El manifiesto vikingo

La visión escandinava de los negocios y la blasfemia

de Steve Strid y Claes Andréasson

ISBN: 978-84-935827-0-8


 

Con una población de apenas 20 millones entre Suecia, Dinamarca, Noruega e Islandia, los vikingos actuales representan sólo el 0,3% de la población mundial. Sin embargo, producen la friolera del 3% de las exportaciones mundiales. Los productos escandinavos son de primera calidad, pero son sus marcas las que han barrido el mundo. Esto es el resultado de una filosofía profundamente enraizada aunque no está escrita.

El manifiesto vikingo es una llamada para dirigir las empresas de una nueva manera. Los antiguos vikingos obtuvieron sus riquezas con estrategias guerreras únicas; los vikingos de hoy en día lo están haciendo mediante la innovación y la astucia. En ambos casos su éxito se debe a que han sabido romper las reglas establecidas. Poco a poco, las empresas escandinavas han marcado tendencias y han penetrado suavemente en los mercados a su manera, empleando dos armas que desde hace tiempo han sido menospreciadas: la valentía y el sentido del humor.

Este libro explica por qué ser el más grande no siempre es lo mejor; por qué la publicidad no funciona y por qué esto es una buena noticia para todos; por qué competir no tiene ningún sentido; o por qué los premios y los castigos en realidad desmotivan al equipo. Además, como si esto no fuese suficientemente rompedor, explica por qué el dinero no es realidad el motor del mundo.


 

Steve Strid lleva 14 años creando y fortaleciendo marcas internacionales como Absolut Vodka, Bodyform o Ericsson. Ha trabajado con agencias publicitarias como Y & R Hall & Cederqvist y Publicis Welinder y ha escrito numerosos artículos para revistas como The Guardian, Los Angeles Times y The Sunday Times.

Claes Andréasson es reportero freelance para la Swedish National Public Radio con sede en Los Ángeles. Trabaja en temas de actualidad, aunque también escribe sobre temas de ciencia y cultura. En el año 2004, Los Angeles Press Club le otorgó el premio The Singing Yeast Cell al mejor reportero de entretenimiento internacional.