Pekka Halonen

(1865-1933)

 

El paisaje y las gentes de Finlandia fueron temas constantes en la obra de Pekka Halonen, que comenzó con un enfoque de paisajismo realista y acabó con la pintura de paisajes sintético-impresionista. Aunque nunca fue vanguardista, adaptó las nuevas tendencias internacionales a su visión personal y creó algunas de las pinturas más queridas de Finlandia.

La familia de Pekka Halonen, agricultores de la parte centro-oriental de Finlandia, fue artística, fervientemente nacionalista y religiosa, capaz de prestar a Pekka un apoyo más espiritual que económico. Pekka Halonen estudió en la escuela de la Sociedad Finlandesa de Arte en Helsinki de 1885 a 1886; luego, en el otoño de 1890, viajó a París, donde asistió a la Académie Julian. En la primavera de 1894, durante su tercera estancia en París, estudió con Paul Gauguin. También se interesó por la teosofía y las doctrinas de León Tolstoi, abrazando ideales humanos y cristianos hasta el final de su vida. Aunque buscó el paisaje del Kalevala en Carelia con su novia en 1895, nunca llegó a ser un pintor de la leyenda épica tan devoto como Aksel Gallen-Kallela. En 1896-1897, Halonen visitó Italia, con lo que se intensificó su tendencia hacia la monumentalidad y la simplicidad.

Lavando sobre el hielo (1900)

Halonen recibió una medalla de plata por sus ocho pinturas en la Exposición Universal de París, en 1900. Su cuadro en gran escala Pioneros en Carelia (Ateneo, Helsinki) fue una contribución pacífica a la lucha de Finlandia contra el paneslavismo. En el siglo XX, Halonen se concentró principalmente en la descripción de los agudos contrastes de las estaciones del año en Finlandia, y ningún otro pintor ha percibido tan profundamente los sutiles cambios de colores a la orilla de un lago finlandés en primavera como Pekka Halonen. Su vivo interés por el arte japonés y, en particular, por sus dramáticas soluciones compositivas, le inspiró incluso en sus últimos años.

© Aurora Boreal 2002