Un varon de 81 años consultó por la aparción 4 meses antes de 2 ulceras en cuero cabelludo que habian crecido progresivamente muy dolorosas y que no se acompañaban de otras manifestaciones cutáneas. El examen clínico mostro dos grandes úlceras cubiertas de una costra (Figura 1). Las úlceras eran simétricas, triangulares y se disponían en la región temporo-parietal. El paciente también refería cefalea intensa de 6 meses de evolución que requería continuo tratamiento con analgésicos.
Con
el diagnóstico clínico de sospecha de arteritis temporal,
se practicó una resonancia magnética que mostró una
silueta de la arteria temporal irregular en ambos lados, sugirierndo un
proceso inflamatorio vascular afectando a ambas arterias temporales. Se
practico una biopsia de la arteria temporal que mostro un proceso inflamatorio
granulomatoso afectando a todo el grosor de la arteria. El infiltrado inflamatorio
estaba constituido especialmente por linfocitos y histiocitos con escasa
presencia de células gigantes multinucleadas.