Arqueología de Cantabria
Edición en castellano escrita por Agustín Diez-Castillo, revisada por última vez en junio de 1997.
AVANCE DE LOS RESULTADOS DE LAS EXCAVACIONES EN EL ABRIGO DE LA CALVERA
El abrigo de La
Calvera (Camaleño, Cantabria).
El abrigo de la Calvera
es una pequeña anfructuosidad rocosa situada en el límite del
Parque Nacional de Picos de Europa, en un afloramiento rocoso en
el que alternan cuarcita y calizas. Se incluye dentro del área
espacial del conjunto megalítico de la Peñaa Oviedo.
Figura 1, situación del Abrigo de la Calvera
El sondeo, realizado
durante el verano de 1995, se planteó en un único cuadro de
1x1m con los objetivos de: a) comprobar si existía una
utilización del área anterior a la representada por las
estructuras de habitación al aire libre de época neolítica ya
localizadas y b) intentar dilucidar, en el caso de que existiera
esa utilización, si la misma había sido continuada o, si se
trataba de una explotación del mismo territorio con diferentes
modos de utilización de los recursos. En el cercano puerto de la
Uña (León) se había observado la existencia de un megalito
-que probablemente da nombre al puerto- [González Morales 1988]
y de una cueva con un depósito Aziliense [Bernaldo de Quirós y
Neira 1992], sin que se haya observado una continuidad de la
explotación del área.
La estructura funeraria del conjunto de Peñaa Oviedo más cercana
al abrigo de La Calvera, un dolmen, se sitúa sólo a 50 metros
en dirección noroeste. El abrigo tiene una potencia de niveles
arqueológicos fértiles de 90cm .
En superficie no se observaba ningún material arqueológico
aunque había restos de hogueras recientes . Sin embargo, tras la
limpieza de la cobertera vegetal, comienza a aparecer material
arqueológico en el que además de sílex, cuarcita o cristal de
roca se observa la presencia de cerámicas Entre ellas algunas
peinadas, probablemente de la Edad del Hierro y algunas -un borde
exvasado con decoración acanalada- cuyos paralelos formales
también se documentan en época visigótica. En este nivel
superficial aparecen piezas líticas en sílex, cuarcita y
cristal de roca. El aspecto de esots materiales es muy diferente
al del resto de las zonas excavadas en la Peñaa Oviedo; aquí el
sílex es monótono, de mala calidad y parece provenir de
afloramientos muy cercanos al propio abrigo, la cuarcita, sin
embargo, es de muy buena calidad y está tallada .
El nivel 1 se caracteriza por la presencia de clastos. Una vez
levantados éstos, aparece una tierra más oscura, cenicienta,
-el nivel 2- en la que dentro de la industria lítica destaca la
presencia de abundantes lascas de cuarcita. En este nivel ya no
aparece cerámica ni metal, con lo cual podemos considerarle
relativamente intacto debido a que la propia matriz de clastos de
los niveles superiores dificulta las remociones y protege la
estratigrafía del yacimiento a la vez que complica las tareas de
excavación. En este nivel 2 también se documenta la presencia
de restos arqueobotánicos, lo que se convierte en los niveles
subyacentes en una costante.
Metodológicamente, la abundancia de industria lítica en el
yacimiento, en particular de lascas de retoque, la riqueza en
carbones del mismo, junto con la limitada entidad del sondeo
realizado ha facilitado la aplicación de las técnicas más
rigurosas. Así, se ha cribado todo el sedimento en una malla de
0,2x0,2mm. recogiendo todos los restos para su posterior
clasificación .
En el nivel 2 es abundante la presencia de carbones de diferentes
tamaños y especies, algunos de ellos quemados a altas
temperaturas, como evidencia el aspecto que los mismos adquieren
tras una combustión rápida y a altas temperaturas adquiriendo
el aspecto del brillo metálico y más consistente que el de los
carbones normales. En este nivel destaca la presencia de varias
cuarcitas de gran calidad retocadas -ver figura 8, nºs 1, 2 y
3-.
