El proyecto docente como herramienta de calidad en la docencia universitaria

Dra. María Carmen Fortes del Valle*

 

RESUMEN:

Este artículo muestra que el proyecto docente es la expresión de la intencionalidad y las expectativas del novel profesor universitario o del que, estando en ejercicio de la docencia se presenta a oposiciones para ascender a una nueva categoría. Es un trabajo reflexivo en el cual el profesor conociendo la asignatura y el contexto tiene que encontrar, las mejores estrategias para hacer que los alumnos accedan a esos contenidos de la forma más atractiva y científica posible. Podemos afirmar que es un proceso evolutivo porque el profesor que hace un buen proyecto docente está en presencia de un antes y un después.

 

SUMMARY:

This article shows that the teaching project is the expression of the intentionality and the expectations of the new university teacher or of that whom having taught for a long time, encounters oppositions to a new category. It is a reflexive work, in which the professor knowing the subject and its context, has to find the best strategies to make the students accept the contents in the most attractive and scientific way possible. We can consider this and evolutionary process, because the teacher who does a good educational project has the opportunity to experience a before and a after.

 

 

El Proyecto Docente es: un requisito normativo (véase el ANEXO 1) y es la resultante de plasmar sobre el papel toda la intencionalidad del futuro como docente.  Es el documento resultante de dar respuesta a interrogantes como: ¿cómo ve la materia?, ¿con qué metodología la va a abordar?, ¿cómo va a realizar la evaluación?.  En otros términos serían: ¿qué enseñar?, ¿dónde enseñar?, ¿a quién enseñar?, ¿cómo enseñar?, cuándo enseñar?, ¿qué, cómo y cuando evaluar?, ¿qué medidas específicas de atención a la diversidad se tomarán?, y algunas otras condiciones referidas al contexto tal que el profesor quiera indicar.

 

De alguna manera otra opción para plantear el Proyecto Docente es preguntarse: ¿qué quiero conseguir?, ¿cómo voy a intentar conseguirlo? y, ¿con qué dificultades me encuentro?.  Es un trabajo reflexivo, en el que el profesor universitario conociendo la materia como la conoce, y conociendo el contexto, tiene que encontrar las mejores estrategias para hacer que los alumnos accedan a esos contenidos de la forma más atractiva y científica posible.

 

Cuando nos preguntamos qué queremos conseguir nosotros, queremos aproximar a nuestros estudiantes a la categoría de expertos disciplinares en esa materia.  En su libro “La mente no escolarizada: ¿Cómo piensan los niños y cómo deberían enseñar las escuelas?” Gardner dice que hay fundamentalmente tres tipos de aprendices: el aprendiz intuitivo, que se corresponde con la forma en que acceden al conocimiento los niños más pequeños y las personas no expertas en un tema.

 

Estos aprendices utilizan un lenguaje informal y procedimientos informales, aunque las estrategias de enseñanza y de aprendizaje relacionadas con esta forma de acceder al conocimiento, pueden resultar muy amenas y clarificadoras, es evidente que no constituyen un objetivo deseable en un buen aprendizaje universitario, porque lo que debemos es pretender dotar a nuestros alumnos de lenguaje formal y procedimientos formales, sin embargo, muchos aprendices que dominan los procedimientos formales tienen un conocimiento poco contextualizado y no pueden ser llamados expertos disciplinares, y no lo son, porque no tienen la flexibilidad suficiente para pasar de un procedimiento a una situación más intuitiva y práctica, cuando esa es una de las habilidades que caracterizan al experto.

 

Recordemos que el experto en una materia es el que tiene muchos esquemas, muy ricos y sobre todo, posee una gran flexibilidad para adaptar sus esquemas a situaciones prácticas.  El  experto disciplinar que es el que domina una materia y la sabe aplicar. Si las cosas no se hacen de esa manera reflexiva, y buscando la mejor metodología tú puedes hacer que los estudiantes sean aprendices formales, que dominen los conocimientos formales, que los sepan reproducir en un examen pero no siempre eres capaz de hacerlos expertos disciplinares, que es aquel aprendiz que además de tener conocimientos los sabe aplicar, está interesado, está motivado y se convierte realmente en un experto.

 

COMPONENTES

 

Formalmente en un proyecto docente suele haber:

 

§         Una parte de fundamentos teóricos y metodológicos.

 

§         Un marco institucional y curricular en el que se va a llevar a cabo el proyecto docente.

 

§         Una parte del desarrollo de los temas de ese proyecto docente.

 

§         Hay otro gran capítulo que suelen ser fuentes documentales, fuentes documentales del área de conocimiento y fuentes documentales de ese proyecto docente y

 

§         Finalmente ahora se incluyen direcciones de internet y se habla de la bibliografía general, a veces se incluye algún anexo si se considera necesario.

 

En la primera parte se habla un poco del área del conocimiento en la que se inserta el Proyecto Docente, se hace una aproximación histórica a esa área del conocimiento, se plantean las principales posturas teóricas y luchas de paradigmas que han podido existir dentro del campo de conocimiento y se acaba presentando como está la situación actual, después hay otro apartado de metodología de investigación en el que se refleja cómo se investiga en esa área del conocimiento y eso constituiría la primera parte que se llama Fundamentos teóricos y metodológicos del proyecto, después suele haber un capítulo en el que se hace referencia al marco institucional y curricular, en el que se va a llevar a cabo el Proyecto Docente, se suele hablar un poco de la Universidad de Valencia, algunas referencias al contexto universitario o al centro donde se va a desarrollar el proyecto para ver un poco esa materia, cómo se debe relacionar con otras materias del plan de estudios del que forma parte.  Después hay una parte que sería la parte del desarrollo de los temas de ese Proyecto Docente y se suele hacer una estructura o bien en temas o bien en módulos y cada módulo agrupa a su vez distintos temas, por ejemplo, se puede hacer una estructura temática de 14 ó 15 temas uno al lado de otro o se pueden agrupar esos 14 ó 15 temas en cinco módulos: un módulo introductorio de la asignatura que incluiría dos o tres temas y otros módulos que agrupan temas afines.

