Colección: Ensayo y Pensamiento • Editorial: Espasa Calpe, 1999 Crítica por Fernando Vilches Shakespeare y su tiempo: olvídese
el lector de que el poder político en los dramas de Shakespeare
es una tésis doctoral y encontrará un libro que contempla
un momento crucial de la historia europea. Descubrirá una Inglaterra
en un período rico en ideas políticas y religiosas que explican
por qué el poderío inglés ("Rule Britain") ocupó
desde entonces y durante los últimos siglos un lugar prepotente
en la Historia. Más dificultad tendrá el lector en olvidar
que el autor es un político de raza, es decir, un político
con ideas, con un bagaje y unas inquietudes intelectuales que le llevan
a reflexionar sobre uno de los temas más dramáticos, más
desestabilizadores aunque también más sugestivos: el poder.
¿Qué aporta El poder político... a la cultura política y a las reflexiones que hasta ahora se han elaborado sobre el poder? Depende, es obvio, de la sensibilidad de cada lector: el poder, la sola palabra, el solo concepto, se cuela entre los vericuetos más recónditos del alma y moviliza las más escondidas sensibilidades. El poder atrae, el poder subyuga, el poder provoca. Una palabra maldita. Cuando se incluye en una expresión tiene, en la mayor parte de los casos, una carga de denuncia: se señala con el dedo acusador al poder político, pero también al poder religioso, al poder económico, al poder masculino; el poder como causa de todos los males. Aunque es "el poder político -escribe Trillo- el poder por excelencia, fenómeno en sí mismo ineludible y conflictivo, conflicto latente, permanente". Desde esta perspectiva la aportación de Federico Trillo es haber sacado del Shakespeare profundo, y exprimido, diría que con fervor, una característica perdurable del poder: su dimensión humana. El objetivo de los dramas de Shakespeare es el poder, o sea, el mismo objetivo que el drama de la política. El poder es una peculiaridad del homo sapiens aunque, según los antropólogos, también del hombre de Cromagnon. ¿Acaso no se dice, para indicar la evolución del lobo, que en la manada hay una jerarquía estricta, de ahí lo parecido a la tribu humana? Además existe muy bién acuñada y demostrada la teoría de que el hombre, lobo es. Si hay un reflejo del poder en la organización de la camada de lobos, ¿dónde reside la característica, la peculiaridad del poder en el hombre? El genio de Shakespeare sacó a la luz ese lado obscuro del hombre. La pasión es lo que marca la diferencia del hombre respecto al lobo. "El poder, explica Trillo, es una pasión develadora de todos los matices de un carácter y capaz, al tiempo, de evidenciar el resto de los caracteres." Así lo veía hace dos mil quinientos años la Antígona de Sófocles, cuando consideraba "imposible conocer el alma, los sentimientos y el pensamiento de ningún hombre hasta que no se haya visto en la aplicación de las leyes y en el ejercicio del poder". |