5Infecciones por micobacterias.

 

El nombre de micobacterias se utilizo para denominar un grupo de bacterias que cuando crecían en liquido producían filamentos similares a los mohos. Son organismos finos, discretamente curvados, ácido alcohol resistentes, que significa que no son fácilmente decolorados por ácido tras su tinción. Las infecciones por mycobacterium tuberculosis y mycobacterium leprae son las infecciones por micobacterias más importantes en patología humana, si bien existen otras micobacterias que pueden infectar al ser humano. La tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas de la humanidad. Actualmente la tuberculosis sigue siendo un problema sanitario global. Se calcula que aproximadamente entre un 20-40% de la población está afecta. La tuberculosis es una de las causas más importantes de muerte en los pacientes infectados por VIH. La afectación cutánea por la tuberculosis es rara, solo un 1-1,5% de las manifestaciones extrapulmonares de la infección. Las manifestaciones clínicas pueden ser muy variadas

 

Tuberculosis cutáneas

 

Tuberculosis cutánea
  • Infección producida por Mycobacterium tuberculosis
  • Aumento de incidencia como resultado de la epidemia por infección VIH, aparición de cepas resistentes y reducción de mecanismos de control

Patrones clínicos de tuberculosis cutánea

  • Infección exógena
    • chancro tuberculoso
    • tuberculosis verrucosa cutis
  • Infección endógena
    • escrofuloderma
    • tuberculosis miliar
    • lupus vulgar
  •  Tuberculides
    • tuberculides papulonecróticas
    • el liquen escrofulosum
    • eritema indurado de Bazin

Las manifestaciones cutáneas de las tuberculosis pueden clasificarse en relación a la patogenia, presentación clínica y hallazgos histológicos en los siguientes tipos:

 

Tuberculosis por inoculación a partir de una fuente exógena

Tuberculosis cutánea a partir de una fuente endógena

Tuberculosis hematogena.

Tuberculides: son  lesiones inflamatorias que se asocian a tuberculosis sistémica y que con consideradas reacciones inmunes en el curso de una diseminación hematógena de la tuberculosis o sus anfígenos y que aparecen en individuos con una inmunidad celular elevada frente al M. tuberculosis. Se clasifican en :

Diagnóstico

  1. Prueba de la tuberculina: Para conocer si un individuo ha sido infectado por M. tuberculosis se estudia su respuesta de hipersensibilidad retardada frente a determinados compuestos antigénicos específicos del bacilo. La prueba tuberculínica (PT) se realiza según la técnica de Mantoux, mediante la inyección intradérmica La sensibilización del individuo se manifiesta por una reacción de inmunidad celular, que produce una zona de induración en el sitio de la inyección, que ha de comprobarse a las 48-72 h.

  2. Técnicas  basadas en la detección de interferón gamma (IGRA): consisten en la detección del IFN-γ liberado como respuesta a la estimulación in vitro de las células T sensibilizadas presentes en sangre periférica con antígenos específicos de M. tuberculosis.

  3. Diagnóstico microbiológico: incluyen el examen directo para la visualización de micobacterias en los productos patológicos se efectúa según la técnica de Ziehl-Neelsen, de cultivo  en medio adecuado para el desarrollo de las micobacterias, como el clásico de Löwenstein-Jensen. Recientemente se ha introducido una técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR)  que tiene una sensibilidad y una especificidad superiores a otros medios de diagnóstico.

 

LEPRA

Lepra
  • La lepra es una enfermedad infectocontagiosa crónica causada por Mycobacterium leprae o bacilo de Hansen y por Mycobacterium lepromatosis, que afecta fundamentalmente a la piel y los nervios periféricos.
  • La lepra se adquiere por contagio exclusivamente a partir del hombre, y requiere un contacto íntimo y prolongado. La fuente de contagio es el hombre enfermo multibacilar no tratado y la vía aérea —a través de la mucosa nasal— es la vía de transmisión fundamental, aunque no puede descartarse el contagio a través de la piel. No se ha demostrado la transmisión intrauterina. El contagio suele producirse en la infancia o la adolescencia y se ve favorecido por condiciones de pobreza, hacinamiento, falta de higiene y malnutrición. Sólo el 3%-6% de los contactos familiares con pacientes de lepra desarrollan la enfermedad.
  • Su curso se caracteriza por una progresión lenta con formación de granulomas y predilección para localizarse en la piel y nervios periféricos
  • La lesión cutánea primaria es una mácula eritematosa o hipopigmentada que con frecuencia es anestésica
  • En relación a los hallazgos clínico-patológicos, que reflejan el grado y tipo de inmunidad, la lepra se divide en dos formas principales: la lepra lepromatosa-con un predominio de respuesta Th2- y le lepra tuberculoide con un predominio de respuesta Th1
  • La lepra lepromatosa se caracteriza por la presencia de múltiples organismos mientras que la en lepra tuberculoide el numero de bacterias es escaso.

