La Colla de dolçaines i percussió de la Universitat de València, dirigida por Juan Ramon Martí, nace el 2016 con el objetivo de ser una agrupación estable, representativa e innovadora en el campo de la música tradicional, siempre desde una vertiente formativa. Está formada por jóvenes estudiantes de la Universitat de València que quieren mejorar su formación en interpretación de música tradicional valenciana.
Sus actividades se realizan con el soporte del Área de Actividades Musicales de la Fundació General de la Universitat de València.
Un poquito de historia…
A principios del s. XX podíamos escuchar por las calles del pueblo las melodías de una dulzaina en solitario que, acompañada de un tamboril, redondeaba los ritmos de moda y hacían sonar melodías antiguas y nuevas.
Sin darnos cuenta y con el paso de los años, los dulzaineros van desapareciendo de nuestras fiestas y de nuestras calles y empieza la triste desaparición de una generación de músicos autodidactas, que con tanta dedicación habían recorrido nuestros pueblos, dando vida a las danzas y la fiesta.
Junto con todas estas peripecias que sufre la interpretación de la dulzaina, hay un rumor que lucha para sobrevivir, y son las familias de tradición dulzainera y sagas de dulzaineros que sin cesar de trabajar, de interpretar el legado familiar y contra toda clase de enemigos que los abordan, continúan adelante para que no desaparezca aquello que más quieren.
Pasan los años y en la década de los 70, el dulzainero Joan Blasco populariza lo que hoy denominamos dulzaina en solo, que permite unificar las sonoridades y afinaciones. Y de su escuela acontece una ola de jóvenes dulzaineros que ramifican escuelas por todo el País Valenciano. Este hecho propicia otra formación desconocida hasta el momento que son las agrupaciones de dulzainas y percusión. Empiezan a hacer grupos de dos o tres dulzainas y un tamboril, y con el paso del tiempo va aumentando el número de miembros que forman estas agrupaciones, hasta denominarse “colla” o “gran colla” y ofrecer conciertos de música festera y obras de autores de prestigio reconocido.
En los últimos años ha tenido tanta aceptación el aprendizaje del instrumento, que la comunidad educativa ha decidido considerar y facilitar el estudio. Esta decisión, a la cual ahora se suma la Universitat de València, es una barrera de protección del instrumento, para que no vuelva a sufrir peligro de desaparición.
