Organizan:
Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la
Constitución de 1812, Fundación Pablo Iglesias, Sociedad
Estatal de Conmemoraciones Culturales
Colabora:
Universitat de València
Producción ejecutiva:
Fundación Pablo Iglesias
Comisarios:
Emilio La Parra, María José Millán
Coordinación Técnica:
Óscar Martín (Fundación Pablo Iglesias)
Coordinación Universidad de Valencia:
Norberto Piqueras
Coordinación SECC:
Manuel Mortari
Introducción
Con motivo del bicentenario de la Constitución de 1812,
la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales
(SECC), bajo la coordinación del Ministerio de
Cultura, la Fundación Pablo Iglesias y el
Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la
Constitución de 1812 han organizado, con la
colaboración de la Universitat de València , la
exposición Ciudadanos. El nacimiento de la política
en España, 1808-1868, que recrea de manera rigurosa,
pero con intención divulgativa, el nacimiento de la
política moderna en España.
Emilio La Parra
y María José Millán, son los comisarios de esta
exposición que reúne más de doscientas piezas
de la más diversa procedencia y significación: grabados,
manuscritos, láminas, estampas, esculturas, enseres,
mobiliario, prensa, medallas, etc… que reflejan el
momento en que se comienza a considerar en un marco
nacional que las formas institucionales, jurídicas e
ideológicas del poder no son inmutables ni de carácter
sagrado (como se concebía en el Antiguo Régimen), sino
que están fundadas sobre el principio de la soberanía
nacional. Por tanto, pueden ser contestadas y es
legítimo intentar conquistar el poder.
El
nacimiento de la política moderna, que surge como
resultado de la dialéctica revolución-contrarrevolución
que se impuso en España (y en Europa) durante la primera
mitad del siglo XIX, corresponde a una manera de
concebir la organización de la sociedad fundada en el
individuo. En consecuencia, los lazos sociales, que en
el Antiguo Régimen quedaban ligados al grupo al que cada
persona pertenecía, se convierten en relaciones de
carácter asociativo, establecidas de forma voluntaria
por los individuos. Surgen, así, nuevas formas de
sociabilidad que no reciben su legitimidad de la
costumbre, sino de la libre voluntad de los individuos.
Guión expositivo:
El
recorrido por la exposición, dividida en cinco
secciones, permite seguir cronológicamente la evolución
de la política española entre 1808 y 1868 y, al mismo
tiempo, conocer a los grandes protagonistas de la
politización como la aparición de nueva terminología
política, los nuevos lugares y maneras de difundir la
política, los nuevos sectores de la población activos
políticamente y las nuevas Therramientas
para el desempeño de la nueva política:
1)
Introducción
El
primer apartado de la exposición presenta una cronología
de la evolución política española entre 1808 y 1868, así
como una explicación del concepto de política moderna.
2)
El principio de Soberanía Nacional
En
esta sección se muestra el vacío de poder (vacatio
regis) provocado por la salida del Rey del
territorio español en 1808 y las abdicaciones de Bayona,
junto con el debate político suscitado a continuación,
que depararon las condiciones necesarias para el
nacimiento de la política moderna en España. La
traslación del poder a manos de instituciones nacidas
del levantamiento popular va acompañada del sentimiento
por parte del pueblo de que él ha asumido la soberanía,
lo cual formalizan las Cortes de Cádiz y, de manera
fundamental, la Constitución de 1812. De este modo, se
produce la politización de amplios sectores de la
población y se cambia radicalmente la forma de entender
la política. En este tiempo (1808-1813) aparecen nuevos
conceptos como nación, soberanía nacional, constitución,
representación, opinión pública. Es también el inicio de
los primeros movimientos de emancipación en América.
El
visitante podrá contemplar en este apartado diversos
grabados, junto a otros materiales como numismática o
documentación, que reflejan el debate ideológico
suscitado entre los llamados “patriotas” y los
“afrancesados”. En el apartado dedicado al primer
liberalismo, destaca la obra de Ramón Rodríguez Barcaza
La Junta de Cádiz en 1810, una versión de época,
del autor, de la pintura de grandes dimensiones
conservada en el Museo de Cádiz; el boceto preparatorio
de Casado del Alisal para el cuadro Juramento de los
Diputados a Cortes en 1812 procedente del Congreso
de los Diputados; o La proclamación de la
Constitución de Cádiz en 1812, de Salvador Viniegra,
que cede el Ayuntamiento de Cádiz. Esta última obra,
también un boceto preparatorio de la pintura del Museo
de las Cortes actualmente en restauración, tiene el
interés de mostrar otra versión del mismo tema, puesto
que no coincide exactamente con la obra finalmente
entregada por el autor. Entre los objetos, destaca una
escribanía de plata utilizada para firmar la
Constitución de Cádiz o un juego de café con motivos
alusivos a La Pepa, que sufrió alteraciones varias para
adaptar su contenido a las distintas circunstancias
políticas. Cierra el apartado la obra de Miguel Parra
Entrada triunfal de Fernando VII en Valencia, del
Palacio Real.
