Hugo Simberg

(1873-1917)

 

Hugo Simberg se crió y educó en Viipuri, una secular plaza fuerte de la frontera oriental, cuyo ambiente internacional tuvo un efecto enriquecedor en la sociedad y la cultura finlandesas hasta que Finlandia se vio obligada a renunciar a ella a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Hugo Simberg comenzó también sus estudios de arte en Viipuri, continuándolos en Helsinki en 1893. No obstante, la formación impartida en el Ateneum, el naturalismo académico, demostró ser una gran decepción, por lo que el joven Simberg sintió que estaba perdiendo su propio interés personal. Creía que la aspiración a una pura excelencia técnica, conduciría al marchitamiento del alma. El artista añoraba la soledad y la paz.

Vista desde Pitkäpaasi (1900)

En el verano de 1895, Hugo Simberg pasó a ser alumno privado de Aksel Gallen-Kallela en Ruovesi, en la provincia septentrional de Häme, zona donde el paisaje y la gente eran considerados como genuinamente finlandeses. Simberg, el futuro pionero de las artes gráficas de Finlandia, aprendió la pintura al temple y diversas técnicas gráficas de Gallen, al que admiraba muchísimo. La versión distintiva del simbolismo hecha por Simberg, surgida puramente del mundo de su propia imaginación, y descrita como torpe y ligeramente de aficionado, cobró forma en los años que pasó en Ruovesi, aunque también estuvo influida por sus viajes a Londres, París y Berlín en 1896 y 1897.

Muchacha pelando patatas (1901)

En sus acuarelas y aguafuertes en pequeña escala, Hugo Simberg se ocupó de las grandes cuestiones existenciales que preocupaban a los simbolistas: la relación entre el ser humano y la naturaleza, las profundidades internas del ser humano y, sobre todo, la presencia continua de la muerte. Sus esfuerzos distintivos por responder a esas cuestiones desconcertaron a sus contemporáneos. En la primavera de 1904, Hugo Simberg recibió el prestigioso premio estatal de pintura figurativa por su cuadro El ángel herido que había concluido el año anterior. Fue una señal de que sus dotes artísticas habían sido finalmente comprendidas.

 Anciana (1898)

 Viipuri (1899)

  Ángel herido (1903)

 Maria Halgestam (1904)

 Fahle Basilier (1904)

 Autorretrato (1914)

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