Oliver llega a la capital danesa con el proposito
de tener otro ligue de verano pero esta rutina se interrumpe de
pronto cuando su chica no está en casa. Cuando Lulu (Laura
Drasbæk), una chica que se encuentra, le invita a dormir
en su sofá hasta que su ligue llegue a casa, acepta. Es
un paso fatal. A pesar de evitar encontrarse juntos, Lulu y Oliver
no pueden evitar la atracción entre ellos. Inevitablemente,
comienzan a tomar los primeros pasos hacia algo más concreto,
más intenso, sólo para hacer que el destino se interponga
entre sus vidas. El hecho es que los hilos del destino se mueve
en direcciones opuestas. Oliver solamente se ha prohibido un sueño
en su vida, y cuando éste se ha hecho realidad, siente
el temor que si acepta, todo irá mal y nunca podrá
soñar de nuevo. Oliver y Lulu deben escoger la única
opción que tienen: amarse.