FANNY Y ALEXANDER (1982)

de Ingmar Bergman


Fanny y Alexander es la historia de una gran familia en una pequeña ciudad sueca a comienzos de siglo. Los personajes principales son dos niños, Fanny y Alexander, su madre y su abuela paterna. Muchos eventos ocurren a lo largo de un año, algunos dolores y unos cuantos terrores. Pero el tono general es ligero.

En cierto sentido Fanny y Alexander tiene carácter de testamento, incluso en el caso de que Ingmar Bergman siguiera haciendo cine: en el sentido de que recopila brillante y amorosamente los temas, los personajes, los estilos, las preocupaciones, la fuerza estética que han acompañado a su cine desde 1945 hasta hoy. Sin ser un conglomerado de citas explícitas, es fácil y apasionante descubrir los hilos de las obras que conocemos, que retornan irónica, seria o juguetonamente en esta espléndida película. Al mismo tiempo, la serena manifestación de madurez de un artista que ha marcado al cine en su segundo medio siglo de existencia, sin dejar a nadie indiferente, es una celebración gozosa. Es, además, una obra que vive no sólo de la inquietud ideológica sino de su propio lenguaje: Fanny y Alexander es un homenaje al cine, al teatro, a la magia, a la ilusión y a la imaginación, a todas las cosas a las cuales Bergman ha dedicado su existencia.

La primera parte es una especie de comedia llena de ironía, admirable en las composiciones, en la calidez de la luz, en el tono de los decorados, en las ágiles actuaciones. Pero muy pronto entra en acción el Bergman oscuro. Emilie y sus dos niños abandonan el ambiente luminoso y tierno de la casa Ekdahl y se van a vivir en el mundo gótico, estricto, contrastado en luces, de la casa del obispo Vergerus. La película se convierte en un duelo entre el oscurantismo y la iluminación, un tema bergmaniano desde siempre. Las escenas en la casa del obispo evocan la obra de Dickens, la situación de la niñez humillada. Pero para Bergman, niño y artista son equivalentes. El mundo del arte no tiene cabida en el círculo de intolerancia, traición y humillación que están encarnados en la residencia episcopal.


© Luis Alberto Álvarez (texto)

 Fanny y Alexander (1982)

(Fanny och Alexander)

Dirección y Guión de Ingmar Bergman

Fotografía: Sven Nykvist

Música: Daniell Bell, con temas de Schumann, Britten y Chopin

Montaje: Sylvia Ingemarsson

Dirección artística: Anna Asp

Productor: Jörn Donner

Producción: Svenska Filminstitutet, Sveriges TV1, Personafilm, Gaumont

Intérpretes:

Pernilla Allwin (Fanny Ekdahl);Bertil Guve (Alexander Ekdahl); Börje Ahlstedt (Carl Ekdahl); Harrriet Andersson (Justina); Mats Bergman (Aron); Gunnar Björnstrand (Filip Landahl); Allan Edwall (Oskar Ekdahl); Stina Ekbald (Ismael); Ewa Fröling (Emilie Ekdahl): Erland Josephson (Isak Jacobi); Jarl Kulle (Gustav Adolf Ekdahl); Sonya Hedenbratt (Emma); Mona Malm (Alma Ekdahl); Jan Malmsjö (Obispo Edvard Vergerus); Christina Schollin (Lydia Ekdahl); Gunn Wallgren (Helena Ekdahl)