Adán y Eva se conocen en un flechazo de película. Un amor eterno, pero la eternidad puede llegar a resultar demasiado larga. Tras cuatro años de matrimonio la pasión se ha enfriado y la vida en común empieza a resultar aburrida. En medio de todo esto Adán se lía con una niñera de diecisiete años durante un viaje de Eva. Durante una navidades Eva descubre el engaño y decide dejarle. Es entonces cuando Adán se da cuenta de que realmente la quiere. Pero quizá sea demasiado tarde para lamentarlo...
Adán y Eva es una comedia muy divertida con todo el peso de una buena película. Esa combinación es precisamente la que le otorga alas para volar hacia donde quiera. Y lo hace, se adentra en el matrimonio, la infidelidad y las cosas que pasan hacia los treinta años tan difíciles de explicar como la rutina en la vida de pareja; el peligroso acercamiento a la familia asentada con Volvo, hipoteca, plan de pensiones, seguro de vida, niños; el echar barriga y el intento de esconder las primeras arrugas serias. La caída en la cuenta de que uno ya no tiene veinte años. Todo eso en clave de comedia bajo el curioso prisma de la mirada de Adán una representación del hombre al que los directores de la película le han puesto la cara de un pobre hombre, débil, pero de buen corazón interpretado por un Björn Kjellman en estado de gracia.
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