¿Te interesa la creatividad?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué es la creatividad?

La mejor forma de entender lo que es la creatividad es entrar en contacto con algo creativo. Probemos a escuchar el Réquiem de Mozart, leer Historia de Cronopios y de Famas de Cortázar o admirar El Beso de Klint. ¿Qué tienen estas obras para que las consideremos creativas? En un contexto artístico, la creatividad se manifiesta en la capacidad de la obra para diferenciarse de lo previamente existente y en su poder evocador de emociones. En otros contextos no artísticos (científico, pedagógico, cotidiano, etc.), la creatividad se pone de manifiesto en la "sorpresa" que genera una idea y la virtud de ésta al dar respuesta a alguna necesidad. Se han propuesto muchos criterios para determinar si una idea es creativa o no pero solamente existe consenso respecto a los dos más básicos: originalidad y adecuación. La originalidad hace referencia al grado de novedad de una idea. Desde un punto de vista educativo, este grado de novedad es conveniente valorarlo respecto a la propia trayectoria personal del aprendiz, es decir, que la idea sea innovadora con respecto a las ideas previas del estudiante. El criterio de adecuación exige que la idea responda a las demandas de la situación en la que tiene lugar. De esta forma no todo lo original es creativo pues puede ser simplemente extravagante o absurdo. Para que una idea innovadora sea creativa ha de dar respuesta a una necesidad, solucionar un problema o satisfacer alguna demanda. El criterio de adecuación puede ser relativamente fácil de valorar en contextos académicos o científicos pero mucho más complicado de perfilar en un contexto artístico.

Pero el producto creativo es sólo una de las manifestaciones de la creatividad (la más evidente). La creatividad, como fenómeno complejo que es, abarca no solamente las características de un objeto o idea sino también las características de una persona, las de una forma de actuar y trabajar (proceso), y las características de un entorno que favorece la aparición de determinadas ideas. Estas son las dimensiones clásicas sobre las que se ha estructurado el estudio de la creatividad aunque hoy en día, la complejidad de nuestro concepto de creatividad va más allá de lo estrictamente psicológico y entiende ésta como la conjunción resultante de las aportaciones de un ámbito, un campo y una persona. En palabras más sencillas, la creatividad tendría lugar cuando una persona (pintor, matemático, cocinero, estudiante, etc.) utilizando los conocimientos de un determinado campo (pintura, matemáticas, gastronomía, psicología, etc.), que ha ido aprendiendo a través del contacto con personas de un determinado ámbito (profesores, compañeros, tutores, etc.), aporta ideas que son consideradas originales y adecuadas en el citado ámbito. De esta forma una idea creativa lo será no solamente por sus peculiaridades sino en función del momento y el contexto en el que tenga lugar.

La creatividad es un bien social y personal admirado y temido al mismo tiempo. Se suprautiliza como palabra biensonante aunque muchas veces no deja de ser un cebo o una artimaña útil en determinados discursos poco interesados en profundizar en su contenido y promoverla realmente. Se presta también a multitud de mitos asociados que no hacen sino arroparla con un halo misterioso y alejarla de los procesos psicológicos normativos, al alcance de cualquier persona. Estas líneas pretenden destapar algunos de esos mitos y devolver al "hombre de la calle" una capacidad que jamás debió sentir ajena, más ahora que la investigación al respecto descubre interesantes vinculaciones entre la creación y el bienestar subjetivo o felicidad.

Sintetizando, podemos decir que la creatividad es una forma de ser, pensar y sentir que nos ayuda a trabajar de una forma peculiar y que maximiza las posibilidades de producir ideas novedosas y adecuadas en cualquier contexto de actividad humana.

¿Quién es creativo?