 

La lepra (Enfermedad de Hansen (Gerhard Armauer Hansen)) es une enfermedad granulomatosa crónica causada por el Mycobacterium leprae, afectando primordialmente a la piel y nervios periféricos.  El M. leprae es un organismo intracelular obligado que no puede ser cultivado en medios artificiales  que el portador primario es el ser humano y que se conoce un reservorio zoonotico que es el armadillo. La infección se produce por vía aérea a través de la mucosa nasal. Se adquiere generalmente en la infancia (5-15 años) y el período de incubación es de varios años. las manifestaciones clínicas van  a depender del estado inmune del paciente frente al M. Leprae. Hay dos formas de clasificar las lesiones clínicas de la lepra la clasificación de Ridley-Jopling y de la clasificación de la OMS.  En la clasificación de Ridley-Jopling, las lesiones van desde la lepra tuberculoide hasta la lepra lepromatosa. En las formas tuberculoides los pacientes tienen una buena inmunidad y pocas lesiones cutáneas. En el otro extremo, lepra lepromatosa, los pacientes tiene una pobre respuesta frente a M.leprae con lesiones cutáneas extensas y afectación mucosas. La afectación neurológica puede observarse en todo el espectro de la enfermedad y producirse antes durante o después del tratamiento. La clasificación de la OMS se basa en el número de lesiones cutáneas: Lepra a elemento único (1 lesión), lepra paucibacilar (2-5 lesiones) y lepra multibacilar (>5 lesiones).

 

Clasificación de la lepra de Ridley-Jopling y de la OMS
  leve defecto en la inmunidad severa
Ridley-Jopling Lepra tuberculoide (TT) Borderline tuberculoide(BT) Borderline Borderline (BB) Borderline Lepromatosa (BL) Lepra Lepromatosa (LL)
OMS lepra a elemento único lepra paucibacilar lepra multibacilar

A nivel mundial se describen alrededor de 200.000 casos nuevos cada año y alrededor de 2 millones de personas tienen discapacidades relacionadas con la Leprea. hay 6 paises endémicos (India, Brasil, Myanmar, Madagascar, Nepal y Mozambique) que concentran el 88% de casos.

 

Formas clínicas: las diversas formas clínicas de la enfermedad están determinadas  por el tropismo del microorganismo hacia la piel y el tejido nervioso y la susceptibilidad del paciente a la infección. La morfología clínica varia considerablemente entre un paciente y otro, en el número de lesiones y el patrón de distribución. Las diversas formas de presentación clínica de la lepra están determinadas por la respuesta inmune frente al M.Lepra. En un extremo están los pacientes con lepra tuberculoide (LT), que presentan una intensa respuesta inmune celular, limitando la enfermedad a escasas lesiones cutáneas y nerviosas. Estas lesiones se caracterizan por la presencia de granulomas de células epitelioides y células gigantes multinucleadas, bien constituidos con presencia de denso infiltrado linfoide de células CD4+ productoras de interferón gamma. En estas lesiones es difícil la demostración de bacilos. En el otro extremo de la enfermedad se encuentran los pacientes con lepra lepromatosa (LL) en los que la respuesta inmune está ausente o muy debil. Esta forma de lepra se caracteriza por la proliferación no controlada del M. Leprae, con infiltración difusa de piel y nervios. En esta situación la dermis está infiltrada por macrófagos espumosos conteniendo abundantes bacilos, Estos macrófagos no se disponen formando granulomas como en la lepra tuberculoide y el infiltrado inflamatorio linfoide es escaso.
La mayoría de pacientes tienen formas intermedias entre la lepra tuberculoide y la lepra lepromatosa que se clasifican como Borderline-tuberculoide (BT), bordeline-borderline (BB) y borderline lepromatosa (BL). Estas formas se caracterizan por una disminución progresiva de la respuesta inmune celular desde la BT a las de BL.

