Sófocles

Edipo como lenguaje


    1. Edipo quiere saber la causa de la espantosa epidemia que arrasa la ciudad de Tebas. Un rey quiere saber   por qué Tebas sufre un castigo tan cruento. Pronto se dirime que la razón es haber matado a su padre y casado con su madre.  Al descubrir tal brutalidad se arranca los ojos.
     2. La primera escena nos lo muestra en Tebas delante del palacio. Habla en un tono patético: “Siento más el dolor de todos que el mío”. Y esta idea señala un punto donde el mal se debe purgar. Este es el enigma de Edipo Rey de Sófocles, una apoteosis de la culpa redimida que en Edipo en Colono proseguirá.
     3. Edipo pide que le “oculten en el bosque para ver lo que hablan”. Y este símbolo de acercarse a Tiresias es como un artificio para “ver sin ser visto” y un modelo moral a seguir que completa al exclamar: “¿Quién es este y qué me quiere decir?” como si las bases del conocimiento fueran la duda ante lo evidente.
     4. Añade “¿Es que no nací para ser criminal”?
     5. Continua “Estoy mancillando el lecho del muerto con las mismas manos con las que lo maté”
     6. Habla de “la mancha de la deshonra” y todo este juego de reproches lleva a un punto donde el tema de “atribuir la  muerte de Layo “ es como la proclama de un orden que clama justicia inmediata.
     7. Se habla de “la única esperanza que  me queda”.
     8. Se insiste en que “Ha llegado para este hombre el profetizado fin de su vida”.
     9. Edipo habla de una nube que como un monstruo se ha lanzado contra él.
     10. Advierte a Creonte que ha visto en él la maldad. Le llama “pérfido amigo”. Edipo incluso le llama traidor. Habla de buscar un “sagrado bosque” donde convivir con las deidades. Busca una “mansión” con ellas.
     11. Un mensajero narra lo ocurrido y cómo Edipo estaba enloquecido y despavorido. Se queja de que los dioses no hayan tenido suficiente compasión de él Edipo se quejará de su situación “falto de fuerzas y de vista”. Ismena ruega a Antigona que cuide del padre anciano. El corífeo preguntará claramente a Edipo si cometió el asesinato de su padre. Confiesa “Llegué a cometer el crimen”.
     12. Teseo le recrimina y desdeña su “desfigurada cara”. Todo ronda en una sinfonía de reproches por haber matado al padre de Layo que se alza como una maldición que le acompaña por doquier. Yocasta se lo ha dicho al principio de la obra al advertirle que “su padre ya no existe” y este lenguaje nos empuja hacia un orden en el que se puede integrar la madre en la maternidad como si fuera una posibilidad actuativa de reconquistar lo perdido.
     13. Todo es un error, o tal vez una equivocación buscada y necesaria.
     14. Edipo advierte su pena al corífeo y le confiesa que le asusta pensar que ni su maltrecho cuerpo le inspira terror.
     15. Habla de una “nube aminable” que se cierne sobre su destino como si fuera una maldición que le acompaña y le persigue haciéndose así valedor de un orden moral que le persigue hasta la muerte. El tema de buscar a la madre necesaria se convierte en un viaje patético a la aniquilación más espantosa. Edipo simboliza el orden de la búsqueda, su signo es como la búsqueda que se paga con la muerte y su conducta pone de relieve una patética sensación de dolor de perder lo más deseado que será “el lugar sexual que su padre ocupaba con su madre” y desde este apotegma debemos entender esta obra – y seguimos a Delleuze – como una coalición para destruir a Layo. Son como la guerra interior que Layo no sabrá frenar de ninguna manera. El tema de Edipo como un mal necesario.
 
 



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Creada: 22/02/2000 Última Actualización: 17/01/2001