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Elina pertenece a la minoria finlandesa del norte
de Suecia. Su padre, a quien ella tanto quería, murió
de tuberculosis hace algunos años. Fuera en el terreno
pantanoso, apenas detrás de su casa, Elina cree que ella
puede todavía hablar con su papá. Elina es una
muchacha solitaria. Elina ha estado enferma durante mucho tiempo
y se ve obligada a repetir un curso entero en la escuela. Su
profesora, la señora Holm, cree que su nueva alumna es
descuidada y negligente y decide convertirla en una colegiala
aseada y ordenada. Esto exige el hablar el sueco perfecto, sin
usar expresiones finlandesas y, sobre todo, respetar a sus superiores
especialmente a su profesora. La tímida Elina, orgullosa
y ofendida por la poca disposición a entender su situación,
se rebela contra la manera que la profesora le trata. Nadie parece
ser capaz de mediar entre estos dos contendientes tan testarudos.
Repetidas veces, Elina vaga por el campo pantanoso para comunicarse
con su padre hasta que un día se hunde tan profundamente
en la tierra que amenaza con engullirla. En ese momento, se da
cuenta que no está sola, que es amada y necesitada. Cuando
vuelve Elina a la escuela la mañana siguiente todo es
absolutamente diferente. Incluso su profesora siente que su alumna
no se dejará intimidar por más tiempo. |