La proteína M es un constituyente de la pared del estreptococo y tiene un papel fundamental en la virulencia ya que induce una respuesta inflamatoria en el huésped que contribuye a las complicaciones inmunes de la infección y tiene propiedades antifagocíticas. Recientemente se ha identificado un nuevo rol para la proteína M, que involucraría su presencia en la patogenia del síndrome de shock tóxico estreptocócico. La proteína M sería liberada de la pared bacteriana y formaría agregados enormes en la sangre y tejidos debido a su habilidad para unirse al fibrinógeno. Cuando se forman los agregados fibrinógeno-proteína M, estos se unen a las integrinas presentes en la superficie de los polimorfonucleares y plaquetas. Esta unión produce la activación de las células y la liberación de metabolitos tóxicos del oxigeno y varios enzimas proteolíticos y glicolíticos, produciendo una reacción inflamatoria poco específica en el tejido donde se produce la reacción. Si esto ocurre cuando los polimorfonucleares aun no han abandonado el torrente circulatorio, el daño se produce en las células endoteliales dando lugar a los cambios que caracterizan el síndrome del shock tóxico estreptocócico.
Brown EJ. The molecular basis of streptococcal toxic syndrome. NEJM 2004; 350:2093.