Mª Elvira Beltrán Soler

La moda al desnudo

Carole Crabbé

Libro traducido al español, en el que el traductor hace una serie de anotaciones que no están en el libro original. El libro consta de doce preguntas sobre las condiciones laborales en la confección textil. También aparecen en el libro gráficos, artículos, y casos personales expuestos por trabajadores que están en la situación de subcontratación.

Los capítulos de los libros están expuestos como preguntas y son:

                           I.)            ¿Quién fabrica nuestros vestidos? Exposición del sistema de producción.

                         II.)            ¿El empleo del sur contra el empleo del Norte? Ganancias de productividad y deslocalizaciones.

                      III.)            ¿Condiciones de trabajo? Los derechos humanos en harapos.

                      IV.)            ¿Cuál es la magnitud del trabajo infantil?

                        V.)            ¿Cuáles son los mecanismos del trabajo forzado? El trabajo forzado: una practica ancestral que sobrevive.

                      VI.)            Made in Europe, ¿Todo correcto? Trabajo clandestino, trabajo a domicilio.

                   VII.)            Código de conducta, ¿Sinceridad o publicidad?

                 VIII.)            Cláusula social, ¿A favor o en contra? Una exposición de los diferentes puntos de vista.

                      IX.)            ¿Hay que prohibir el trabajo infantil?

                        X.)            ¿Qué solidaridad internacional? Solidaridad entre los trabajadores de todo el mundo.

                      XI.)            ¿Tienen algo que decir los consumidores? Campañas por los derechos humanos en el trabajo.

                   XII.)            ¿Es necesario un comercio más justo? Las alternativas del Comercio Justo.

Carole Crabbé, con está obra intenta dar respuesta a todas esas preguntas, agrupadas en doce capítulos. A lo largo del libro, se aprecia una insistencia especial en demostrar que los intereses de los trabajadores de los países industrializados coinciden con los de los trabajadores del Tercer Mundo, y de esta forma poner las bases para superar lo que se ha intentado presentar como conflicto entre unos y otros.

En la obra también se remarca la pasividad sindical ante el tema clave de todas las preguntas expuestas en el libro como es la subcontratación y las pésimas condiciones de trabajo en los que se encuentran muchos trabajadores los cuales muchos de ellos son niños que necesitan trabajar para poder comer. La razón de la pasividad esta en las exigencias más estrictas de los trabajadores que son respondidas con las amenazas de las empresas con trasladar la fábrica fuera de la región y si conviene fuera del país, buscando unas condiciones laborales más favorables.

La autora en el libro remarca una serie de puntos de vista de interés, que acompañan y refuerzan las argumentaciones alrededor del tema principal mencionado. Estos puntos de vista son:

 

A.     la instrumentación de campañas por los derechos laborales en el Tercer Mundo, que pueden convertirse en barreras alzadas por los mercados del mundo desarrollado contra las importaciones procedentes de los países en desarrollo, y acabar perjudican a quienes se intentaba defender.

B.     Las reflexiones sobre el trabajo forzado y la servidumbre por deudas, ambos presentes en varias partes del mundo, en la producción de todo tipo de artículos de consumo, desde productos textiles hasta artículos de ferretería.

C.     Las precisiones sobre las cláusulas sociales, el peligro que supone su proliferación, así como los condicionantes que deben tenerse en cuenta en el establecimiento y concesión de las “etiquetas éticas”.

D.     La denuncia de las prácticas del tráfico laboral, que provee de mano de obra barata y explotable a los talleres clandestinos del mundo industrializado.

Por ultimo, el traductor del libro quiere hacer constar que, a pesar del componente emocional tan intenso del tema del libro, los razonamientos y estadísticas se presentan como un espíritu científico poco frecuente, huyendo siempre de la demagogia y de las soluciones fáciles. Esta traducción se ha realizado en el contexto de las actuaciones de la Campaña Ropa Limpia, coordinada en España por la ONG SETEM.

 

NOTA:

(Descripción expuesta en el libro de la ONG SETEM y de la Campaña Ropa Limpia)

- SETM es una organización de solidaridad internacional nacida en 1968. En la actualidad constituye una federación de 7 asociaciones.

SETEM trabaja en la sensibilización de nuestra sociedad sobre las causas de las desigualdades Norte-Sur. Con este fin promueve numerosas actividades de formación y de intercambio con organizaciones de base de 30 países de África, América latina y Asia.

SETEM también forma y envía cooperantes, y desde 1995 promueve el Comercio Justo en España, junto a otras organizaciones. Desde 1997, coordina en España la campaña internacional Ropa Limpia.

 

- La Clean Clothes Camping trata de poner fin a la opresión, la explotación y el abuso de los que son victimas los trabajadores en la industria de la confección y la indumentaria deportiva. También pretende brindar información exacta a los consumidores respecto a las condiciones de trabajo en la que su ropa es manufacturada.

 

Ana Morillo Gomar

 

La moda al desnudo

Carole Crabbé

        En “la moda al desnudo” se pueden encontrar diversos puntos de interés: contra las importaciones, trabajo forzado y servidumbre, cláusulas sociales y tráfico laboral; pero el que me ha parecido más interesante para comentar ha sido el de trabajo forzado y servidumbre.

