La terapéutica farmacológica en el siglo XIX
A lo largo del siglo XIX sigueron incorporándose nuevas plantas al arsenal terapéutico. El boldo, el eucalipto y el curare constituyen tres excelentes ejemplos.
En un trabajo dedicado al boldo, Dujardin-Beaumetz dice que es una monimiacea originaria de Chile y descrita por Molina en 1782 con el nombre de Peumus boldus. Ruíz y Pavón en 1794 ofrecieron también una descripción de la misma y la llamaron Ruizia fragans. En 1807 Persoon la denominó Peumus fragans, y A.L. de Jussieu, apoyándose en estos trabajos, la bautizó como Boldea fragans en 1809. Tulasne conserva el nombre de boldea, y el Prodromus de M. de Candolle retoma el nombre de Peumus para el género. En 1869, en su Histoire des plantes, H. Baillon presenta el estudio completo del boldo al que llama Peumus boldus. Dujardin dice también que la primera muestra de boldo fue introducida en el comercio francés en 1868 o 1869, por la casa Fabian (de Chile) con la finalidad de que se sometiera a un estudio farmacológico.
En un trabajo dedicado al boldo Dujardin-Beaumetz dice que es una monimiacea originaria de Chile y descrita por Molina en 1782 con el nombre de Peumus boldus. Ruíz y Pavón en 1794 ofrecieron también una descripción de la misma y la llamaron Ruizia fragans. En 1807 Persoon la denominó Peumus fragans, y A.L. de Jussieu, apoyándose en estos trabajos, la bautizó como Boldea fragans en 1809. Tulasne conserva el nombre de boldea, y el Prodromus de M. de Candolle retoma el nombre de Peumus para el género. En 1869, en su Histoire des plantes, H. Baillon presenta el estudio completo del boldo al que llama Peumus boldus. Dujardin dice también que la primera muestra de boldo fue introducida en el comercio francés en 1868 o 1869, por la casa Fabian (de Chile) con la finalidad de que se sometiera a un estudio farmacológico. Se refiere a lo que Bertero, Ruíz y Pavón afirmaron, es decir, que en Chile esta planta se usa como digestiva, carminativa y diaforética, y que Claude Gay da noticia de su uso popular contra las enfermedades del hígado. Como sucede con la historia de muchas plantas, Dujardin refiere lo que contó Brenier de Montmorand, embajador francés en Chile, acerca de cómo se descubrieron las propiedades del boldo: En las posesiones de un tal Sr. Navarro, en las cordilleras, las ovejas morían en gran cantidad de una enfermedad del hígado. Un día reparó con ramas de boldo las vallas de su campo. Los animales las devoraron con avidez y la epidemia cesó enseguida". Dujardin fue uno de los que estudió en el laboratorio esta planta sin llegar a resultados concluyentes. En la actualidad las hojas del boldo (Boldea fragans Juss. o Peumus boldus Molina) se usan como hepatoprotectores (efecto de la boldina) y como coleréticas-colagogas (alcaloides sinergizados con los flavonoides y el aceite esencial).
Hipólito Ruíz y José A. Pavón Dujardin Beaumetz