3)
Espacios y formas de sociabilidad
El
tercer espacio nos presenta cómo el liberalismo creó un
conjunto de formas y lugares destinados a difundir sus
ideas, a lo que se denomina “espacios de sociabilidad”,
en los que los individuos se reúnen de forma voluntaria
para comunicarse entre sí, exponer y divulgar un
ideario, expresar sus quejas, defender sus intereses de
grupo, organizarse colectivamente, etc. Son, en
consecuencia, lugares de encuentro y comunicación, donde
se da publicidad a la manera de pensar de cada uno, bien
sea de forma oral o escrita.
En
un principio, estos lugares son propios de la burguesía
o la clase media pero, a medida que avanza, el siglo las
clases populares adoptan este sistema, hasta el punto de
que al finalizar el s. XIX la asociación se convierte en
una de las principales aspiraciones de la clase obrera.
Los lugares de sociabilidad son un claro exponente de la
publicidad de la vida política: la política no se hace
en el palacio, en el ámbito cortesano, sino en lugares
abiertos a la participación de la población.
Destacan en este apartado las obras de Leonardo Alenza (El
café de Santa Catalina -Museo de Historia de
Madrid-, Una lectura en el café Levante
-Fundación Lázaro Galdiano-), la pintura sobre hojalata
de Ricardo Balaca y Orejas Canseco El café -Museo
de Bellas Artes de Bilbao-, el lienzo de Antonio Pérez
Rubio La partida de cartas -Fundación Lázaro
Galdiano-, la obra de Rafael Botella y Coloma El
jardín público llamado El Paraíso -Museo de Historia
de Madrid-, La feria de Sevilla de Manuel
Rodríguez Guzmán -Palacio Real- o El charlatán
político del Museo del Prado. Entre la documentación
destacan los estatutos y las actas del Ateneo de Madrid,
expuestas por primera vez, una selección de teatro y
música de la época y un apartado dedicado a la prensa
donde, además de las cabeceras más importantes del
periodo, se expone una imprenta junto a unas cajas de
tipos de la Imprenta Artesanal de Madrid.
En
este apartado se ha reproducido, además, un café de la
época, a partir de los grabados conservados, y de las
descripciones literarias de Mariano José de Larra,
Mesonero Romanos y Benito Pérez Galdós, entre otros. Con
elementos de coleccionistas y piezas del Museo del
Traje, se traslada al visitante a una tertulia de café
del siglo XIX. En este espacio, además, se pueden
escuchar canciones populares que fueron en su día
elementos de movilización política. |
4)
Los agentes sociales
El
cuarto espacio muestra al visitante que el proceso de
politización es el resultado de la actuación de agentes
individuales y colectivos, pues una de las bases de ese
proceso es la consideración de la sociedad civil como
una realidad diversa, en la que se manifiestan
pluralidad de opciones. Ambas dimensiones, la individual
y la colectiva, son inseparables y actúan de forma
muchas veces contradictoria. Esta contradicción no sólo
se manifiesta en la configuración de la actuación
política, sino también en la trayectoria de los propios
individuos.
Ciertas personas, sin duda relevantes, defienden en un
momento la extensión al máximo de la participación
popular en la política (esto sucede al principio del
proceso, en 1808-1813 y en 1820-1823) y, más tarde, a
partir de 1834, se inclinan por fijar límites a esa
participación. De igual modo, la acción colectiva no
siempre tiene como finalidad facilitar la participación
de todos los sectores de la población en la actividad
política.
Así pues, el proceso de politización se va configurando
desde la tensión entre la actuación de los individuos,
la de las élites y la de los colectivos populares.