 

Generalmente se hace un índice de los puntos que se trabajarán cuando se dé ese tema a los estudiantes, se incluye: una bibliografía de ese tema, se dan unas orientaciones para la evaluación en ese tema o unas actividades que deben desarrollar los estudiantes cuando están trabajando ese tema y previamente se han especificado los objetivos.

 

De cada tema o módulo se hacen los objetivos contenidos, desarrollados por los índices de los temas, bibliografía para trabajar esos temas, y orientaciones para la evaluación o actividades que deben desarrollar los estudiantes cuando trabajan ese tema, y luego hay otro gran capítulo que suelen ser fuentes documentales, fuentes documentales del área de conocimiento y fuentes documentales de ese proyecto docente, donde se puede recurrir para buscar información y entonces se suele hablar de fuentes documentales primarias, fuentes documentales secundarias, se comentan esas fuentes documentales y luego finalmente ahora se incluyen direcciones de internet y se habla de la bibliografía general de ese Proyecto Docente, porque en las primeras partes cuando hemos estado hablando de los fundamentos teóricos y metodológicos y del marco institucional y curricular se hacen algunas citas, y la fuente de todas esas citas que se han ido contemplando en la redacción se incluyen al final en la bibliografía y luego a veces se incluye algún anexo si se ha pasado algún cuestionario.

 

En los dos proyectos docentes que yo he hecho, una de las cosas que he introducido como innovación es, partiendo de un cuestionario realizado en el primer caso a profesores que ya estaban en ejercicio sobre la formación que ellos recibieron en la escuela de magisterio, elaboramos un cuestionario y se los pasamos a los profesores que ya estaban trabajando, teniendo en cuenta si llevaban menos de cinco años en la actividad profesional, entre 5 y 10 años, y sacamos unas conclusiones de cómo veían la formación que habían recibido en la escuela de magisterio y cuáles en esa materia Psicología del desarrollo infantil que era el objetivo del proyecto docente y cuáles eran los aspectos en los que se habían encontrado más preparados y cuáles eran los aspectos en los que habían encontrado más déficit.

 

Una de las innovaciones que se hicieron fue incluir algunos de los aspectos en los que habían encontrado déficit como complementos de los temarios para evitar que cuando salgan a la práctica se encuentren con ese déficit.  Por ejemplo, ellos decían que habían encontrado muy pocos recursos para ayudar a los niños con dificultades y entonces nosotros dentro de los temas insistimos mucho en la ayuda al niño que presenta dificultades, la detección de la dificultad y la ayuda por parte del maestro al niño que presenta dificultad.  Es decir, que cogimos el contexto analizamos cómo veían la formación y entonces en el proyecto dijimos:  señores, como los profesionales que están en la práctica consideran que salen poco preparados en estos aspectos, nosotros en nuestro proyecto vamos a trabajar esos aspectos porque ellos después, cuando están en la práctica, dicen que necesitarían más formación en ese sentido.  Eso es algo que no se suele hacer con mucha frecuencia y que lo hicimos.

 

En el otro proyecto también partí de un cuestionario y les pregunté a los estudiantes de magisterio qué conocimientos tenían ellos de los niños con excepcionalidades y entonces partiendo de lo que conocían, de lo que desconocían, también tomamos algunas decisiones curriculares, y otra cosa que se puede hacer, es un análisis bibliográfico de los materiales que hay en el mercado destinados a los estudiantes universitarios para ver un poco la calidad de esos materiales, el peso que otorgan a los distintos temas y a partir de ahí tomar decisiones curriculares.

 

En el segundo proyecto docente yo hice eso, cogí todos los materiales que habían en el mercado que me parecían adecuados para esos estudiantes de ese nivel e hice un estudio de cómo trabajaban los distintos temas, un estudio por peso, de número de páginas de dedicación que tenía cada uno de los aspectos y después de ese análisis cuantitativo di un poco el panorama general y viendo un poco lo que había en el mercado, entonces tomas decisiones curriculares.  Se puede introducir algún tipo de novedad en ese sentido.

 

METODOLOGIA Y PROYECTO DOCENTE

 

“Se puede enseñar cualquier cosa a cualquier edad si se encuentra la forma de enseñar”

Bruner.

 

En la mayoría de los casos los profesores están formados en contenidos y no en estrategias metodológicas, muchas veces esas estrategias metodológicas se quedan en un segundo plano, el profesor plasma los temas, incluye mucha bibliografía para que se vea cómo se va a documentar y qué contenidos va a transmitir y esa parte psicopedagógica se deja un poco de lado.

