Un joven de 25 años está obsesionado con los juegos de Nintendo lo cual irrita de gran manera a su novia Lina (Malin Larsson). Cuando entra para participar en el campeonato mundial de Los Angeles ellos hacen una apuesta. Si él gana, ella no volverá a quejarse más, pero si pierde.. él no volverá a jugar nunca. Pero hay además un gran problema. La competición empieza un día después de la Pascua judía, el acontecimiento más importante de su familia: la de sus abuelos (Bojan Westin y Jan Malmsjö), sus padres (Eva Dahlman y Kjell Bergqvist ) y su hermana Eva (Rebecka Englund).
Jonathan Metger, su director, nació en 1978 y es escritor y también director de teatro. La vida en ocho pedazos (Livet i 8 bitar) es su primer largometraje.