Leonardo era creativo. También Picasso por supuesto. Mozart, Lorca o Einstein, pero también mi tío abuelo o mi amigo Antonio. No hace falta que la idea creativa transforme el mundo o nos conmueva sobrecogedoramente. Existe una creatividad "Histórica" pero también otra creatividad "Personal", más mundana, más de andar por casa. Los procesos psicológicos que están a la base de una y otra son los mismos. La diferencia es lo extraordinario del producto. La creatividad no es monopolio de los genios sino que todos tenemos un potencial creativo y por tanto, es creativo aquel que desarrolla su potencial. Eso no significa que todos seamos igualmente creativos ni que lo seamos en todo lo que hacemos por igual. Cada uno tiene sus propios talentos naturales, unos más humildes otros más elevados, que dibujan el perfil de su potencial en las distintas áreas en las que  desenvuelve su vida. Igual que el aprendizaje no tiene lugar en un vacío genético, un talento natural también necesita de aprendizaje, esfuerzo y entrenamiento para desplegarse. Así pues, es creativo el que es consciente de su potencial y toma la decisión de invertir el tiempo y el esfuerzo que supone desarrollarlo.

¿Cuándo somos creativos?

Somos creativos fundamentalmente cuando hacemos lo que nos gusta, cuando disfrutamos haciendo algo aunque requiera un esfuerzo. Cuando no solamente actuamos movidos por motivos externos (dinero, reconocimiento, obligación) sino por las sensaciones que experimentamos durante la actividad. Nos atraen las actividades que se nos dan bien, aquellas que conectan con nuestros talentos personales (ya sea escribir, pintar, bailar, diseñar, relacionarnos...) y es muy motivador ir consiguiendo niveles de excelencia cada vez mayores. Somos creativos cuando estamos motivados con lo que hacemos y las presiones del entorno no nos desbordan (tiempo, expectativas sociales, etc.). En este último punto, las diferencias individuales ligadas a factores de personalidad son muy amplias pues ese nivel de presión externa es una interpretación subjetiva. Somos creativos cuando nos permitimos serlo. No solamente por la decisión consciente de esforzarnos y trabajar sino por la resolución interna del llamado "auto-sabotaje" o "miedo a ganar". Si la presión externa es muchas veces implacable y fuente de múltiples obstáculos para la creatividad, más despótica puede ser la presión interna, el poder bloqueador de la ansiedad inhibidora de nuestras habilidades y destructor de sueños y proyectos. Por ello, la inteligencia emocional, que no es sino la consciencia y control de las propias emociones para una gestión satisfactoria y positiva de éstas, cobra un especial protagonismo en determinados momentos del proceso creativo. La creatividad no es un momento fulgurante de inspiración cercano al éxtasis (insight) sino un proceso largo y variopinto que ni empieza ni acaba con la gestación de ideas sorprendentes.

¿Dónde somos creativos?

En el trabajo, en casa, en la escuela, cualquier lugar es bueno para ser creativo. Fueron o son espacios promotores de creatividad la Residencia de Estudiantes de Madrid, el entorno familiar de Picasso, el colegio "La Nostra Escola Comarcal" o la empresas como FedEx o Imaginarium. La creatividad necesita de un ambiente favorecedor que posibilite e incite a jugar con las ideas, manipularlas, estirarlas, abrirlas, estrujarlas como hace un niño con el muñeco de plástico para aprender sus posibilidades y sus límites, y también las del mundo circundante y las de sí mismo. La creatividad necesita tiempo para poder llevar a cabo esa exploración, ese juego. No todos los trabajos brindan a sus empleados la posibilidad de ser creativos, perdiendo gran potencial como grupo humano, empresa o institución. Lo mismo puede decirse de un entorno familiar, educativo, deportivo... La creatividad necesita estímulos que la sacudan, la inciten, la provoquen. Esos estímulos pueden venir de fuera (lecturas, conversaciones, consejos, experiencias...) o de dentro (intereses, motivaciones, curiosidad...). La creatividad se cultiva mejor en un campo preparado para ello, fértil, vitaminado, fecundo, generoso... Pero siempre surge de una necesidad, un problema, de algo inacabado, de algo mejorable. Por ello, un ambiente rico y diverso pero que no sea capaz de trasladar retos y desafíos a sus miembros, da lugar al acomodamiento y la habituación y socava la creatividad, la maniata. Por el contrario, en ocasiones un ambiente pobre en estímulos y hasta hostil puede servir de acicate para el esfuerzo y la motivación de ciertas personas en busca de una salida creativa a su situación. En definitiva, siendo importante la riqueza de recursos y variedad de estímulos y experiencias que brinda un entorno determinado, lo realmente determinante es cómo éste reta e incita a la superación.