 

Muchas personas piensan que la metodología es un medio exclusivo del profesor para transmitir los conocimientos a los alumnos, pero, esta concepción supone un reduccionismo del término, porque la metodología es en sí misma un contenido de aprendizaje.  Nosotros aprendemos las cosas también según cómo nos las enseñan, el cómo se aprende, es tan importante como lo aprendido y ese cómo se aprende puede influir en que los contenidos se comprendan y se recuerden, porque claro, la lucha en la mejora de la calidad universitaria está no sólo en que el estudiante comprenda sino que recuerde y aplique.  Porque si lo aprende pero para exponerlo en un examen y cuando han pasado dos o tres meses o un cierto tiempo, ya se le ha olvidado, poco se ha logrado.

 

La metodología sí puede ser ese recurso que favorezca el que el alumno se acuerde de lo que aprendió porque le resultó motivante, porque le resultó atractivo, porque le gustó, entonces no es cualquier cosa; Mcluhan dice que “el medio también es el mensaje”, eso no se puede olvidar, porque expresa la forma en que concebimos la enseñanza y la relación que debe existir entre procesos y resultados, métodos y contenidos, medios y fines.

 

Para ser experto, la metodología es muy importante y esta se plasma en el Proyecto Docente, por eso no es una cosa secundaria, sino que es algo consustancial.  Ese trabajo reflexivo se debería incluir en el Proyecto Docente, no coger de manera formal lo que ha dicho Ausubel o lo que ha dicho este otro autor y plasmar allí una serie de cosas, sino utilizar esa teoría y decir: bueno utilizando estas concepciones metodológicas, cómo las voy a llevar al terreno de mi área del conocimiento y cómo voy a utilizarlas para dar más eficacia y mayor calidad a lo que hago con los estudiantes universitarios.

 

Quizás muchos profesores no lo hacen porque nadie los ha concientizado de la importancia de eso, no se valora como se debería valorar a la hora de una oposición (concurso docente, ascenso en el escalafón) a pesar de que el Proyecto Docente es importante, pero los tribunales a veces miran un poco los aspectos formales, que haya bibliografía, que el temario esté completo.  Se tienen en cuenta una serie de indicadores, y no cobra el peso que debería cobrar esa parte reflexiva, metodológica, que es muy importante y que de alguna manera puede ser un indicador de la calidad de ese futuro profesor universitario como docente.

 

EL PROYECTO DOCENTE COMO UN SUCESO EVOLUTIVO

 

La persona que hace un buen Proyecto Docente está ante un antes y un después.  Está ante lo que nosotros llamamos un suceso evolutivo, que son aquellos acontecimientos que te ocurren a lo largo de la vida, que pueden marcar un cambio.  Esos sucesos evolutivos pueden ser a nivel personal (casarse, divorciarse, tener un hijo, perder a alguien de la familia) porque hay un antes y un después de que haya sucedido eso, a nivel profesional (cambiar de trabajo, promocionar a algo).

 

Se diría que hacer un Proyecto Docente, si se hace bien, puede ser un suceso evolutivo, porque si tu estás un año enfrascada en hacer ese proyecto docente, cuando terminas, eso te ha obligado a recopilar una serie de materiales, a estudiar, a reflexionar y si lo haces bien realmente, tu calidad como profesional se ve modificada después de ese trabajo reflexivo, entonces si se enfoca bien, como evolutiva, yo diría que puede ser un suceso evolutivo dependiendo de cómo lo vive el sujeto.  Lo mismo que puede ser un suceso evolutivo cambiar de ciudad si te ha supuesto un antes y un después o no puede significar nada, no?, o cambiar de país.  Pero siempre ves un antes y un después, pues esos son sucesos evolutivos.

 

Creo que hacerlo no sólo por el hecho de pasar por una oposición, sino por todas las vivencias que lo enmarcan.  La elaboración de los proyectos enriquece porque te obligan a centrarte en la asignatura, a revisar los conocimientos y luego, sobre todo, a pensar la metodología y las estrategias con las que se van a abordar esos conocimientos con relación a un grupo de estudiantes en concreto, para un contexto en concreto, entonces eso no deja de ser enriquecedor si se hace bien.

 

PROYECTO DOCENTE E INNOVACIÓN

 

“Cuando un alumno no aprende es porque no ha encontrado el mediador que necesita”.

 

A una de las cosas a la que tiene miedo el profesor universitario cuando se enfrenta a una oposición es a innovar, porque innovar siempre implica un riesgo, uno está en una situación de evaluación, entonces alguien en algún momento, señaló los componentes del modelo y aunque no está escrito en ningún documento, pero si hay una concreción de lo que debe ser un proceso docente estándar, entonces, el profesor universitario tiene miedo de salirse de ese proyecto docente estándar, aunque podría aportar cosas mucho más innovadoras y enriquecedoras porque no sabe qué es lo que le va a parecer esta innovación a los que lo tienen que evaluar, y como no saben que es lo que les va a parecer la innovación, implica un riesgo.

 

Yo creo que muchas veces hay profesores universitarios que no se arriesgan a cambiar muchas cosas en el Proyecto Docente porque tienen miedo de que no guste y de que lo puedan atacar en ese sentido.  Cuando uno se encuentra en esa situación de ser evaluado para conseguir un puesto como docente universitario oficial, o sea pasar a ser funcionario.  Yo por ejemplo, que he hecho dos Proyectos Docentes uno para conseguir ser titular y otro para conseguir ser catedrática, fui mucho más formal en el Proyecto Docente para ser titular, porque claro no quería arriesgarme tanto, hubiera puesto muchas cosas que a mí me parecían interesantes, muchas reflexiones pero no quería arriesgarme tanto porque y si no gustaba, si al tribunal que debía calificarme no le gustaba, era un riesgo, por eso adoptas más una postura de plasmar objetivos, reflexiones pero sin inclinarte demasiado por una postura, que no se vea demasiado cuáles son los planteamientos que tienes detrás, claro de hecho que lo contemples todo.