 

El sistema de producción desde los años 70 vive una reestructuración.

-         Actualmente son los distribuidores y las marcas quienes poseen el control del sector. Y la producción está condicionada por la búsqueda del menor costo y de la mayor flexibilidad.

-         Para el menor costo de la producción se utiliza: mecanización y automatización, y mano de obra barata para el corte, costura, acabado y embalaje.

-         En los países europeos significará el cierre de numerosas industrias poco adaptadas a las nuevas exigencias de producción; porque se busca:

           Bajo costo de la mano de obra,

           Abastecimiento local de tejidos, hilos y accesorios,

           Calidad de las infraestructuras de transporte y comercialización,

           Proximidad de los mercados,

           Ventajas fiscal y laboral.

 

La rapidez de las comunicaciones y transportes permite buscar subcontratistas en todos los rincones del mundo, con lo que muchas empresas van a la búsqueda de los puntos de producción menos caros, donde la legislación social, fiscal o medioambiental sea menos costosa, donde la mano de obra sea más explotable.

 

La confección textil es uno de los pilares económicos sobre los que se basa el desarrollo industrial de muchos países. Es uno de los sectores donde reina la competitividad.

Y mientras que en un extremo de la cadena, los beneficios se concentran en manos de unos pocos, en el otro extremo, las mujeres y hombres, o niños, que fabrican, dominan la explotación. Por ejemplo: en el caso de China, allí la situación es inquietante. Las condiciones de trabajo se aproximan a trabajos forzosos (no pueden salir de la fábrica más que tres veces por semana. Duermen a menudo en la fábrica, casi las 24 h vigilados por matones que no dudan en pegarles por incitarlos a trabajar más duro. Las contrataciones son ilegales, los horarios de trabajo extenuantes, bajos salarios, problemas de seguridad, castigos corporales, hay ausencia de libertad sindical,...) a pesar de la afirmación oficial del respeto  a la dignidad y a los derechos de los detenidos, sostenida por la ideología de la << reforma por el pensamiento>> y de la <<reeducación por el trabajo>>.

 

Aunque el trabajo forzado, ya no se practica sólo en sociedades donde continúan formas tradicionales de esclavitud, sino que también aparece en sectores económicos modernos.

De entre las violaciones de los derechos humanos, existe un número creciente al trabajo infantil (se refiere tanto a situaciones de niños que utilizan su tiempo libre para ayudar a sus padres en las faenas de casa, hacer los recados de la familia, vigilar los rebaños o ayudar en la granja, como situaciones de niños que trabajan para asegurar su supervivencia económica, hasta niños prostituídos o esclavos. Siempre se transforma en explotación cuando trabaja en condiciones que ponen en peligro su educación o que pueden perjudicar su integridad y su bienestar físico, mental, social o moral) porque es el niño trabajador que no tiene poder ni saber, esta dispuesto a obedecer y seguir en silencio el camino que se le ha impuesto; es este el pequeño, débil, pobre, ignorante, frente a los mayores, fuertes, ricos, sabios; es el niño trabajador, al quien el patrono sueña explotar libremente.

Muchas veces hacen servir la violencia, bien haciéndoles trabajar en máquinas o ritmos no adaptados, bien a través de castigos, la violencia física, sexual, de la que frecuentemente son víctimas las niñas.

 

“Para combatir el trabajo infantil se han tomado numerosas iniciativas, pero ninguna acción aporta una respuesta global.”

 

Un apartado que muestra un pequeño ejemplo de la esclavitud de los niños es “el reverso de la alfombra”: la <<servidumbre por deudas>> es una de las peores formas de esclavitud que aún hoy en día sobreviven en el mundo.

Para hacer frente a necesidades vitales, a un acontecimiento especial (boda, funerales,...) una familia pide prestado dinero, a un usurero que aplica unos tipos de interés muy elevados. Con la esperanza de devolver la deuda, uno o más miembros de la familia trabajan por cuenta de este usurero, o de otro patrono cómplice del sistema, pero el salario miserable que reciben no permite jamás a los trabajadores pagar al prestamista en los plazos establecidos. Peor aún, la deuda aumenta cada año y se transmite a los hijos y a los nietos. Así se han dado casos de gente obligada a trabajar para devolver una deuda que se remontaba a ocho generaciones.

Desde los seis años, algunos niños son <<confiados>> a patronos a cambio de una promesa de reducción de la deuda, pero a menudo, una vez alejado de su familia, el niño se convierte en una mano de obra explotable, y sus ingresos vuelven a los bolsillos del patrono para cubrir los gastos de alimentación y alojamiento.

 

“Son doscientos cincuenta millones de niños los que se ven obligados a trabajar en todo el mundo. Esto significa que de cada cuatro niños de entre 5 y 14 años, hay uno que trabaja.”

 

María Jutgla Guillem

La moda al desnudo

Carole Crabbé

La moda al desnudo es un libro que intenta explicar el mundo de la explotación laboral a la que se ven sometidas centenares de millones de personas.

