Eritema
multiforme
El
eritema multiforme o polimorfo es una enfermedad con manifestaciones primordialmente
cutáneas y mucosas que cursa a brotes con tendencia a recurrir.
Existen dos variantes, la forma “minor” y una forma con afectación
más severa que es la forma “major”
Eritema
multiforme "minor": Se
caracteriza por la afectación predominante en manos, antebrazos,
rodillas y pies, con la aparición de manchas de coloración
roja o sonrosada que con frecuencia adoptan un aspecto en diana, presentando
en el centro de la lesión pequeñas vesículas o ampollas.
Con frecuencia se asocia a lesiones mucosas que se localizan preferentemente
en los labios. Generalmente las lesiones desaparecen en un periodo de 1
a 3 semanas.
Eritema
multiforme "major": En
esta forma de eritema multiforme existe una afectación del paciente
más importante con lesiones muy llamativas a nivel de la mucosa
oral, ojos y genitales. La afectación de la mucosa oral puede dificultar
la ingesta de sólidos e incluso líquidos. Suele acompañarse
de afectación sistémica con fiebre y mal estado general,
que con frecuencia son motivo de ingreso hospitalario.
Causas
En más del 50% de los casos la causa del eritema multiforme es desconocida. En el resto de casos suele asociarse a una infección o a una medicación. Dentro de las infecciones las que con mayor frecuencia se asocian a eritema multiforme son las infecciones virales, especialmente la infección recidivante por virus del herpes simple y la neumonía por micoplasma. La infección por virus del herpes simple se ha relacionado con hasta el 60% de los casos de eritema multiforme. La manifestación clínica más frecuente de esta infección es el desarrollo de un herpes labial de curso normal y que incluso puede ser evidente clínicamente.
Las medicaciones, especialmente los antibióticos, son el agente etiológico de aproximadamente el 30-40% de los casos de eritema multiforme. Los antibióticos que con más frecuencia se relacionan son las sulfamidas, pero también las tetraciclinas, la amoxicilina y la amplicilina. También se relaciona el eritema multiforme con la utilización de medicaciones antiinflamatorias y anticonvulsivantes especialmente el tegretol y el fenobarbital. Si bien estas son las medicaciones que más frecuentemente se han relacionado como agentes desencadenantes de eritema multiforme existen casos aislados relacionándolo con prácticamente cualquier medicación.
Diagnóstico
y tratamiento
La
aparición de las lesiones cutáneas es con frecuencia el motivo
de consulta y la morfología de las mismas así como la distribución
y los antecedentes previos son por lo general suficientes para establecer
el diagnóstico. En ocasiones es necesario realizar una biopsia cutánea
o ciertos análisis para confirmar el diagnóstico y establecer
un diagnóstico diferencial con otras enfermedades dermatológicas.
La
instauración de un tratamiento u otro dependerá del criterio
del dermatólogo, estando indicado la utilización de corticoides
bien por vía tópica o por vía oral. En lesiones muy
extensas se utilizan tratamientos tópicos antisépticos. La
mayor parte de casos de eritema multiforme se solucionan completamente,
ocasionalmente pueden dejar pigmentaciones residuales que desaparecerán
con el tiempo. Cuando aparecen múltiples brotes y estos se relacionan
con el desarrollo de un herpes simple recurrente puede estar indicado la
administración de aciclovir oral para prevenir el desarrollo del
eritema multiforme.