Hawai, Oslo entrelaza con mucha sutileza cinco historias de amor, cinco destinos que tendrán cada uno una incidencia sobre el otro. Si la acción se sitúa enteramente en Oslo, es a Hawai donde están todos los sueños. Pero hay Hawai, Oslo y Hawai, Hawai. El primero es un bar en el corazón de Oslo, donde Leon (interpretado por John Gunnar), compartido entre esperanza y angustia, debe encontrar su amor de infancia el día de sus veinticinco años. El segundo es la isla paradisíaca donde el hermano de Leon, Trygve (Aksel Hennie), pretende vivir y espera llegar huyendo de su célula de prisión el día del cumpleaños de Leon. Pero Vidar (Trond Espen Seim), el enfermero y ángel guardián encargado de Leon, ha visto este día convertirse en una pesadilla en uno de sus sueños premonitorios...
Una tía nos enviaba regularmente tarjetas postales
exóticas y coloreadas de sus vacaciones a Hawai, se
acuerda Erik Poppe, también productor de la película
junto a Finn Gjerdrum y Torleif Hauge a través de su sociedad
Paradox Produksjon S.A. La isla de Hawai puede parecer idílica
pero posee también lugares horribles. En la película,
Hawai expresa los sueños e ilusiones que todos tenemos
en nosotros. Y son nuestros sueños que nos dan la fuerza
y la ambición en nuestra vida. Quería hacer una
película llena de esperanza y amor.