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Vicerrectorado de Cultura

Menores Refugiados: Construyendo el Futuro

Menores Refugiados: Construyendo el Futuro

Del 19 de octubre al 14 de noviembre de 2004

Sala Thesaurus - La Nau

El mandato del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) fue instituido en 1951 con una duración temporal de sólo tres años, con la esperanza de lograr resolver los problemas de los refugiados de aquel entonces en un tiempo breve. Sin embargo, ya al término de este primer mandato se hizo necesaria una primera renovación por cinco años. Desde entonces la Asamblea General de las Naciones Unidas lo ha ido prorrogando sucesivamente por períodos de cinco años hasta nuestros días.

En la actualidad el ACNUR se hace cargo de un total de 20 millones de personas, entre las que se encuentran refugiados, apátridas, persona cuya nacionalidad es objeto de controversia y personas desplazadas en el interior de su propio país.

Desde 1951 el trabajo del ACNUR ha estado entendido como un esfuerzo conjunto de todos los miembros de la comunidad internacional, así pues con el aumento y la diversificación de la actividad del ACNUR, se han ido reforzando las relaciones con Asociaciones y Organizaciones no Gubernamentales.

La Asociación España con ACNUR (Comité Español del ACNUR) es una de estas asociaciones, que apoya la labor del Alto Comisionado en nuestro país. Desde su creación la función principal del Comité Español del ACNUR es llevar a cabo campañas de sensibilización social haciendo llegar a la sociedad española la realidad de los refugiados.

Estas iniciativas han logrado una extraordinaria respuesta de la sociedad española, ya que como se resaltó en Ginebra en la sesión de apertura (del Comité Ejecutivo del ACNUR) que tuvo lugar en septiembre de1999, la sociedad civil española se ha situado como cuarto donante privado del ACNUR.

Las campañas informativas y educativas constituyen el eje vertebrador de la labor de sensibilización de la Asociación “España con ACNUR (Comité Español del ACNUR). Una tarea que se complementa con la realización de exposiciones monográficas.

Además de la escuela existen otros ámbitos educativos extraescolares que refuerzan la formación de los niños/as y jóvenes. Fuera del sistema educativo formal, en el que unos objetivos determinados marcan la pauta del curso, la existencia de estos ámbitos complementarios ayudan a despertar la curiosidad de los niños/as y jóvenes de otra manera: a través de la novedad, el cambio de espacio físico en el que aprender, abre la posibilidad de compartirlos con personas no vinculadas al medio educativo formal y esto enriquece también el intercambio de reflexiones, etc. Las exposiciones constituyen un buen ejemplo de estos ámbitos que refuerzan la labor educativa de los centros de educación formal.

Consideramos fundamental explicar y divulgar las causas que generan refugiados (como por ejemplo el odio étnico y racial, que actúa como detonador de huidas masivas o individuales). Con las exposiciones monográficas se busca fomentar reflexiones sobre las causas que originan la existencia de refugiados: en qué situaciones sociales se pueden generar actitudes y acciones que discriminen, excluyan y amenacen a otras personas, hasta el punto de convertirlas en refugiados. Incluso evitar que, después de haber encontrado asilo en el país de acogida, pueden llegar a sufrir algún tipo de discriminación, por el mero hecho de la ignorancia y la falta de información sobre lo que supone ser una persona refugiada.

Resulta irónico que mientras muchas actitudes discriminatorias se expanden entre grupos de adolescentes y jóvenes, nuestra sociedad se convierta en una realidad multicultural. Detectamos la absoluta necesidad de potenciar actitudes abiertas en la infancia y la juventud, que preparen a las generaciones venideras para esta ya presente diversidad cultural y étnica, animándoles así a buscar todas las aportaciones positivas que esto conlleva.

Las exposiciones itinerantes constituyen una de nuestras mejores herramientas de sensibilización, ya que consiguen que los visitantes vivan y sientan una experiencia que le es ajena y distante. Aunque están dirigidas a todos los públicos tienen un gran componente pedagógico, ya que despiertan la curiosidad de los niños y jóvenes hacia el entorno de los refugiados y les aproxima a la realidad del exilio, una realidad de nuestro tiempo en la que cada vez el destino de más niños está en juego. 

La experiencia de la Asociación “Comité Español del ACNUR” ha demostrado que las exposiciones suponen un buen escaparate para otra realidad y un espejo en el que mirarse. Con la intención de ahondar en estas posibilidades presentamos ahora, en la Sala Thesaurus de la Universitat de València, la exposición titulada “Menores refugiados: construyendo el futuro”.

Aquí se reúnen las instantáneas de los niños y jóvenes que han tenido que abandonar sus hogares por las guerras y la persecución, a cambio de un futuro incierto, donde el largo plazo no existe y el día a día es decisivo a la hora de dar forma a sus vidas.

A nivel privado, la cobertura informativa y educativa sobre los refugiados es sólo puntual y desarrollada, generalmente, con escasos medios por asociaciones y ONGs vinculadas a este colectivo. En cuanto a cobertura pública, la situación y las necesidades de los refugiados no se han difundido suficientemente; en concreto los niños y jóvenes no imaginan la magnitud del problema. La necesidad de poner en marcha actividades de sensibilización social está justificada, ya que existe una falta de conocimiento de la situación, de los problemas e incluso del concepto de refugiado por parte de la sociedad española, en general, y más concretamente a quien va dirigido este proyecto, la sociedad valenciana y  a los niños/as y los jóvenes, que son nuestro futuro.