 

Cuando tuve que hacer el de cátedra pensé: yo ya he demostrado que sé hacer un proyecto formal ahora voy a hacer un innovador, me apetecía ya me quedé con las ganas la vez anterior y dije: voy a hacer uno innovador, voy a plasmar todas las reflexiones y todas las cosas que a mí me parecen interesantes, además en una materia que era nueva en la Universidad de Valencia, una materia que era nueva para mi área de conocimiento, nosotros en psicología evolutiva siempre hemos estudiado el desarrollo normal y era un proyecto de cátedra del desarrollo excepcional, de niños con dificultades y aprovechando que el tema era novedoso para la Psicología Evolutiva pues yo hice un Proyecto mucho más original, pero yo creo que eso también está ahí porque luego cuando uno es muy innovador tiene la dificultad de que lo que es nuevo siempre es muy difícil de encajar y entonces a lo mejor viene un tribunal más clásico que está acostumbrado a proyectos más clásicos, y que no siempre a lo mejor valora la innovación como te gustaría.

 

CONTINUIDAD DEL PROYECTO DOCENTE

 

La verdad es que un Proyecto Docente nunca está acabado, si no que es algo que siempre se tiene que ir revisando, ya que en todo momento es posible mejorar la calidad de la enseñanza que se imparte.  Los alumnos y las alumnas cambian, el contexto también; la experiencia del profesor/a aumenta, a veces los recursos se incrementan, y todo ello obliga a ir introduciendo modificaciones y mejoras.

 

A nivel institucional, no existe nada en ese sentido, eso se deja a la motivación y a la profesionalidad de cada profesor; en realidad si a un profesor el Proyecto Docente que ha realizado le resulta útil y realmente ha puesto ahí bibliografía comentada, los libros que hay en el mercado que pueden servir como lectura complementaria a los estudiantes y que tú comentas y relacionas a los alumnos, les indicas la orientación, si realmente tú has sacado una opinión de un libro, a lo mejor previamente lo has leído y sacas unas conclusiones, luego lo puedes poner como lectura complementaria y te das cuenta de que quizás no coincide tanto tu opinión con lo que los estudiantes piensan y que hay otro libro que desde tu perspectiva como profesor era peor pero que luego a ellos les llega más, les ha gustado más, lo han visto más claro, en ese sentido tu vas modificando y al año siguiente ya recomiendas en primer lugar no el que tú habías puesto en primer lugar sino el que los estudiantes te han dicho que es mejor para ellos porque lo entienden mejor, porque les resulta más claro.

 

Toda esa revisión, todo ese trabajo que haces te sirve para dar más calidad a la docencia pero luego, ahí hay un proceso de interacción porque tu eso lo explicas a los alumnos, ellos leen, te devuelven información desde su punto de vista como estudiantes y entonces tu vas modificando cosas y vas añadiendo, porque salen nuevos materiales, salen nuevos artículos que puedes aprovechar y que pueden resultar interesantes, entonces el Proyecto Docente es un punto de partida para empezar a rodar con calidad en la docencia universitaria, pero tienes que ir evolucionando porque no puedes tratar en todos los cursos los mismos libros ni las mismas actividades, tu tienes que ir modificando las actividades, tienes que ir modificando los libros y tienes que ir valorando la efectividad y tienes que ir contrastando lo que tu piensas con lo que piensan ellos. Por eso es muy interesante cuando pides que hagan un comentario de un libro, que al final te pongan su opinión personal sobre cosas como: grado de dificultad, claridad de las ideas, si han encontrado aplicación de las ideas al mundo de la práctica, en lo que han leído y te vas dando cuenta de en qué medida coincide la percepción que tú tienes de ese material con la percepción que tienen los estudiantes y entonces vas modificando.  Si el proyecto docente lo has hecho de forma reflexiva y creativa te sirve como punto de partida y luego tu tienes que ir modificándolo.

 

Yo creo que un buen profesional va cambiando cosas cada año, pero eso es algo que en nuestra universidad se deja al criterio del profesor, si no quieres cambiar nada y quieres seguir siempre recomendando tal libro del año 80, pues esa es una decisión tuya, pero lo mejor sería que siguieras revisando otras cosas que salen en el mercado y si realmente tienen más calidad, pues cambias el libro del 80 por uno del 99 o del 2000, porque siempre recogerá cosas nuevas, y luego teniendo en cuenta que quizás hay áreas de conocimientos en las que la evolución sea más rápida por lo cual sea más interesante estar siempre mirando lo que es actual y quizás haya otras áreas en las que la evolución no sea tan rápida y realmente no pase nada porque se mantenga un libro más tiempo, depende un poco del campo en el que se trabaje, pero todas las áreas evolucionan y mirar una bibliografía actualizada yo creo que es importante, aunque siempre tengas algún libro o algún escrito que como referencia te guste y lo consideres siempre vigente, porque es un elemento que sirve como referencia para que luego los estudiantes entiendan el por qué, de lo que ha venido después, pero eso depende del área de conocimiento.  Siempre tienes que estar revisando pero eso se deja completamente a la libertad del profesor.

