La pintura de August Strindberg

 

August Strindberg (Estocolmo, 1849-1912) nace en el seno de una familia de clase media. Después de realizar sus estudios secundarios, se dedica durante unos años al estudio de diferentes campos como la medicina, la química, las ciencias políticas y la estética. Fundamentalmente conocido como dramaturgo, va a alternar esta actividad con la pintura, la fotografía y la alquimia.
Su primera pintura, Ruinas en el Castillo de Tulborn en Escocia está fechada en 1872. A partir de este año y hasta su muerte en 1912, Strindberg se dedicó a la pintura aunque no con asiduidad. Casado en tres ocasiones y divorciadas otras tantas, vivió entre Francia, Suiza, Alemania y Dinamarca aunque con frecuentes estancias en su Suecia natal. Durante estos exilios va frecuentar los círculos artísticos como el de Grez, a las afueras de Paris. Allí va a conocer a Paul Gauguin en 1895. Va a ser amigo de Carl Larsson y Karl Nordström, dos líderes de la oposición al arte sueco oficial. En 1896 va a pasar una larga temporada en compañia de Edvard Munch.

 

Retrato de Strindberg (Edvard Munch) 1892

 

Después de muchas decadas de olvido, su obra se ha visto recientemente recuperada y muchos han visto en Strindberg un genio innovador, precursor de lo que más tarde sería el expresionismo abstracto americano de los años cincuenta y el informalismo.
El aspecto más moderno de sus obras podría hacernos caer en la trampa romántica del artista por delante de su tiempo. La obra de Strindberg fue sin duda díficil de asimilar por los cánones de su época, poseedora de una energía y una originalidad indudable.
Su legado artístico se centra en el paisaje donde la figura humana y cualquier otra referencia a un espacio conocido está ausente. Asimismo, su técnica que crea cortinas planas en espacios con referencias de profundidad donde consigue una sensación angustiosa de zona abierta que al mismo tiempo resulta clautrofóbica. Naturalmente, de todo esto se desprende que no hablamos de retratos de una naturaleza real y reconocible. Strindberg jamás va a pintar fuera de su estudio. Sus paseos diurnos por el archipiélago sueco de Kymmendö se completaban con sesiones nocturnas de pintura. La naturaleza como en la mejor tradición inglesa, va a ser el reflejo de su tormento interior.

Pinturas de August Strindberg

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

© Aurora Boreal 2001