Existe un gran micromundo de la construcción en piedra seca
que, a medida que lo conozco, me fascina más y más. Se
abren ante mí hermosos paisajes envolventes, vastos y
universales.
Imagino un continuado y pacífico ejército en tiempos
pasados de anónimos “arquitectos” rurales, sabios y
habilidosos, sencillos artífices que, necesitando un
habitáculo para ellos y sus animales, construyeron
refugios con los materiales primarios. Piedra sobre
piedra fueron dejando ese enorme legado sin agresión al
entorno, colonizando llanuras y montañas, moviendo
millones de piedras con precisión utilitaria y armonía
no exenta de singular belleza. Caliza, rodeno, pizarra,
cantos rodados componen un extenso inventario de los
orígenes constructivos que perdura en nuestros días
resistiendo las fuerzas de la naturaleza, aunque hoy
pueden desaparecer rápidamente bajo la excavadora de la
avariciosa especulación.
Dejemos para los que vienen este humanizado testimonio que
une arqueología y arquitectura (los despoblados
indígenas incaicos y de Quilmes en Argentina no se
diferencian de las actuales construcciones precarias).
En esta segunda exposición de “L’home i la pedra” dedicada
a “l’habitatge temporal” hay ejemplos de bombos,
casetas, chozos, barracas, bories, cabanes y
corrales de lugares próximos y lejanos: España (Ciudad
Real, Albacete, Mallorca), Portugal, Francia y
Argentina.
Mi medio de expresión es la fotografía; sé muy bien que
sólo aporta un débil reflejo de referencia pero puede
despertar el interés. Deseo que sirva como punto de
partida para el conocimiento directo de estos
fascinantes paisajes. Esta es una labor que deberían
acometer las administraciones ya que la política acapara
arte y cultura; desgraciadamente parece más rentable
para el protagonismo de los políticos la puesta en
escena de eventos espectaculares de dudoso interés
popular pero de impacto internacional, más electoralista
y llamativo logro que la protección y difusión de
nuestro patrimonio que desaparece. ¡Mi más sentido
pésame, dirigentes!
Jarque
Diciembre de 2003 |