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Vicerectorat de Cultura

Espacio de Protección, Intimidad y Sueños. Sergio Ferrúa

Espacio de Protección, Intimidad y Sueños

Sergio Ferrúa

Estufa Freda - Jardí Botànic, c/Quart, 80 València

Del 7 de junio al 9 de septiembre de 2007

Horario: de martes a domingo de 10 a 20 horas

 

“Later Crudus” (2001). Instalación, Museo Tamajares de Santiago de Chile

 

(1959 – San José – Uruguay), decidió aprender arquitectura pero después de varios viajes a la ciudad de Buenos Aires elige plantearse su formación en la escultura. A mediados de los ochenta comienza a participar en concursos de escultura, obteniendo menciones, entre ellas el premio Extranjeros en la Bienal de Buenos Aires (1985). Ha realizado muchas exposiciones individuales y colectivas, participa en simposios internacionales de Sudamérica y Europa, y tiene esculturas en plazas públicas de Uruguay y Chile.

Sin embargo, a partir de instalaciones realizadas como “Ladrillo producto de exportación…” (2000) que presenta en el MAC de Montevideo y “Later Crudus” (2001) que presenta en el MAC de Tamajares, Santiago de Chile, su obra comienza a girar. Tras el uso de materiales del Arte Povera (ladrillo crudo), y marcado por lo social de la periferia marginal que muestra en sus instalaciones, conduce su obra por nuevas líneas de actuación en el territorio y el medio ambiente.

 

“Utopía Sagrada” Algarrobo (2004). Comencé a construir pequeñas moradas sagradas que en vez de adorar dioses sirven para adorar utopías

 

“Espacio de protección, intimidad y sueños” (2003 - 2007) Es un proyecto que Ferrúa trabaja y desarrolla en la zona montañosa de La Jarra en Buñol y que aquí exhibe en la sala “Estufa Freda” del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia, en fotografía documental, escultura y vídeo.

Utiliza la naturaleza viva como eje argumental de sus obras, mediante la apropiación de materiales expresivos y naturales, evitando romper con la armonía del medio ambiente, sin alterarlo, conformándolo, con resultados de interesante propuesta de arte vivo en la naturaleza salvaje. Construye estructuras de maderas tratadas y pulidas de árboles que han sufrido el destino natural. A las formas piramidales integra respetuosamente el musgo vivo, semillas de bellotas, hojas, etc. Luego interviene en un sitio específico del río, liberando la forma escultórica con el musgo de visual importancia que navega por el agua y da lugar a la acción artística.

 

“Morada del Guardián” Algarrobo (2006). Establece un diálogo de protección en relación a la semilla, a su ADN, al medio ambiente y a los cultivos transgénicos, que pueden desplazar a las variedades autóctonas conservadas durante siglos

 

El musgo ha sido fuente de inspiración de poetas y compositores: Baudelaire, Rimbaud, Wagner, y aparece ya citado en la Celestina. Además de tener importancia ecológica para la naturaleza y el hombre, actúa como sumidero de CO2, y es el componente principal de las turberas como alternativa al combustible. En la actualidad se está experimentando con extractos de diversas especies como agentes antitumorales y antibióticos, ya que muchas sustancias producidas por los Briófitos tienen efectos biológicos. También, los extractos de musgos sirven para elaborar la base aromática de algunos perfumes, las denominadas “notas del musgo”.

 

“Musgo Movedizo” Río Buñol, Valencia (2007). Madera de eucaliptos, musgo, arcilla e hilo de yute

 

Con similares características de intervención sobre el río, tenemos la obra “Polen, corazón y vida” (2007), que aquí exhibe, pero argumentando de base con tierra en vez de agua. Utiliza palos de madera que parten del cuadrado y se proyecta en pirámide, cuyas extremidades superiores se abren a modo de flor, donde coloca un esfera trabajada de forma algorítmica con plantas secas y hojas que conforman el núcleo, al igual que aquellas plantas que liberan el polen y se distribuye por el viento o el agua.

La inteligibilidad del paisaje no sólo depende del desarrollo de las artes, sino también de la situación sociocultural en la que se aprecien.

La percepción del paisaje está condicionada por una percepción total sobre la vida.

La obra del escultor ítalo-uruguayo Sergio Ferrúa no sólo abre nuevas manifestaciones por el arte vivo, ambiental o ecológico, sino otras formas de actuación artísticas con la naturaleza mediterránea.

 

“La Casa del Perfumista” Ciprés (2005). En la intervención al ciprés donde construyo “la Casa del Perfumista”, vuelvo a revisar y ampliar la atmósfera en que trabajo, conducido por medio de la sensibilidad olfativa, del aire puro y de la naturaleza, que purifica y nos da olor

 


 

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