Esta página pretende se un tributo a la más saludable
de todas las bebidas y, al mismo tiempo, mostrar algunos enlaces interesantes
relacionados con el mundo del vino.
Existen varias definiciones:
- Louis Pasteur (1822-1895): "La más sana e higiénica de todas las bebidas"
- O.W. Holmes: "El vino es un alimento"
- J. Weslley: "El vino es una de las bebidas más nobles de la naturaleza"
- G. Portmann: "El vino es un complejo total, equilibrado, vivo...De todo lo que el hombre consume el vino es lo único que le llega directamente desde la tierra y vivo".
¿Es bueno beber vino? Vayamos por partes, ya que antes de contestar a esta pregunta cabe preguntarnos por la composición del vino para, posteriormente, analizar si es perjudicial o no para nuestra salud. El vino se compone, principalmente, de agua ya que ésta supone el 85% del mismo. El resto son azúcares, vitaminas, polifenoles, fenoles, proteínas, etc. Por lo tanto, parece que, en principio, no tiene por qué ser perjudicial. Tan sólo, uno podría preocuparse por la cantidad de alcohol que contiene. Sin embargo, la mayoría de los vinos contienen entre un 10 y un 12% de alcohol, cantidad que desaparece por completo ya que hemos de tener en cuenta que el cuerpo humano cada 24 horas oxida, aproximadamente, un gramo de alcohol por kilo de peso corporal. Por ejemplo, un individuo que pesara 75 kg., dado que un gramo de alcohol equivale a siete calorías, podría consumir 525 calorías procedentes del vino de las 3.000 que normalmente gasta a diario. No obstante, a pesar de que existen muchas opiniones, recojamos la de la Organización Mundial de la Salud que recomienda una ingesta diaria de alcohol no superior a los 40 o 50 gramos diarios, lo que equivale a una o dos copas a mediodía y otro tanto por la noche de vino de unos 12 grados de alcohol.
¿Qué es la "paradoja francesa"? ¿Por qué en Francia el porcentaje de fallecidos por infarto de miocardio es tan bajo en relación a otros países cuando la cocina gala abusa de las grasas animales (natas, mantequillas, etc.)? La respuesta no está en la famosa dieta mediterránea, ya que ésta se caracteriza, entre otras cosas, por el consumo de grasas vegetales (aceite de oliva) y no animales. Por ello, la razón de dicha paradoja no es otra que el consumo de vino tinto, ya que Francia es el primer consumidor de vino del mundo y esta rica bebida previene las enfermedades cardiovasculares como se ha demostrado científicamente. Por lo tanto, seguid mi consejo: ¡Todos los días una copa de vino! (Dejad un poco de lado la cerveza -que engorda- y, sobre todo, las bebidas alcohólicas propias de los bárbaros del norte con un excesivo porcentaje de alcohol)
Por lo que respecta al cáncer, mucho se ha hablado de las propiedades preventivas del resveratrol, substancia presente en las uvas y en el vino tinto. Por cierto, que los vinos españoles son los que mayor presencia tienen de dicha substancia. Sin embargo, los hallazgos todavía no son definitivos ya que, como es habitual, se ha experimentado con ratones. Aunque, a la uva y al vino, le ocurre lo mismo que a otras frutas y bebidas naturales: su consumo diario previene (no cura) el cáncer.
Una bodega en casa
A todos nos gusta guardar vino en casa para poder contemplarlo y enseñarlo a los amigos que nos visitan. Sin embargo, la mayor parte de la ocasiones el vino se echa a perder debido a las malas condiciones de almacenaje del mismo. En verano es fácil alcanzar los 30º C de temperatura en un piso, con lo cual el vino evoluciona exponecialmente y en unos pocos meses ya ha madurado lo que tenía que haber hecho en varios años. Lo ideal es comprar un armario "guarda-vinos", de los que anuncian todos los domingos en determinado periódico, donde éste puede ser conservado en condiciones óptimas de humedad y temperatura. No obstante, si no podemos permitirnos pagar en torno a las 75.000 pesetas que cuesta el más pequeño, lo mejor es que sigamos unas recomendaciones mínimas:
