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El objetivo central del presente estudio consiste
en un análisis ético-metafísico del concepto
de libertad propuesto por Søren
Kierkegaard. A lo largo del trabajo se defiende la hipótesis
de un Yo que es para S. Kierkegaard posibilidad necesaria de
poder autoconsciente, dialéctico, intensivo y relacional,
y con tal fin se procede a una lectura metafísica de la
obra kierkegaardiana, especialmente concentrada en el Diario.
La disertación se articula en cuatro capítulos,
precedidos por una breve introducción histórica.
El primer capítulo intenta mostrar el pensamiento de Kierkegaard
en la especificidad de su perspectiva subjetiva, opuesta -al
menos en una primera aproximación- al hegelianismo y predispuesta
por naturaleza a la comunicación indirecta. El segundo
capítulo se centra en la posibilidad de la libertad como
proyección ideal de un poder absoluto. La posibilidad
infinita de poder es el constitutivo esencial del espíritu
humano, y con ella comienza un devenir siempre abierto, paradójicamente
actuado en lo necesario. El tercer capítulo narra la historia
de ese instante, en el que la posibilidad del poder libre despertó
por su caída. Si donde esta el pecado está la reconciliación,
la historia del instante de la separación es igualmente
una historia de superación, contituida por la intensificación
de un tiempo nacido de lo eterno y de una infinitud fecundada
en lo infinito. El último capítulo se propone explicar
la fuerza expansiva de la libertada, realizada en el amor que
procede de lo Alto y se irradia hacia el prójimo. La paradoja
del amor, superadora de toda diferencia, sostiene la diferencia
de la unión con el Otro y con los otros. Como vínculo
de perfección y fuente de toda unidad, el amor resuelve
una dialéctica que ha buscado su rostro detrás
de toda negación y reconoce en él al Uno de toda
alteridad.
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