 

PROYECTO DOCENTE Y CONTROL DE LA CALIDAD

 

Eso sería incluir aquí un modelo de seguimiento de la calidad del profesor distinto al que tenemos, la verdad es que probablemente esto que ahora hacemos de manera informal que es ir modificando el proyecto docente que tu has ido elaborando, revisando, completando, mejorándolo con cosas, si tuviéramos que pasar por un requisito de evaluación pues probablemente lo haríamos de forma más sistemática y quizás eso obligaría a algunas personas que no lo revisan a que lo revisasen, porque tendrían que pasar por un control de calidad cada cierto tiempo.  Yo no sé hasta que punto eso podría ser positivo.  Creo que el desarrollo profesional del profesor se podría incentivar de manera externa por esos controles pero, creo que muchos profesores (no sé si será una mirada un poco utópica) entre los que me incluyo, intentamos hacer lo mejor posible por la satisfacción profesional de hacer las cosas bien, por ir evolucionando y de que se vea que estás al día, porque además hay un control que se ejerce diariamente que es que te tienes que poner en frente de los estudiantes, y los estudiantes diferencian lo que tiene calidad de lo que no tiene calidad, puede pasar un poco desapercibido al principio o para un estudiante de primero, pero puede llegar un momento en que los estudiantes, incluso de primero, son adultos y se dan cuenta de lo que tiene calidad y de lo que no la tiene y van viendo cuando una persona da un conocimiento actualizado, recomienda libros actualizados y tarde o temprano el estudiante lo ve y lo valora.

 

Ese control está ahí, para el profesional que quiere hacer las cosas bien, simplemente el tener que ponerse delante de los estudiantes ya es un aliciente para preparar y organizar las clases, intentar estar al día por dar una imagen de calidad, que a lo mejor... sería conveniente que tuviéramos ese criterio, podría ser que quizá sea conveniente, lo que ocurre es que a veces hay personas que son muy valiosas y cuando se ponen controles externos lo que hacen es angustiarse más, rinden lo mismo pero se angustian y hay personas que no son profesionalmente tan valiosas y cuando se les ponen controles externos lo que hacen es buscar las argucias y las estrategias para salir airosas, esquivar el control, son muy hábiles para eso y sin embargo no mejoran la calidad.  Tenemos un control de firmas de las tutorías (consulta a estudiantes) uno puede ir y firmar y luego irse y no estar en el despacho y poner una excusa.

 

Los controles externos son necesarios, pero no son el todo, hay una parte de motivación interna de la persona que es muy importante, en el momento lo que haría la universidad española es motivar más a que el Proyecto inicial que se hace para acceder al puesto de trabajo o a esa nueva categoría profesional fuese interesante y tuviera calidad, porque creo que la persona que hace un trabajo con esas características de alguna manera se motiva a seguir trabajando con esa línea y en ese sentido creo que lo que habría que hacer, bueno se hacen cursos para formar en distintos modelos de proyectos docentes, a veces la universidad organiza algunos cursos del SERVEI para dar ideas y sugerencias para plantear y organizar la metodología de las clases, cómo hacer el proyecto docente los he visto ofertados y de alguna manera quizás se buscaría un sistema para seleccionar buenos proyectos docentes, publicar algunos, darlos a conocer, como un sistema de motivación.

 

En principio estaría más por un sistema de motivación, de motivación hacia una buena realización del proyecto docente y a una visión a que es algo intrínseco a la actividad del docente universitario, que no se debe abandonar y que uno siempre debe estar trabajando en esa línea.  Introducir un sistema más de evaluación, pues bien, lo que pasa es que ya estamos bastante presionados y tenemos esos indicadores y aunque no perdemos la categoría profesional, pero realmente si no supera la evaluación de los estudiantes durante los cinco cursos no te dan el complemento docente de la misma manera que si no publicas bastante y no haces buena investigación no tenemos el complemento investigador, pero hay compañeros que no han tenido una evaluación satisfactoria durante cinco años y entonces les deniegan el complemento docente.  Es un complemento docente cada cinco años y el sexenio o complemento de investigación que se solicita cuando consideras que reúnes los requisitos y que has publicado y trabajado bastante, pues puedes solicitarlo y no siempre se concede.

 

PROYECTO DOCENTE Y RECONOCIMIENTO

 

La verdad es que uno tiene que tener una motivación interna muy fuerte para trabajar con calidad en la docencia, sabiendo que la única satisfacción que tienes es el reconocimiento de los alumnos, porque la institución como tal no lo reconoce, no tiene un mecanismo para valorar esa calidad adecuadamente y reconocerlo.  Uno lo hace simplemente por la satisfacción que produce el que los estudiantes aprenden, el que les guste la materia, a veces hay estudiantes que te reconocen, te dicen “yo te tuve de profesora en magisterio y luego estudié Psicología porque me motivaste mucho para saber más cosas de Psicología” o hay estudiantes de Psicología que te dicen “mira, yo quiero trabajar contigo porque me gusta mucho como das las clases, he aprendido mucho, ha habido muchos conceptos que hasta que tú me los has explicado, no los había visto nunca con esa claridad”.

 

Ese tipo de reconocimiento personal que de alguna manera te va llegando, a veces te llega cuando ha pasado cierto tiempo, a veces el estudiante cuando lo tienes en clase no se atreve a decírtelo no sea que pienses que es un intento de congraciarte y no dice nada, pero luego cuando ya ha aprobado la asignatura y que ya tú lo has calificado y que eso no va a influir y que tú lo vas a ver como una expresión sincera, viene y te lo dice: “me han gustado mucho las clases, lo he pasado bien, he aprendido muchas cosas, tal...”, y entonces vas teniendo esa satisfacción y sólo eso.  Alguien diría que para eso te pagan, pero es que la investigación también está dentro de las funciones y te la reconocen, te da estatus.  Los indicadores de la universidad son el publicar, asistir a congresos, todo lo relacionado con la actividad investigativa.