¿Cómo somos creativos?

Somos creativos utilizando una serie de procesos psicológicos básicos, comunes a todos los seres humanos, que nos llevan a resultados sorprendentes y fuera de lo común, aunque sólo sea respecto a las ideas que nosotros mismo tuvimos en el pasado. La creatividad supone un proceso largo y variado que no solamente implica pensamiento divergente e imaginación (responsables de la originalidad de las ideas) sino también pensamiento convergente y análisis crítico (responsables de su adecuación). En cada momento del proceso creativo un tipo de pensamiento u otro será más o menos protagonista. Pero la creatividad no es sólo pensamiento. Es un fenómeno complejo y multidimensional resultante de la interacción dinámica entre componentes intelectuales (como el "problem finding" o identificación de problemas, la redefinición, el pensamiento analógico, etc.,) y componentes afectivo-personales, como las actitudes, las variables de personalidad, las emociones.. Somos creativos fundamentalmente creyendo en que podemos serlo, conociendo nuestras virtudes y limitaciones, trabajando para desarrollar unas y compensar las otras, utilizando estrategias y técnicas de pensamiento que maximicen la posibilidad de "ver" la realidad, los problemas y los proyectos de "otra" forma, tolerando el riesgo, la ambigüedad y la inseguridad de la meta desconocida, siendo persistente y contumaz ante el fracaso, conociendo y expresando nuestras emociones, etc. Entender la creatividad como un fenómeno complejo supone conceptuarla como consecuencia de múltiples interacciones que la hacen posible y al mismo tiempo condicionan su predicción.  En todo sistema complejo el orden reina a medida que distanciamos la perspectiva de nuestro análisis y el desorden impera cuando acercamos nuestra mirada. De este modo, la visión y el análisis variarán según sea el nivel en el que nos situemos, los elementos que tengamos en cuenta, el efecto del propio observador, etc. Los modelos componenciales (p.e: Sternberg, Feldhusen, Amabile, entre otros) son hoy en día, los referentes teóricos más aceptados en Psicología para comprender y explicar la creatividad, pues suponen la superación de planteamientos reduccionistas e intentan atender, con limitaciones todavía, a la complejidad que encierra el hecho creativo (ver modelo tricomponencial en figura inferior).

¿Por qué somos creativos?