 

Formas clínicas:

 

Clasificación y presentación clínica de la lepra
Inmunidad celular

Espectro alto (izquierda) a bajo (derecha)

Clasificación de Ridley-Jopling TT BT BB BL LL
Descripción de la lesión Máculas y placas bien definidas Máculas y placas infiltradas Lesiones anulares con bordes poco definidos Lesiones anulares y lepromas Máculas infiltradas, pápulas y nódulos
Número de lesiones Única única o escasas Múltiples Numerosas Innumerables
Distribución localizadas asimétricas Asimétricas Simétricas Simétricas
Superficie de la lesión Seca, descamativa Seca discretamente brillante Brillante brillante
Crecimiento de pelo en la lesión Ausente en las placas Ausente discretamente disminuido Discretamente disminuida normal
Sensibilidad ausente en las placas Ausente en las placas Moderadamente disminuida Discretamente disminuida Normal en las fases iniciales; difusa en las fases de progresión de la enfermedad
Indice/carga bacilar 0/ raramente 1+ (0 bacilos en 100 campos) 1-2+ (1-10 bacilos en 100 campos) 2-3+ (1-10 bacilos en 10 campos) 3-4+ (1-10 bacilos en cada campo) 4-4+ (100-1000 bacilos en cada campo)
Clasificación OMS paucibacilar multibacilar
BB: lepra borderline, BL: lepra lepromatosa orderline, BT: lepra tuberculide borderline, LL: lepra lepromatosa, TT: lepra tuberculoide,

Leproreacciones: Son episodios agudos que se observan en el curso de la infección debidos a variaciones inmunológicas que modifican el equilibrio entre el agente infeccioso y el huésped. Se observan especialmente en las formas de lepra lepromatosa tras el tratamiento o en el curso de infecciones asociadas. Existen tres tipos de leproreacciones

Características clínicas e histológicas de las leproreacciones
Tipo de reacción Clasificación de la lepra Manifestaciones cutáneas Histología Síntomas asociados
Tipo 1 Borderline (BT, BB, y BL) menos frecuentemente LL Las lesiones cutáneas preexistentes se tornan rojas y edematosas Granulomas tuberculoides que pueden coalescer y presentar con necrosis fibrinoide e infiltrado inflamatorio linfocítico y células gigantes multinucleadas Edema de manos y pies, neuritis pérdida de función nerviosa, debilidad y anestesia
Tipo 2 (Eritema nodoso leprosum) BL y LL Nuevos nódulos dolorosos y eritematosas en cara, tronco , extremidades con frecuencia siguiendo una distribución bilateral y simétrica Paniculitis lobulillar , inflamación crónica con predominio de neutrofilos, macrófagos con una carga de Mycobacterium leprae abundantes. No siempre hay vasculitis Fiebre, malestar, artralgia arritmias, neuritis, dactilitis, iritis uveitis, orquitis adenitis, glomerulonefritis y periostitis tibial.
Tipo 3 (Fenómeno de Lucio) LL Edema difuso de la piel con aspecto mixedematoso, lesiones dolorosas, eritematosas, oscuras que ocasionalmente evolucionan hacia ampollas que se ulceras y dejan cicatrices atróficas vasculitis, necrosis epidérmica y multitud de agregrados de bacilos en las células endoteliales fiebre, anemia, hepatoesplenomegalia y linfadenopatía.

Diagnóstico: El diagnóstico de lepra se basa en el hallazgo de tres signos diagnósticos cardinales: 1-máculas o placas hipocrómicas con una marcada reducción de sensibilidad 2-Engrosamiento de nervios periféricos y 3-presencia de bacilos en extensiones o biopsias cutáneas. El diagnóstico en áreas no endémicas se retrasa considerablemente al no ser planteado en el diagnóstico diferencial de lesiones cutáneas hipocrómicas o en pacientes con neuropatía periférica, debiéndose considerar este diagnóstico si los pacientes proceden de áreas endémicas.

 

El diagnóstico de sospecha clinico puede confirmarse mediane el examen microscopico de las lesiones no tratadas. Para ello debe obtenerse liquido linfático de las lesiones cutáneas o de la mucosa nasal  y teñido mediante la tinción de Zhiel-Neelsen. Ademas de las lesiones cutáneas es útilla obtendión de liquido linfatico  el los lóbulos de la oreja. Las técnicas de PCR confieren el método más sensitivo para el diagnóstico de M. Leprae en las formas multibacilares. En las formas paucibacilares su sensibilidad se reduce al 34-84%. Los estudios serológicos mediante la determinación de anticuerpos anti flicolipido fenolico (PGL-1) muestran una buena sensibilidad en las formas multibacilares, pero son poso sensibles en las formas paucibacilares.