 

Para estar al día en la docencia y para dar esos niveles de calidad se requiere leer mucho, dedicar tiempo a la reflexión, no sólo a escribir, organizar los materiales, porque una persona puede tener los conocimientos, pero una cosa es tener los conocimientos y otra cosa es que los estudiantes aprendan esos conocimientos, con qué estrategias voy a conseguirlo, eso implica ir revisando la metodología, cambiar muchas veces la estructura de la clase, hacer nuevas transparencias para nuevas exposiciones, planificar actividades para que ellos las hagan y que a través de la realización de esas actividades lleguen a los objetivos que tu habías propuesto, y todo eso es una inversión de tiempo que desde luego no consiste en llegar corriendo y con cuatro ideas anotadas en un folio, dar una clase, o llegar y leer viejos apuntes; implica una clase con otras metodologías, una inversión de tiempo y esfuerzo que al final al estudiante le gusta porque ha habido un tratamiento metodológico, adecuado e interesante, eso requiere una inversión de tiempo y por eso sólo tienes la gratificación personal de los alumnos, no tienes otra cosa, no hay otros mecanismos.  No sé si lo que tiene la UIS con la tenencia al hacerlo bien a lo mejor sí que podría servir para motivar, pero es que yo a veces estoy desengañada de los mecanismos de control externos, porque veo que luego personas que no son demasiado eficaces profesionalmente desarrollan una habilidad increíble para saltarse esos mecanismos de control externo y salir airosas cuando no se lo merecen.

 

PROYECTO DOCENTE Y FORMACIÓN INICIAL

 

No es fácil motivar a la gente, no sabría como hacerlo, algunas veces he pensado que cuando uno hace las cosas bien y tiene éxito, luego ya le cuesta mucho ir hacia atrás.  Creo que si a algunos profesores les diéramos mecanismos o les ayudáramos en un momento puntual entrarían en un camino sin retorno.  Con algunos compañeros lo he hecho, les he dicho: mira antes de explicar el tema ponles 10 minutos de este vídeo y luego diles no sé qué, pregúntales no sé qué y diles no sé, cuanto y después puedes hacer esto y después puedes hacer lo otro, bueno, cuando ellos lo han hecho, y a lo mejor yo les he dado orientaciones de mi metodología a compañeros que empezaban, y han visto la motivación que conseguían en los alumnos, cómo quedan las ideas más claras y luego ya van buscando ellos esas estrategias y llega un momento que pasado el tiempo ellos me aportan alguna idea a mí, porque han entrado en un proceso de creatividad e innovación.

 

Es muy importante formar al profesorado inicialmente, al profesorado que empieza no se le puede dejar solo, todos los compañeros que he tenido que los he formado inicialmente, que han mostrado resistencia y les digo hazlo como dices y en el próximo curso lo haces como te digo, cuando han cambiado y han visto que obtienen mejores resultados con poco esfuerzo y que los alumnos lo ven con claridad se siente recompensado y motivado a seguir.  Por ejemplo, si vas a hablar de dificultades de lenguaje en los niños tu puedes estar explicando qué es una dislalia, que es una disfasia, que es una disfemia, pero si pones imágenes de niños con estas dificultades en el lenguaje oral y dices: veis este niño tiene una disfemia, que se llama también tartamudez y paras la imagen y adelantas y lo ven, eso no se les olvidan y luego cuando llega el momento del examen lo saben poner bien, y este tiene una dislalia y esta dislalia es de este tipo y paras la imagen y lo ven.  Luego los profesores ya no saben explicarlo sin el vídeo, cuando les das ideas ellos se dan cuenta de que eso es eficaz y lo usan.

 

Un caso para demostrarlo es el de un compañero con el que daba una asignatura que tiene un temario muy heterogéneo porque hablamos de todos los niños con retrasos mentales, niños superdotados, todas las excepcionalidades infantiles, entonces es un temario muy complejo para los estudiantes; antes de Navidad hacíamos un parcial, normalmente las asignaturas cuatrimestrales tienen un solo examen al final pero al ser un temario tan heterogéneo un sábado de diciembre hacíamos un parcial y así ellos veían cómo les iba en el contenido y si estaban profundizando bastante, pues hacíamos ese parcial y a los estudiantes les va muy bien porque luego los que no les ha ido bien pueden repetir el examen cuando se hace el de toda la materia en el examen final, tienen como una oportunidad añadida y entonces suspenden muchos menos alumnos la materia y así los que van bien se motivan a dar el último empujón y los que van mal se dan cuenta, rectifican y aún están a tiempo.  El año que yo tuve que preparar la oposición, como me tenía que examinar a finales de noviembre o primeros de diciembre yo le dije a mi compañero: “mira, si te parece este año no hacemos el parcial, lo hacemos todo al final porque a lo mejor con el examen de cátedra yo no sé cómo me va a ir”, yo tenía mis dudas y él me dijo: “no, no, lo hacemos María Carmen, aunque trabajemos más, es que el rendimiento es mucho mejor, lo hacemos, tú no te preocupes que si lo necesitas yo te ayudaré”, él al principio era reacio “¿por qué tenemos que hacer un parcial?” y yo decía:”yo lo hago porque a mí me va muy bien, luego los alumnos se motivan más, es el primer examen”, los dos primeros años lo empujé a hacerlo y hubo un año que yo tenía mucho trabajo y dudaba en hacerlo y me empujó él a mí, o sea que una de las claves está en formar inicialmente, porque el que se acostumbra a tener calidad, a dar las cosas con una metodología, a ir probando, y se acostumbra a una forma de trabajar, luego es más fácil que siga y que no quiera perder lo que ha conseguido, porque uno se da cuenta cuando las cosas le va bien.  Lo que se debe hacer es cuidar más al profesorado que empieza, orientarle más, buscar a otros profesores que puedan hacer un poco de motivadores de esos profesores que empiezan, una especie de tutores, eso es un elemento importante.

