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Vicerrectorado de Cultura

Anatomía de las Sobras

Anatomía de las Sombras

Obras de Rossana Zaera

Del 14 de noviembre de 2005 al 15 de enero de 2006

Sala Estudi General - La Nau

Horario: de martes a sábado de 10 a 13.30 horas  y de 16 a 20 horas. Domingos de 10 a 14 horas. ENTRADA LIBRE

Visita visual

Almagrafias. Almagrafia núm. 2. 2005. Caja de luz

 

Fragmentos sobre la sombra

Un lejano mito, que fue traducido por el heraclíteo “la naturaleza ama esconderse”, recorrió el mundo antiguo. Podría interpretarse de formas varias: que todo lo que nace tiende a morir; que la naturaleza se desarrolla a través de formas sensibles que nos ocultan su realidad más profunda; o, incluso, que su estado es el de una contracción que unos llamarán potencia y otros movimiento. Para los primeros filósofos resultó ser una cuestión central y se llamaron a sí mismos físicos. Todo depende del concepto que tengamos de la naturaleza.

 

Heridas y Fantasmas. Fantasma núm. 5. 2001. Mixta sobre papel

Habitaciones sin número. La cama escayolada. 2001. Mixta sobre papel

 

Toda la historia del cuerpo es la de su demarcación, la de la red de marcas y signos que lo parcelan, para poder presentarlo después desde una supuesta unidad que olvida la sutura. Hay una segunda desnudez. Un límite transitable para la literatura y el erotismo. Para la medicina, el cuerpo de referencia es el cadáver. Para la religión, la referencia ideal del cuerpo es el animal.

Hay un antes y un después del cuerpo. Una frontera que se corrige y destruye para volver a un cero inicial. Hay también un mientras tanto dominado por el tiempo. Se presenta amenazador y es ajeno a toda forma. Hay combates contra la forma, que desde el silencio se resisten a la abdicación. Y el deseo, aún dormido, está siempre al acecho.

 

Habitaciones sin número. Sin título. 2001. Mixta sobre papel

La caja de cristal. 2005. Caja de cristal y zapatos pintados

 

Otros cuerpos se desnudan. Muestran los signos de la vida como apariencia feliz. Se detienen en el umbral peligroso del tiempo. Muerte y sexo, en lugar de enfrentarse como principios antagonistas, se intercambian en el mismo ciclo, en la misma revolución. Ni la muerte es el precio de la sexualidad, ni el sexo el simple rodeo de la muerte. No son sino los momentos agudos de una fiesta que la naturaleza celebra con la multitud inagotable de los seres.

La enfermedad es el lado nocturno de la vida. Susan Sontag la interpreta como la metáfora por excelencia del territorio humano. Frente a la salud se afirma como caída, inconsistencia o insoportable peso. En su descenso arrastra al cuerpo y lo abate. Inventa un interior, lugar y nombre, en el que se revela el límite, quizás la impotencia.

 

No-nociceptores. Mariposa-gubia. 2004. Gubia de acero i plata

No-nociceptores. Mariposa-gubia. 2004. Gubia de acero y plata

 

Hay cuerpos transfigurados. Nacen de la metamorfosis de sus sombras, dolor o muerte. Ahí el tiempo queda anulado en el cero temporal que es el instante único. Ninguna representación de la muerte podrá acercarse nunca a la del Cristo de Holbein. Su extrema rigidez, el estertor, la piel ya amarillenta, el despojamiento que sólo la imaginería alemana supo dar a la muerte. Por qué esa mano indicando el lugar, gesto absoluto de lo irreparable, cadáver y destino. Sólo el relato podrá superar el silencio. Pero qué difícil resistirse a la tentación del alegorismo.

 

Heridas y Fantasmas. Dibujo núm. 9. 2002. Mixta sobre papel

Almagrafias. Almagrafia de tórax. 2005. Caja de luz

 

“Verdad dice quien dice sombra” (“Wahr spricht wer Schatten spricht”) había escrito Paul Celan en su Schwelle zu Schwelle (“De umbral en umbral”). Esa distancia entre la realidad y el lenguaje, mediada en Celan por el decir, nos sitúa ante una sombra que la poesía hace suya, es su territorio y su lugar de intervención. Recorrer la sombra, intentar desde la palabra nombrar/decir su verdad, tensamente, sin resolver nunca la distancia, tal es el territorio del poema, su lugar natural.

Quien había decidido “escribir en las cenizas del lenguaje”, que es tanto como decir en aquel lugar en el que el lenguaje, transformado por una violencia nueva, estalla con su resplandor, permitiendo enunciar lo que antes había sido proscrito, se desliza ahora por el paisaje de “móviles dunas de palabras errantes”, siguiendo el hilo, rastro, rayo, red, velo, estría… que marca la dirección de un viaje que parte del sentimiento de una ausencia. Palabra o imagen es para Paul Celan el momento en el que se encuentran temblorosamente los extremos.

 

No-nociceptores. Libélulas. 2004. Agujas hipodérmicas de acero i plata

Cuaderno de Bocetos. 2005. Mixta sobe papel

 

Rossana Zaera elige otro camino. Busca un interior ante el que la apariencia se retira para dar lugar a la visión de un mundo que guarda los secretos de la vida y de la muerte. Extraña luz la que ilumina ese mapa interior. El regreso arrastra consigo un saber insustituible que nos sitúa en la emoción de quien descubre el abrazo de las sombras.

Francisco Jarauta. Comisario de la exposición

 

No-nociceptores. Libélulas. 2004. Agujas hipodérmicas de acero i plata

 


 

Más información: cultura@uv.es