Lime (2001) es
una película sobre el hecho de convertirse en adultos cuando
menos uno se lo espera. Tanya (Rita Kvist)
tiene casi 16 años y está enfadada. Está
enamorada de Henrik y es infeliz. Su madre (Anneke
von der Lippe) ha decidido que tienen que trasladarse de lugar
el mismo día que Tanya consigue trabajo como bateria en
la banda de música de Henry. No es muy divertido tener
que dejar atrás aquello que te importa. Ni tampoco lo es
que su madre vaya cambiando de novios. Y quien no comprende que
el sentarse en una barra de café con los amigos es infinitamente
mejor que estar en el campo. De hecho no es nada bueno tener 16
años y verse forzado a tener que abandonar las cosas que
más te importan en la vida: amor, amigos y música.
A menos que puedas encontrar una manera de salirte con la tuya.
Pero para eso necesitas valor. Y dinero. Tanya consigue estar
menos enfadada el día que Lisbeth le invita a dar un paseo.
Lisbeth se pasa siempre de un lado a otro con su ciclomotor. Y
es divertida. Lisbeth quien ha conseguido un chico.. piensa Tanya.
Ella que sólo tiene a su perro y a su hermano Joachim.
El guión de esta cinta juvenil está basada en la novela På kloss hold de Anne B. Ragde y es una película al estilo del Fucking Åmål de Lukas Moodysson con los jóvenes como principales protagonistas.