 

PROYECTO DOCENTE Y EL TIEMPO DE LA ESCUELA

 

A Teresa Verganza, una cantante  de ópera muy conocida en España, una vez le hicieron una entrevista y le dijeron: “usted que ha llevado una vida profesional tan intensa ¿cómo ha podido compaginarlo con la vida familiar?” Y ella dijo: “a veces quitándole tiempo a la familia para dedicárselo al trabajo y otras veces quitándole un poco de tiempo al trabajo para dedicárselo a la familia”, yo creo que indudablemente uno no puede llevarlo todo siempre con los mismos niveles de calidad, entonces hay momentos en que dejas otras cosas para dedicarte a la docencia, por ejemplo, cuando va a iniciar el curso, personalmente yo me dedico más a hacer el programa, a seleccionar los libros con los que voy a trabajar, la metodología, organizar los materiales y dejo otras cosas para dedicarme a eso porque creo que el comienzo de una asignatura, al igual que el comienzo de una vida profesional, son muy importantes, hay que dar buena imagen al principio ante los estudiantes, las primeras clases son especialmente importantes, porque creas una especie de ritos, se crean unas expectativas y se crean unos ritos, el alumno ya se acostumbra a que la dinámica de esa clase es esa.  Si se le da esto lo tiene que leer porque tiene que traerlo leído  en la clase siguiente y además ve cómo se refuerza un poco la dinámica de la clase en la que él puede participar porque lo ha leído, y entonces creas una serie de ritos metodológicos, el alumno se acostumbra a esos ritos, por lo tanto la presentación del programa y el primer mes de una materia son especialmente importantes, el cómo se empieza la materia y luego el final, cómo se acaba, cómo se repasa, cómo se prepara el examen final de esa asignatura que responda de verdad a los objetivos que se han trabajado y a cómo se ha trabajado.  Entonces al principio dejas otras cosas para poner en marcha el curso, cuando ya tienes la materia puesta en marcha, cuando ya llevas un proceso de rutina, en el mejor sentido de la palabra, ya le puedes dedicar tiempo a otras cosas, porque ya tienes la materia montada, organizada y ya has creado una dinámica de trabajo en los estudiantes.  Así vas compaginando, muchas veces le quitas tiempo a la docencia para ayudar a los alumnos que están investigando y trabajando contigo y te dedicas un poco menos a los cursos, porque ya hay unos procesos que tienes en marcha, otras veces paras a los que están investigando porque te tienes que dedicar a otro tipo de actividad universitaria como son reuniones, actividades de gestión, en fin, que en cada momento pues vas quitando de aquí, poniendo de allá y vas haciendo lo que puedas, aunque no es fácil.

 

A veces tienes muchos sentimientos de frustración y sobre todo la convergencia de ciertas fechas como empezar y acabar el curso, porque a veces has mandado muchos trabajos o materiales que los alumnos te han entregado y se merecen una corrección detallada y entonces como los grupos que tenemos son tan numerosos (150 alumnos) se requiere mucho tiempo y es muy absorbente, también al final si lo haces bien tarde o temprano se dan cuenta porque vienen a recogerlo, a revisar algo y se dan cuenta que sí está bien corregido, que están organizados, que están enumerados, si lo encuentras enseguida, ellos se dan cuenta y esta es la información que va corriendo de unos a otros.  Desde luego no es fácil pero el que lo intenta va utilizando esas estrategias, dedicarse más intensamente según el momento del curso a unas cosas o a otras.  Pero para ser un buen profesor o para tener calidad en la docencia desde luego hay que cuidar mucho el comienzo.

 

Con los rituales iniciales los alumnos se involucran en un proceso metodológico, saben que si hay tres clases a la semana la primera es de presentación, y que la última siempre es más participativa, en la que se hacen actividades, conocen el esquema y también organizan su tiempo, también pueden organizar sus actividades de aprendizaje.

 

PROYECTO DOCENTE Y CALIDAD DE VIDA

 

La calidad de vida del docente universitario no es muy buena si pensamos que es altamente estresante, competitiva.  Es una lástima eso, si que sería motivo de hacer un estudio en profundidad porque si uno realmente hace lo que le gusta de alguna forma es como si jugara. Secadas decía que “cuando una persona hace un trabajo como si fuera un juego, consigue los mayores niveles de eficacia con el menor esfuerzo”, yo creo que si a uno le gusta lo que está haciendo y aunque tengas que quedarte hasta las tres de la mañana o hasta la hora que sea, bueno si las fuerzas te lo permiten, leyendo o lo que sea del trabajo, si realmente te gusta es como si jugaras, porque cuando uno hace lo que le gusta realmente debe disfrutar como disfrutan los niños cuando están jugando; no digo que siempre estemos muy contentos, pero de alguna manera si te gusta lo que estás haciendo la calidad de tu vida debería verse favorecida, disfrutar de una actividad que es un actividad intelectual, que es una actividad interesante.

