Parménides

¿Me ayudan en algo los breves fragmentos de Parménides?





1. Parménides nació hacia 515 a.C. y la ciudad de Elea fue su cuna. Visitó Atenas hacia 450 y no es seguro que conociera a Jenofanes. Compuso un bello poema filosófico, Sobre la naturaleza, escrito en hexámetros, del que se conservan algunos fragmentos. La Escuela Eleática sigue luego en Zenon y Meliso. Se afana en analizar el ser de las cosas, su “vida interior”. Las cosas “en cuanto son” y este ejercicio marca un rumbo a la metafísica naciente. El poema imaginario, del que se conservan breves líneas, nos da ocasión a analizar la “vida de la verdad” y la “vía de la opinión” y ese viaje que el poeta emprende en un carro alado, es de belleza sublime. Busca la Diosa de la Verdad, es un tránsito donde lo guían las hijas del sol. Una vez frente a la Diosa, ésta le dice que es preciso conocer la “verdad bien redondeada, las opiniones de los mortales aunque no tengan verdadera certeza”.
2. Este punto de partida nos muestra la búsqueda de la luz como verdad.
3. La diosa ha hablado de llegar a la verdad “desde el punto de vista de la verdad”, de lo que las cosas son “en cuanto son”. Surge así el espíritu que anida en la verdad.
4. Añadamos que las cosas en cuanto son, están “presentes en el pensamiento”.
5. El ente es.
6. Las cosas son.
7. La multiplicidad de las cosas no tiene nada que ver con la unidad del ser.
8. “El ente es una esfera, sin huecos del no ser”, dice Parménides.
9. “El ente está lleno y no tiene vacíos”, insiste. El ser no se da en los sentidos y esta idea lleva a su imagen de que el movimiento es como una luz en las tinieblas. Aquí comienza la escisión entre el mundo de la realidad y el de la apariencia.
10. No sabemos de su relación con Heráclito. Quién influyó en quién.
11. De este poema se han conservado 19 fragmentos con un total de 154 versos.
12. Su estructura se condensa en dos partes: a la verdad y a la opinión.
13. La búsqueda del “puro ser” que “es y no puede ser” como gran paradoja.
14. “Lo mismo es pensar y ser”.
15. Y todo se abre con un viaje y unos caballos que llevan una carroza.
16. “Es necesario decir y pensar que el ente es”.
17. “Sólo queda un camino del que hablar, el que es”.
18. Platón escribe un Parménides y en él recoge: “¿Existirá también —proseguirá Parménides— una Idea en y de por sí, de la Justicia, de la Belleza, del Bien y otras similares?” para preguntarse por una “Idea del hombre en sí”.
19. Dice Heráclito: “Al buscar no encontrarás los límites del alma, ni siquiera recorriendo todos los caminos” y esta idea lleva a Empédocles. “Del todo no hay nada vacío”, imágenes ambas que conducen hacia el fuego eterno de Parménides. Diógenes advierte cómo fue Parménides el primero en advertir que la tierra es esférica y en escribir filosofía en verso como Jenofanes, Empédocles o Hesiodo.
20. Platón hace decir a Sócrates que Parménides es como Homero. Aristóteles se limita a decir que fue discípulo de Jenofanes y luego insiste en su “unidad del logos”. Teafrasto lo desdeña al proferir que “no ha descrito nada de una manera completa”. Resaltemos las ninfas que animan a conocer la verdad, los grandes enigmas, “el uno que es y no es posible que sea” y toda una constelación de incógnitas líricas como “observa que las cosas ausentes están presentes en la mente”. Advierte que el “corazón inquebrantable de la verdad es como un círculo”, para añadir: “es igual para mí por donde empezar”.


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Creada: 22/02/2000 Última Actualización: 17/01/2001