Aunque todos los refugiados están expuestos a peligros, los menores los sufren con mayor frecuencia e intensidad.

Las violaciones de los derechos humanos, los conflictos étnicos y religiosos, las guerras civiles y las crisis humanitarias, convierten demasiado a menudo a niños y adolescentes en objetivos militares o en soldados por parte de los grupos armados. Son víctimas de la explotación y los abusos sexuales, son sometidos a trabajos forzados y sufren la separación de sus familiares.

El no satisfacer sus necesidades nutricionales y de salud puede afectar de forma permanente su desarrollo mental y físico. Por otra parte, si los menores no son protegidos o no se les ofrecen amplias oportunidades de adquirir la formación adecuada para una vida productiva y autosuficiente, hará que los conflictos inevitablemente vuelvan a surgir.

A pesar de que soportan grandes sufrimientos, también muestran una gran capacidad para superar sus circunstancias. Son creativos, enérgicos y son importantes agentes para realizar cambios constructivos entre los suyos y en sus comunidades.

ACNUR realiza su registro y les dota de documentación, posibilitando que se  reúnan con sus familiares, cubre sus necesidades psicológicas y sociales, combate la explotación sexual, los abusos y la violencia, impulsa la salud reproductiva y la lucha contra el SIDA, combate el reclutamiento militar, promueve la educación y la formación y defiende sus derechos, desde su supervivencia -salud y nutrición- hasta la creación de oportunidades para que tengan ingresos.

Asimismo, ACNUR desarrolla acciones para mejorar su autoestima permitiéndoles que expresen y desarrollen sus capacidades, su creatividad, su fuerza emprendedora y su valor. La Agencia realiza también campañas de sensibilización sobre los derechos de las mujeres y las niñas, la igualdad de género y la completa participación de éstas en las actividades de la comunidad

El desarrollo de la actividad se divide en dos partes:

 

1.      Visita guiada de la exposición

2.      Talleres de sensibilización

1. Visita guiada de la exposición

La visita guiada se realizará con los niños y niñas que visiten la exposición. Los adultos que la visiten podrán hacerlo libremente contando con el apoyo de la persona responsable de la misma con el fin obtener una mayor y más completa información.

La exposición “Menores refugiados: construyendo el futuro” está compuesta por 54 fotografías en las que se refleja cómo se desarrolla un día en un campo de refugiados, incluyendo diferentes tipos de actividades: ir a por leña y agua, escuela, construcción de cabañas, atención a algún miembro de la familia, reuniones de la comunidad, momentos de juego, talleres de artesanía, labrar la tierra, cocinar, etc. Las tareas y actividades conforman cuatro grupos temáticos en los que se divide la exposición: la vida del campo y el trabajo diario, el estudio, la capacitación profesional y el ocio y las relaciones humanas.

Las fotografías están acompañadas de paneles y rótulos con testimonios que constituyen el mejor vehículo para comprender lo que significa ser refugiado.

En dos fotografías de cada grupo se incluye un plotter en el que se compara lo que hace un refugiado a una determinada hora y lo que hace un menor español en esa misma franja horaria (en total hay 8 plotters).

En siete fotos se instala un objeto real relacionado con la actividad que desarrollan en esa fotografía (por ejemplo, si está cogiendo agua: un bidón, cocinando: una cacerola, leyendo: un libro usado...).

2. Talleres de sensibilización

Tras la visita guiada de la exposición se realizan talleres plásticos. En estos talleres se pretende dar a conocer quiénes son los refugiados, bajo qué condiciones se adquiere esa condición y quiénes les ayudan. Se pretende así mismo conocer las inquietudes y aspiraciones de los menores que viven esta situación e intentar implicarnos en sus problemas imaginando que compartimos parte de nuestra vida con ellos.

Los niños y niñas además, pueden plasmar sus propias impresiones, ideas y sentimientos a través de sus propias contribuciones creativas utilizando murales en la pared, dibujos con ceras, narraciones o plastilina.

Durante la visita guiada, las mismas aportaciones de los visitantes (sobre todo menores) participantes en el taller complementarán el desarrollo de la exposición.

El objetivo básico de los talleres es ofrecer a los participantes de los distintos colegios un espacio donde concretar de forma creativa, a través de actividades plásticas, los sentimientos e ideas que la exposición haya provocado en ellos. Favorecemos así una mejor comprensión y elaboración a la vez nos sirve a nosotros, los organizadores de la exposición, para valorar la eficacia de nuestra labor de información y sensibilización. Para esto se proponen diferentes actividades en las que trabajar alternativamente durante la hora y media que dura este espacio para cada grupo de 15 a 20 personas.

La campaña educativa sobre menores refugiados titulada “La pequeña Carlota” comenzará en Valencia el próximo día 26 de Octubre con la inauguración de la exposición sobre jóvenes refugiados, en la sala de exposiciones Thesaurus de La Nau y estará allí hasta el próximo 14 de Noviembre.

 


 

Más información: cultura@uv.es