Esta exposición, realizada gracias a la colaboración entre
la Real Academia de San Carlos y la Facultad de Bellas
Artes de San Carlos de la Universidad Politécnica de
Valencia con motivo de los 250 años de la fundación de
la Academia de Santa Bárbara, recorre, desde un punto de
vista didáctico, cien años de la vida de la Academia de
Santa Bárbara y de la Real Academia de San Carlos de
Valencia (1754-1854).
Se analiza, en primer lugar, el ambiente cultural de la
Valencia del siglo
xviii y primera mitad del
xix,
relacionando el aspecto literario y el artístico, y se
estudian ambas academias en razón de los patronos que
tuvieron, las etapas, los espacios físicos que ocuparon,
los profesores, los medios y los fines, entre los que
destacan, especialmente en la de San Carlos, el
académico, el didáctico y el educador. También se
muestra el nacimiento del primer museo de la Academia
con importantísimas obras, tanto en arquitectura como en
pintura, grabado, escultura y artes suntuarias.
En la exposición se pretende mostrar no sólo lo que se
enseñaba sino cómo se hacía, y para ello se han puesto
en juego algunos de los valiosos fondos que atesora la
Real Academia de San Carlos.
Dentro del recorrido didáctico que constituye el
fundamento de esta exposición, contamos con piezas muy
valiosas del archivo académico: matrículas, libros de
actas, etc., así como libros de la Biblioteca Histórica
de la Academia que abarcan los principales temas
artísticos en la enseñanza de la época, y no sólo en
castellano, sino también en italiano, francés, inglés y
latín, así como libros con dibujos grabados y pinturas,
unos y otras de variada temática. Los modelos que
aparecían en los libros se completaban con dibujos,
estampas, grabados de todas las épocas y esculturas del
mundo clásico.
Las matemáticas, la hidráulica, la agrimensura y la
anatomía formaron parte de las amplias posibilidades de
aprendizaje de que dispusieron los alumnos de entonces,
que contaban, fundamentalmente, con la enseñanza
práctica que les proporcionaban los profesores.
Con esta exposición hemos querido demostrar que los
académicos de Santa Bárbara y de San Carlos fueron unos
auténticos novatores, hijos ilustrados que se
adelantaron a su época, que rompieron con las formas
barrocas todavía en uso y que apostaron por unas nuevas.
En definitiva, auténticos avanzados de la modernidad en
su tiempo.
La
obra de los académicos de San Carlos fue muy importante
en su época, y si bien los gustos posteriores rompieron
los esquemas del clasicismo grecorromano y arrastraron
con ellos a la Academia, ésta supo evolucionar de forma
muy elocuente. No cabe la menor duda de que su espíritu,
que ha podido parecer dormido, se nos muestra, si
analizamos la trayectoria académica con rigor, vigoroso
y activo, siempre que sepamos situarlo en sus
coordinadas temporales. |
Organizada en dos espacios expositivos del antiguo Estudi
General de la Universitat de València, dónde en el siglo
xviii el
Ayuntamiento cedió espacios de este edificio
universitario a la Academia, como patrono de esta
institución.
En la sala Estudi General se presenta la actividad
docente y artística de la Academia.
En la sala Duc de Calàbria se muestran algunos de sus
fondos bibliográficos y archivísticos. Fondos
bibliográficos en los que podemos encontrar libros no
sólo de tema artístico sino también científico en casi
todas sus manifestaciones: matemáticas, hidráulica,
agrimensura, anatomía, astronomía, etc. La riqueza de la
Biblioteca Histórica de la Real Academia es enorme e
indica que los académicos de entonces vivían en el
momento renovador de las ciencias y de las artes de su
época, lo cual pone de manifiesto su curiosidad
intelectual. Ellos fueron parte importante en el
movimiento conocido como de los novatores.
En la exposición, en su conjunto, hay tres partes
diferenciadas y, sin embargo, enlazadas entre sí:
1.
Cuadro sinóptico y cronológico de la situación política,
científica y artística de Europa, España y Valencia.
Ambiente cultural de la Valencia del siglo
xviii y
primera mitad del
xix.
2.
Las
academias de Santa Bárbara y San Carlos en su actividad
pedagógica de la enseñanza del arte con libros, obras
artísticas y modelos vivos, además de la docencia
personal de cada uno de los profesores académicos.
3.
Selección de obras de los fondos de la colección de
dibujos de arquitectura, de dibujos académicos, de
flores y ornatos y de grabados y planchas, con la
presencia destacada del instrumental técnico utilizado
para la práctica del grabado.
En el conjunto de los trabajos de pintura y de pintores
académicos hay obras
maestras de Goya y de los principales profesores
académicos de entonces.
Igualmente, se ofrece una breve selección de bajorrelieves
académicos restaurados por la Facultad de Bellas Artes,
realizados según las coordenadas estéticas de la época y
ejemplos muy significativos del espíritu académico.
La mayor parte del conjunto general de obras que componen
la exposición se ofrece al público espectador por
primera vez.
Desde sus inicios, la Real Academia contó con una auténtica
galería artística formada no sólo por las propias obras
académicas, con sus fondos artísticos utilizados para la
enseñanza, sino también por donaciones de obras, tanto
de artistas como de coleccionistas que las legaron a la
Academia para el uso y disfrute de los alumnos que en
ella cursaban sus estudios. Las donaciones a la Academia
han continuado en el tiempo enriqueciendo sus antiguos y
valiosos fondos.
En un audiovisual se recoge la vida física de ambas
academias hasta 1854, con expresión de los principales
fondos artísticos, bibliográficos y archivísticos que
posee.
Con esta exposición se demuestra que los académicos de
Santa Bárbara y de San Carlos supieron romper con las
formas barrocas, todavía imperantes, y apostaron por
nuevas formas de expresión artística como adelantados de
la modernidad de su tiempo. |