
y por ello trata de esbozar una "identidad ética" en unos grupos
con su plasmación en una acción ideológica.
-
Ni buscar enemigos, y definirlos así, ni incorporarlos en el propio
sistema.
-
El sistema económico imperante no tiene en absoluto ninguna relación
con la vida cotidiana y sus problemas.
-
Buscar una "integración normativa".
-
Tratar de encontrar un rumbo a las ideas para que se asocien con otras
y ambos sistemas desafíen ese silencio cómplice del poder
que prefiere prestar atención a la capacidad económica y
de "logros sociales" de cada día.
-
Hablaríamos de una dinámica de desconfianza hacia el poder
establecido.
-
Incluso subrayaríamos cómo el poder en Habermas es siempre
objeto de crítica, ya que sus intenciones en relación con
el individuo son siempre oscuras y crípticas.
-
La línea que une al individuo con el poder queda olvidada, ya que
se mueve por unos canales de comunicación materiales que son parte
del poder o que sirven para mantener una situación estable en su
dinámica cotidiana. Toda esta metáfora es un total fraude
y hace que la desconfianza de Habermas por la teoría política
sea manifiesta.
© 2001, Cándido Pérez Gállego
Página creada y actualizada por grupo "mmm".
Para cualquier cambio, sugerencia, etc. contactar con:
fores@uv.es
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
Universitat de València Press
Creada: 22/02/2000 Última Actualización:
11/03/2000