Por muchos motivos. Porque nuestra naturaleza es creativa, por necesidad adaptativa ante los problemas que nos van surgiendo y ante los que las respuestas usuales ya no valen, porque la creatividad nos hace sentir bien, etc. La creatividad es una cualidad consustancial al ser humano. Los niños no pueden evitar ser creativos. Es una creatividad infantil, diferente a la adulta, pero fluye a borbotones en todo lo que hacen. Miran, exploran, curiosean, se mueven, buscan información, preguntan, no les detiene un fracaso y los disgustos no les bloquean mucho rato. Su forma de percibir el mundo es muy personal y visceral y eso lo ponen de manifiesto en todos su actos tocados por la varita de su emergente creatividad. A nivel actitudinal, la creatividad adulta se parece mucho a la creatividad infantil. La primera es cualitativamente superior porque incorpora criterios de atención a las exigencias del entorno en el que tiene lugar, siendo menos egocéntrica y más flexible. Entre la creatividad infantil y la adulta existe un puente, un periodo crítico que no todos salvan y en el que muchos naufragan. Para muchos el periodo más creativo de su vida estuvo en torno a los cinco años. De adultos seremos creativos si conservamos muchas de las pautas afectivas de la creatividad infantil y conseguimos pasar el periodo "crítico" de la creatividad (desde los 7 años aproximadamente hasta la adolescencia) con un balance positivo. En esto tienen gran responsabilidad el entorno familiar y educativo. En este periodo se conquista la adecuación, para que la creatividad no se diluya en extravagancia o excentricidad. En este periodo se aprenden pautas de pensamiento que facilitan o dificultan la creatividad. Y en este periodo se perfilan características de personalidad y estrategias para gestionar la propia vida emocional que podrán multiplicar la creatividad anterior o abolirla. La creatividad se auto-refuerza puesto que cuando somos creativos nuestra mente entra en un estado de fluidez psicológica, totalmente absorta y centrada en la actividad que realizamos, de tal forma que perdemos la  noción del paso del tiempo y hasta de nosotros mismos. Más tarde, cuando recordamos la experiencia la catalogamos como muy gratificante y placentera o lo que es lo mismo, un momento feliz. La creatividad es fuente de bienestar y felicidad y puede convertirse en un vehículo para el desarrollo personal y una vía de intervención para la prevención y promoción de  salud psicológica.

 

¿Qué puedo leer sobre creatividad?

 

Csikszentmihalyi, M. (1998).  Creatividad: El fluir y la psicología del descubrimiento y la invención. Barcelona. Paidós.

Garaigordobil L., M. (1995). Psicología para el desarrollo de la cooperación y de la creatividad. Bilbao. Desclée De Brouwer.

De la Torre, S. y Violant, V. (2006). Comprender y evaluar la creatividad. Vol 1 y 2. Málaga. Aljibe

Romo, M. (1997). Psicología de la creatividad. Barcelona. Paidós.

Sternberg, R.J. y Lubart, T.I.(1997) La Creatividad En Una Cultura Conformista. Un desafio a las masas. Barcelona. Paidós.

  

Próximos Congresos y Encuentros sobre Creatividad

     V Congreso Internacional de Creatividad e Innovación.

La ciudad de Cáceres, con motivo de la celebración del Año europeo de la Innovación y la Creatividad, acoge del 11 al 14 de noviembre de 2009 el 5º Congreso Internacional de Creatividad e Innovación bajo el lema "Ciudades Creativas en la Sociedad de la Imaginación.

Concebido como un espacio de reflexión y acción, con este evento las entidades organizadoras quieren contribuir a la exploración de las ciudades que aprenden y que afrontan el desafío que supone el desarrollo de Ciudades Creativas en la Sociedad de la Imaginación.
Organizan ASOCREA, IniciativaJoven, Ayuntamiento de Cáceres, entre otros.


 http://www.ciudadescreativascaceres.org/

http://www.asocrea.com
 

11th European Conference for Creativity and Innovation. Del 28 al 30 de Octubre de 2009. Bruselas. Bélgica.. Organiza: European Association for Creativity and Innovation. (EACI).

http://www.eaci.net

 

8th CREA Conference. Del 14 al 18 de Abril de 2010. Sestri Levante. Italia. Organiza: Creativity European Association (CREA).

 

 http://www.creaconference.org/

 

 

 ACA'S 2010 International Conference. Del 21 al 24 de Marzo  de 2010. Philadelphia (USA) Organiza: American Creativity Association (ACA).

 

http://www.amcreativityassoc.org/index1.htm

 

 

 InnoTown Innovation Conference 2010. Mayo-Junio 2010. Fecha exacta y ubicación por concretar. Organiza: InnoTown.

 

http://www.innotown.com/

 

 

Para saber más, discrepar, comentar y más...

Vicente.Alfonso@uv.es

 

 

 

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