Los hallazgos histológicos van a depender de la forma de presentación y son muy variables. Las formas tuberculoides se caracterizan por la formación de granulas tuberculoides en dermis papilar, con afectación perivascular y perineural, observandose la presencia de células gigantes multinucleadas (tipo Langhans). Las formas lepromatosas se caracterizan por la presencia de macrofagos espumosos de coloración gris azulada (células de Virchow) que forman infiltrados difusos o nodulares . E

 

Intradermoreacción con lepromina: La prueba de la lepromina proviene de M. Leprae extraido de lepromas. No se utiliza para el diagnóstico, si no que sirve para conocer el estado inmune del paciente.  Se realiza mediante inyección intradermica de 0,1 ml de reactivo de lepromina y se aplica en la superficie flexora del antebrazo. La respuesta se interpreta de dos maneras: una reacción temprana llamada reacción de Fernándes y una reacción tardía conocida como reacción de Mitsuda. La reacción de Fernández es sensible, pero puede mostrar reactividad cruzada a otras micobacterias y se interpreta a las 24-48 horas. La lectura de la reacción de Mitsuda se realiza a las 21 días e indica resistencia. Es positiva cuando se produce un nódulo > 5 mm. Es importante considerar que estas pruebas no son diagnósticas y su utilidad es más de clasificación y pronóstico. El diagnóstico de lepra se establece en relación a los hallazgos clínicos y la baciloscopia.

 

Tratamiento:

La eliminación de la lepra como problema de salud es factible, ya que es una de las pocas enfermedades infecciosas que cumplen ciertos criterios estrictos para su eliminación. Sin embargo la eliminación de la lepra es difícil. El número de nuevos casos se mantiene en los países endémicos.  La poliquimioterapia fue indicada por la OMS en 1981 siendo los fármacos de primera línea la rifampicina, la clofazimina y la dapsona.

Las pautas aconsejadas por la OMS son las siguientes:

En países con medios económicos suficientes suelen emplearse pautas de tratamiento más complejas. En las leprorreacciones se emplean prednisona 60-80 mg/día o talidomida 300 mg/día que deben mantenerse hasta el control de las mismas, generalmente alrededor de 1 mes. En las reacciones de reversión de tipo I la talidomida no es eficaz. La clofacimina en dosis de 300 mg/día también es útil en todas las leprorreacciones, en especial en las de larga duración. El tratamiento debe incluir la prevención y la corrección de las secuelas y medidas de apoyo para mejorar las condiciones sociales y los problemas de reinserción del paciente.

Infecciones por micobacterias atípicas.

Son las infecciones causadas por especies de micobacterias distintas a las que integran el complejo M. tuberculosis, y al agente causal de la lepra (M. leprae). Se conocen también genéricamente como micobacteriosis ambientales. Aunque comparten diversos aspectos propios del género Mycobacterium, las micobacterias no tuberculosas (MNT) se diferencian del complejo M. tuberculosis por: a) un menor poder patógeno, aunque con variaciones entre especies, por lo que suelen comportarse como oportunistas; b) el reservorio es en muchos casos ambiental, sin que se haya documentado la transmisión directa entre personas; c) pueden colonizar cualquier zona no estéril del cuerpo humano, por lo que un cultivo positivo no siempre tiene significación clínica, y d) suelen ser más resistentes a los fármacos antituberculosos, aunque algunas especies de crecimiento rápido responden a determinados antibacterianos convencionales.

 

  1. Infección por Mycobacerium marinum: consiste en una infección granulomatosa cutánea debida a la inoculación directa del M marinum. El habitat natural de esta micobacteria es el agua y en particular los depósitos que no son renovados con frecuencia. El tiempo de incubación es de unas 3 semanas. La lesión inicial suele ser única en forma de nódulo o pústula que se rompe dando una ulceración costrosa; en ocasiones, la lesión es verrucosa o supurativa, rara vez son lesiones diseminadas, salvo en inmunodeprimidos. Ocasionalmente los ganglios regionales aumentan de tamaño. Suelen curar espontáneamente en unos meses o en 1 a 3 años. Su tratamiento es la extirpación o criocirugía. Los antibióticos más eficaces son tetraciclinas y minociclina.

  2. Mycobacterium ulcerans (Ulcera de buruli): El M. ulcerans infecta piel y tejido celular subcutáneo y origina úlceras no dolorosas. Después de la lepra y tuberculosis es la micobacteriosis más frecuente que se presenta en pacientes inmunocompetentes en todo el mundo. Se caracteriza por un nódulo asintomático, duro de 1 – 2 cm. de diámetro que unos dos meses después se ulcera que alcanza un tamaño de hasta 15 cm. o más. Las adenopatías y síntomas generales son escasos o ausentes. Su tratamiento es la extirpación quirúrgica. El calor continuo a 40ºC puede favorecer la reabsorción sin necesidad de cirugía. La antibioterapia es decepcionante, ocasionalmente la Rifampicina puede ser eficaces en las formas precoces.

 

 

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