 

Aquí se produce un efecto de modelado, parece que tiene más cuerpo científico una persona que va seria, que está amargada, que gruñe, que una persona que está más contenta y eso es una versión distinta de lo que es ser optimista.  Hay un libro del 99 de unos profesores de la universidad de Madrid, María Dolores Avía y Carmelo Vázquez, que se llama “Optimismo Inteligente” y habla un poco de las actitudes ante la vida y dice que algunas personas no quieren ser optimistas porque el optimista está considerado como una persona ilusa, que está contenta por todo sin tener motivos.  Pero ellos dicen que hay un optimista inteligente que es el que está contento, que es el que disfruta con lo que hace y no es porque le parezca fácil, sino porque para un optimista inteligente lo importante es el camino, más que llegar a la meta, el ir haciendo cosas, el superarse a sí mismo, el superar dificultades, entonces eso es ser un optimista inteligente y el ser optimista o estar alegre ha tenido mala prensa en la élite cultural y no tiene por qué tenerlo.  Citan en este libro a Sabater que dice “no quiere ser optimista para no llevarse desilusiones”, le dicen que se equivoca porque él no es pesimista, en todo caso es un pesimista defensivo, pero no es un verdadero pesimista, además se contradice a sí mismo porque en otro libro El valor de educar, dice que un educador no puede ser pesimista porque para educar necesariamente se tiene que ser optimista, pensar que vas a poder cambiar algo, si piensas que no vas a poder cambiar nada, no puedes ser un buen educador.

 

Los modelos sociales se copian a los niños cuyos padres están siempre sonrientes y son más amables y suelen ser niños más amables, los niños cuyos padres están siempre disgustados, amargados, pues son más serios... El clima social de la universidad debería ser más positivo ya si tenemos mucho trabajo, pero como nos gusta es un trabajo bonito y es un trabajo que yo no cambiaría por muchos otros que hay en la sociedad, es que a veces nos quejamos de lo que tenemos y no lo valoramos porque no lo comparamos con el contexto, tenemos que trabajar mucha horas pero es enriquecedor y nos aporta, otros sólo desgastan.

 

Una cosa es lo que se defiende a nivel teórico y otra cosa es la que se ve en la práctica, hay mucha insolidaridad, mucha falta de compañerismo en muchas ocasiones, desgraciadamente lo que prima es eso, pero bueno, también hay excepciones y puedes encontrar algunos buenos compañeros.  Los estudiantes te devuelven lo que les das, yo creo que si tú les das calidad, organización, trabajo, cordialidad, respeto y haces atractivo lo que les planteas, ellos te devuelven lo que les das, algunas veces se quejarán porque si exiges, ellos dirán “pero es que tenemos que hacer todo esto y para tan pocos créditos”, pero se puede negociar un poco y ceder un paso atrás y se les dice “bueno, el que no quiera no lo haga, pero lo haga se lo tendré en cuenta en la nota” y de 100 lo hacen 97.

 

En mis 10 años en la universidad no he tenido problemas con los estudiantes, algunas veces me ha tocado negociar y ceder en la exigencia pero no grandes conflictos, aunque reconozco que los estudiantes trabajan mucho pero a ellos no les importa porque les gusta, es encontrar el camino.  Los estudiantes son personas en formación, tú no estás al mismo nivel que ellos ni ellos están al mismo nivel que tú, hay una diferencia y si el profesor es un poco hábil, esa diferencia la puede utilizar para reconducirlos, hablar con ellos, negociar y construir una buena relación.

 

Otra cosa es la relación con los compañeros del departamento y de otros departamentos, ahí tendríamos mucho que aprender porque somos muy intransigentes, cada uno se quiere salir con la suya, si no se sale con la suya en muchas ocasiones se montan unas complicaciones increíbles, y yo creo que muchas de esas cosas nos las podíamos evitar, siendo como tú dices, que somos personas inteligentes, lo que pasa es que a veces no tenemos inteligencia emocional, somos inteligentes conceptualmente, pero no tenemos inteligencia intrapersonal–interpersonal.  Gardner dice que hay siete inteligencias, la inteligencia lógico-matemática, musical, la cinético-corporal, la lingüística, la espacial, la intrapersonal, la interpersonal, y claro, quizá no tengamos suficiente inteligencia intrapersonal e interpersonal.  Un buen docente universitario tiene que tener mucha inteligencia intrapersonal e interpersonal, además de inteligencia lingüística para exponer las ideas y de lógico–matemática.

 

En las relaciones nuestras con los compañeros nos falta inteligencia intrapersonal e interpersonal, a veces no medimos bastante nuestras propias posibilidades y no nos analizamos bastante, no comprendemos a los demás y eso sí que es fuente de conflicto, aunque quizá, el conflicto que se resuelve dialogando eso sí que es signo de madurez de una sociedad. Hay toda una corriente dentro de la Psicología que dice que el ser humano evoluciona, no a pesar de los problemas sino gracias a los problemas, libros tan famosos como el de Smith, “Cuando digo no me siento culpable”, el dice que evolucionamos no a pesar de los problemas sino gracias a los problemas que los problemas nos ayudan a madurar y que los conflictos bien llevados nos ayudan a desarrollarnos.

 

 

 

ANEXO 1

 

 

 

 

 



* Universidad de Valencia