Se
exponen en esta sección importantes retratos de
protagonistas de la época, procedentes de instituciones
como el Museo del Ejército, la Biblioteca Nacional, la
Academia de Historia, la Fundación Lázaro Galdiano, el
Museo de las Cortes, el Museo de Historia de Madrid, la
Diputación de Cádiz, el Congreso o el Senado. Entre las
obras dedicadas al colectivo como actor social, destaca
la versión de época de El fusilamiento de Torrijos y
sus compañeros en las playas de Málaga de Antonio
Gisbert conservada por la Unión Alcoyana de Seguros, la
obra de Eugenio Lucas Velázquez Episodio de la
Revolución de 1854, del Museo de Historia de Madrid
o la obra de Bernardo Ferrandiz Celebrando la batalla
de Castillejos, del Museo Nacional de Cerámica
“González Martí”. Entre los objetos destacan los
relacionados con Mariana Pineda, como la bandera bordada
que fue utilizada como prueba para condenarla a muerte o
la llave de la celda donde estuvo presa, procedentes del
Centro europeo de las mujeres “Mariana de Pineda”.
5)
Los instrumentos de la actividad política
La
exposición se cierra con un conjunto de materiales que
explican la evolución política y las formas empleadas
para llevarla a cabo. Se muestran, por tanto, la
organización del sistema (constituciones), la
participación política (elecciones), los instrumentos de
cambio (pronunciamientos, golpes de estado, guerra).
Se
expone un ejemplar de cada una de las constituciones del
periodo, documentación electoral que muestra el paso del
sufragio censitario al sufragio universal, y una urna
electoral de los años 30 del siglo XIX procedente del
Museo de las Cortes de Cádiz. Los materiales más
interesantes de este bloque son los grabados SEM
procedentes de la Biblioteca Nacional. Se trata de un
conjunto de acuarelas realizadas bajo seudónimo por los
hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer, que nunca
se han expuesto con anterioridad y son un claro ejemplo
del alto grado de politización social en la España del
XIX.
Una exposición didáctica
La exposición tiene una clara intención divulgativa. De
ahí que se hayan diseñado elementos gráficos que sitúan
al visitante en el periodo y le ofrecen información
complementaria en cada una de las secciones. Además, se
han instalado 7 pantallas táctiles a lo largo de todo el
recorrido. Cinco de ellas están dedicadas a las pinturas
elegidas como imagen de cada bloque; a través de las
pantallas se accede a información sobre el autor y la
obra así como a datos complementarios sobre el bloque de
contenido. Las pantallas permiten también a los
visitantes ampliar las obras para observar sus detalles.
Las pinturas elegidas son:
Ricardo Balaca y Orejas Canseco: El café. Museo
de Bellas Artes de Bilbao (Introducción)
Francisco de Goya: España, el tiempo y la historia.
Museo Nacional de Estocolmo (El principio de soberanía
nacional)
Manuel Rodríguez Guzmán: Los aguadores. Museo
Nacional del Prado (Espacios y formas de sociabilidad)
Antonio Gisbert: El fusilamiento de Torrijos.
Museo Nacional del Prado (Los actores sociales)
Eugenio Lucas Velázquez: Una escena parlamentaria en
el hemiciclo de las Cortes. Congreso de los
Diputados (Los instrumentos de la actividad política)
La muestra se completa con dos pantallas “pasapáginas”
donde se puede consultar y leer la prensa de la época y
las Constituciones aprobadas entre 1808 y 1869. Por
último, un audiovisual, proyectado en una gran lona
colgada del techo, repasa el contenido de la exposición
en imágenes.
Catálogo
El
catálogo que acompaña a la muestra incluye textos de los
máximos especialistas en la Constitución de 1812, como
Emilio La Para López, Politización y movilización
popular en España; Manuel Pérez Ledesma, La
invención de la ciudadanía moderna Universidad Autónoma
de Madrid; Jean-Philipe Luis, España y los
modelos occidentales de nacimiento de la política
moderna; José M. Portillo Valdés, El nacimiento
de la política moderna en el Atlántico hispano; Juan
Francisco Fuentes, La sociabilidad política. Espacio
público y parcelas de libertad; María Cruz Romero
Mateo, Un fenómeno no previsto: los partidos
políticos; Alberto Ramos Santana, Constitución y
sufragio: el ejercicio de la política en España, y
Alberto Romero Ferrer, “Libres nacimos, libres
moriremos”: la literatura como vehículo de politización.
El volumen se cierra listado de las piezas de la
muestra. |