Edmund Husserl

Notas a Husserl

10 enero 1996

1. Desde 1884 hasta 1886 siguió los cursos de Brentano en Viena y, bajo esta influencia, escribió en 1891 la Filosofía de la aritmética. Los dos volúmenes de Investigaciones lógicas (1900-1901) son el resultado de un camino nuevo que se toma con talento admirable. Y ya en 1916 está explicando en Friburgo, próximo a Heidegger y Max Scheler. Toma de Brentano el concepto de “intencionalidad” y desde ese axioma llega a la conclusión de que “todo acto es intencional”, lo que nos conduce hacia la imagen de “todos tendemos hacia algo”, que hay una extraña conducta direccional en nuestra conducta. Buscamos un algo y ese algo es el que marca la dirección a seguir, lo cual nos llevaría a un cosmos de caminos equivocados que sin embargo hemos tomado como verdaderos. Las intenciones no nacen dentro de nosotros sino allí, afuera, en el Dasein de Heidegger y nos obligan a trazar una línea hacia ellas con el objeto de intentar alcanzarlas. Cualquier acto de la conciencia es “intencional”, hablemos entonces de una “sintaxis intencional” que vaya desde nosotros hasta la frase deseada y que surge como una meta que tenemos que conquistar. La conciencia, dice Husserl, “intenciona” los actos y los coloca bajo un horizonte de relaciones desde los que poder incorporar el rumbo deseado en el proyecto permitido. Cuando Frege y Bolzano le critican con dureza, abandona este método que había aprendido en Brentano y desarrolla el “fluir temporal de la conciencia”.
2. Vivir de intenciones.
3. Vivir de intuiciones. Buscar el método intuitivo requerido.
4. La intuición como necesidad moral. Alcancemos la “suspensión del juicio” o “epoje” que actúa como una muralla por donde avanzar de modo simple. La “epoje” es la desconfianza máxima y lleva a la nada.
5. El retorno a las “cosas mismas” como un “epoje” necesario.
6. “El hombre mismo se convierte en mera cosa” (Husserl).
7. “Sólo volviendo a sí mismo se podría comprender el mundo” (Husserl).
8. El ser y el tiempo en 1927 da un giro tatal a la fenomenología.
9. La importancia de “lo percibido en cuanto tal”.
10. “Toda filosofía no puede ser más que intuicionista”
11. “La ciencia es la unidad sistemática de los conocimientos”. Esta idea se  transfiere a la imagen de un mundo “unificado” que señala un rumbo hacia “aquello que con la significación aparece en la conciencia intencional”. Ver el mundo exterior al que “apuntamos”.
12. Ver lo que se puede captar de forma “positiva”. Recordar cómo la percepción normal es como la “estampa grabada” del ser. La reflexión “no capta el origen de las cosas pero sí la intuición”. Desde este axioma acerquémonos a un punto donde “la esencia del acto psíquico consiste en poder dar un sentido”. Tan pronto como damos un sentido los actos se hacen inteligibles.
13. “Toda conciencia es conciencia de alguna cosa”.
14. “La conciencia mira como transcendente el objeto que le aparece”.
15. La “intención” son “indicios accidentales”. “El acto de intencionalidad pone de manifiesto una teleología de las actos de pensamiento”.
16. “La expresión y el significado tienden hacia el objeto”.
17. La vida cotidiana tiende hacia la creación de rumbos intencionales que tienen un significado.
18. “Los actos significantes preceden de una intuición positiva”.
19. “Las vivencias intencionales se refieren a objetos representados”.
20. Pues en realidad “el objeto intencional no está encerrado en la conciencia”. Debemos analizar “lo percibido en cuanto tal” y desde este esquema trazar las normas intuitivas que mueven toda la realidad de la existencia. Lo “intencional” es el “contenido inmanente”.



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Creada: 22/02/2000 Última Actualización: 17/01/2001