Frank O'Hara

Notas sinceras sobre Frank O’Hara.


 
 

1. La “Escuela de Nueva York” y la compañía de Kenneth Koch, James Schuyler y John Schbery. El valor de Art Neaws como un símil estético. El valor de Harold Rosenberg y la “Actino painting”.
2. O’Hara fascinado por una exposición de escultura asiria en Boston.
3. Nació en 1925 en Baltimore. En 1946 se graduó en Harvard. Recordar A City Winter (1956), Meditations in an Emergency (1957) o Second Avenue (1960). Le encanta Mayakovsky.
4. Su visión es trágica y la pérdida de los lugares. No importarnos si nunca más volveremos allí. Sentirnos colgados como un vacío en un paisaje lleno de agradecida ternura. Buscar una significación a todo. Llegar a la necesidad de correr: “I’m going to run in and out of it as if it were a tree”.
5. Sentirnos parte de la naturaleza.
6. Le encanta Jean Dubuffet.
7. Recuerda las deudas con Duke Ellington.
8. Busca vivir “with a líquenes burst of my memory”.
9. En un poema saluda la llegada de Krushev a la ONU.
10. Vive en memoria de sus sentimientos. Se imagina en tensa quietud, retirado y hundido. Se ve demasiado triste. Imagina sus “yos” transparentes. Dice que los vivos están apresados. Bajo la tierra está la historia, se imagina un hitita enamorado de su caballo.
11. Tampoco se imagina un visionario.
12. Se siente perdido. No hay nada que hacer.
13. Está en un total vacío, en la nada.
14. Vive la náusea que veremos en Saul Bellow.
15. Pero él la acerca a la pintura de Kooning mejor que a Roquentin.
16. Se compara con los animales, la serpiente. Todos, como en Walden.
17. Busca lo más hermoso de su vida.
18. Se imagina como una presa que es siempre fácil. Se siente vacío y frágil.
19. Se siente de pie bañándose en el océano. Y este tema nos lleva a su espantosa muerte devorado por unas palas de las que limpian las playas.
20. Pues él amaba nadar, como Thoreau.
21. Se imagina como un dictador mirando a su mujer.
22. Imagina que su amante le seguirá por el desierto como una cabra.
23. Los animales familiares y olvidar por completo a Ted Hughes.
24. Se quiere envolver en su ropa de dormir.
25. Recuerda que sólo un rey puede matar a un rey.
26. Se nota débil.
27. Demacrado.
28. Los símbolos no le ayudan a explicar lo que le pasa. No es Eliot. Ni Pound. Y no llega a lo que busca.
29. Recuerda Venecia y el Gran Canal.
30. Demasiados remedios artísticos. Demasiada alegoría estética.
31. Que huye del pensamiento. Wallace Stevens sabe entrar en esa “dianoia”.
32. Dice que su vida dejará “transparencia”.
33. Se siente casi como un mago fracasado.
34. Insiste en que todo su interior está a la vista de todos.
35. Pero está siempre demasiado triste como para ser poeta.


© 2001, Cándido Pérez Gállego
Página creada y actualizada por grupo "mmm".
Para cualquier cambio, sugerencia, etc. contactar con: fores@uv.es
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
Universitat de València Press
Creada: 22/02/2000 Última Actualización: 19/01/2001