La piel contiene unas características idóneas para el desarrollo de linfomas y al igual que el ganglio linfático tiene varios 
compartimentos en los cuales se distribuyen los linfocitos T y B. Por lo general los linfocitos T se distribuyen preferentemente 
en la epidermis, dermis papilar, plexo vascular superficial, perianexialmente y en la porción profunda del tejido graso 
subcutáneo (en el ganglio se distribuyen en la región paracortical y médula). Los linfocitos B se encuentran en la dermis media y 
profunda, plexo vascular profundo y tejido graso (en el ganglio se distribuyen en el cortex y médula), esta compartimentación 
está acompañada de un patrón de secreción de citocinas característica. La  epidermis produce varias citocinas ( IL-1, 3, 6, 7, 8, 10, 15, FNT- ?, TGF-?) , el plexo vascular superficial: ICAM-1, CLA y las células de Langerhans están involucradas en la diferente distribución de las células T en la piel.
Patrones arquitecturales de los linfomas cutáneos primarios incluyen el patrón epidermotropo característico de la micosis fungoide y el patrón difuso y perivascular que se observa en los linfomas no micosis fungoide T y B, siendo el patrón perivascular característico de las lesiones iniciales.
Patron arquitectural epidermotropo característico de los linfomas cutáneos de células T, tipo micosis fungoide Patron arquitectural epidermotropo característico de los linfomas cutáneos de células T, tipo micosis fungoide. Existe un elevado numero de células atipicas ocupando las porciones inferiores de la epidermis
Patron arquitectural difuson con una zona de dermis papilar respetada (Zona de Grenz) característico de los linfomas B Patron perivascular y perianexial, que puede verse en las fases iniciales de los linfomas B y T no micosis fungoide