El nivel 2 está sellado en parte por un lecho de areniscas y
cuarcitas rubefactadas. Por debajo se encuentra el nivel 3, cuya
matriz es mucho más oscura, en él se ha localizado un hogar. La
presencia de cuarcita se human beingtiene, aunque disminuye el
número de piezas retocadas.
La distribución horizontal de los niveles es muy poco uniforme
debido a la abundancia no sólo de clastos sino de bloques; de
hecho uno de los 9 sectores en los que se dividió el cuadro para
un control más riguroso, estaba ocupado casi en su totalidad por
un bloque de gran tamaño apoyado sobre el nivel 4 del yacimiento
lo que impedía el desarrollo del resto de los niveles. La
cantidad de sedimento que queda entre los clastos de la matriz es
muy pequeña.
El nivel 4 es más gris y se caracteriza por un mayor tamaño de
las piezas de sílex, probablemente como resultado de la
alteración geoquímica de la roca madre. En este nivel ya es
prácticamente exclusiva la presencia del sílex, documentándose
solamente dos lascas de cuarcita y una única de cristal de roca
.
El único nivel del yacimiento no caracterizado por la presencia
abundante de hogares es el 5; de un color amarillo debido en gran
parte de la alteración de la roca madre, margas o calizas
margosas. Este nivel se caracteriza por la presencia de piezas de
sílex negro de longitud superior a la media del yacimiento (3 ó
4cm de longitud) con algunas extracciones, restos de núcleos
algunos de ellos rodados, sílex de mala calidad y una
disminución de lasquitas de retoque.
En general, hay pocas piezas retocadas, algún raspador, algún
resto de núcleo y alguna industria sobre hojita o sobre lámina
de pequeño tamaño. Estas últimas invitan a pensar en una
cronología mesolítica antigua -figuras 7 y 8-, si bien la
potencia del yacimiento -más de 50cm- podría indicar una cierta
continuidad en la ocupación del mismo, que, actualmente se
evidencia por la abundancia de hogueras en su superficie.
Figura 7 Materiales del nivel 2 del abrigo de La Calvera
Las condiciones
extremas desde el punto de vista climático que la zona sufre
durante gran parte del año, con más de 100 días de heladas,
explican la presencia de abundantes clastos, sin duda de origen
periglacial. Aún en la actualidad se siguen generando este tipo
de clastos, favorecidos por la escasa la escasa compacidad de la
roca que conforma el afloramiento que da lugar al abrigo.
Figura 8 Materiales del abrigo de La Calvera (nivel superficial -1 y 2-, nivel 3 -3 y 4-, nivel 5 -5 y 6-).
El abrigo de La Calvera
abre grandes expectativas para la explicación de la dinámica
del poblamiento de las zonas altas de la Cordillera Cantábrica
en general y de Liébana en particular. Hasta el momento en la
comarca de Liébana sólo se conocía un abrigo cuya altitud
superaba los 1000m -el abrigo de La Mina- pero el origen confuso
de sus materiales arqueológicos impedía una valoración
adecuada de los mismos. No obstante, se han descrito como
Azilienses y se pueden enmarcar dentro de ocupaciones que ya
desde el Paleolítico Superior final se vienen analizando en
zonas altas de la provincia de León [Bernaldo de Quirós y Neira
1992, 1993].
En los abrigos leoneses parece claro que no existe una
continuidad más allá del Aziliense, bien caracterizado por la
presencia de industria ósea -los típicos arpones-. En el abrigo
de la Mina, si aceptamos la atribución cultural formulada
tampoco se observa una continuidad en el poblamiento. En la
Calvera, con lo que sabemos hasta el momento, parece más claro
un abandono del área durante el período Atlántico que la
frecuentación continuada del mismo.
El fenómeno de la ocupación tardiglaciar de las áreas de
montaña parece documentarse en el continente europeo; de la
misma forma que durante el Holoceno, y antes de la introducción
de la economía recolectora, se observa un repliegue hacia zonas
más llanas [Kozlowski 1992].
Todos los dibujos de materiales se acompañan han sido realizados por el Dr. Jesús Ruiz Cobo.