            En este libro se ponen muchos ejemplos de las condiciones de muchos trabajadores, por ejemplo, nos habla de uno de los talleres que se dedican a coser pijamas para Walt Disney Company. El aire de donde se encuentran estos trabajadores está cargado de polvo, no hay ventilación, los trabajadores tienen un aspecto triste y fatigado ya que trabajan de 8 a 10 horas diarias de lunes a sábado, pero en periodos punta, deben trabajar también los domingos. En ocasiones se llegaba a trabajar hasta 7 domingos seguidos. El salario de estas personas no es ni la mitad de lo que se cree imprescindible para tener las necesidades básicas cubiertas.

 

            Carole Crabbé ha intentado, con este libro, que se sepan las pésimas condiciones de trabajo, muchas próximas al esclavismo que sufren familias enteras. También pone de manifiesto el por qué  de estas situaciones y cuales son o podrían ser las formas de paliarlo.

            En China muchas personas tienen condiciones de trabajo que se aproximan a los trabajos forzosos. Las fábricas en muchos casos parecen campos de concentración, de donde no pueden salir más que tres veces por semana. Duermen a menudo en la misma fábrica, trabajan vigilados por matones que no dudan en pegarles para incitarles a trabajar más duro. Viven en dormitorios de hasta 40 personas donde comparten la cama de dos en dos, y en muchos casos se les obliga a  hacer hasta 91 horas extras al mes, y muchos de los salarios no cubren ni un tercio de los gastos necesarios para las necesidades básicas.

            En muchas fábricas las obreras y obreros deben organizarse para defenderse, pero hay fábricas extranjeras en las que no está permitida la formación de un sindicato.

            En la industria de la confección hay un tipo de remuneración muy corriente que es el pago a destajo, es decir se paga por piezas realizadas. Muchas veces, incluso con el trabajo de un adulto experimentado no se pude lograr el salario mínimo, por lo que los trabajadores se ven obligados a hacer muchas horas extras al día. Además, este tipo de pago hace repercutir cualquier avería o dificultad de las máquinas sobre el trabajador y no sobre el patrono

            ¿Quién tiene la culpa de estas situaciones?. Todos participamos, unos se aprovechan, otros no tiene más remedio que aceptar esta situación, los gobiernos no aplican las leyes, y nosotros cerramos los ojos para no ver.

            Al principio de este libro se dice que hay muchas personas que estarían dispuestas a pagar un poco más por los productos que quieran comprar si con eso aseguraran que quienes los fabrican lo hacen en situaciones laborales dignas

            La mayor parte de la ropa que llevamos es fabricada bajo situaciones laborales inadmisibles.

            Hoy en día, distribuidores y marcas diseñan y venden. La producción se subcontrata, condicionada por la búsqueda del menor costo y de la mayor flexibilidad, de forma que las marcas se lavan las manos en cuanto a los salarios y a las condiciones que las subcontratas tengan a sus empleados. Pero, evidentemente, las marcas saben en que condiciones se encuentran estos trabajadores, ya que son estas las que pagan a estas empresas y las que ponen los plazos de entrega. Ante esto, las subcontratas intenta disminuir todo lo posible los costes de mano de obra.

            A las marcas, el recurso de las subcontratas les permite salir ganando en todos los aspectos: muchas van en búsqueda de los puntos de producción menos caros, donde la legislación social, fiscal o medioambiental sea menos costosa, donde la mano de obra sea más fácilmente explotable.

            Para atraer o conservar a sus clientes, las empresas se encuentran abocadas a aceptar pedidos que sobrepasan sus capacidades de producción, o que deben ser entregados en un plazo muy corto. Ello repercute directamente sobre el principal factor de producción que es la mano de obra.

            Los distribuidores y las marcas contribuyen a la presión que se ejerce sobre los costes de producción. Obligan a los proveedores a rebajar sus precios, y por tanto el de su mano de obra, para conseguir contratos. El recurso de la subcontratación favorece la explotación, ya que en el último escalón se encuentran una multitud de patronos a los que se les imponen unos precios de venta que no pueden conseguir si no es explotando a sus trabajadores

            El ejemplo de Nike: Desde el inicio, Nike basa su éxito en una imagen fuerte, en la publicidad, en conceptos técnicos nuevos y en la utilización sistemática de subcontratación, en búsqueda de los costes de producción más bajos. Nike desde el principio subcontrata su producción en Asia, primero en Japón, pero debido al alza de los salarios se ha ido trasladando sucesivamente hacia donde más le conviene económicamente hablando.

            C&A, según este libro, “ tiene un don especial para encontrar y aislar como subcontratados a los pequeños talleres que sufren dificultades financieras importantes, a quienes pone contra la pared imponiéndoles precios de ruina”.

            Pero esto no solo ocurre en el Tercer mundo, también ocurre en España y todavía más cerca de nosotros, en la Comunidad Valenciana, es el caso de las trabajadoras del calzado, donde más del 50% de las trabajadoras del sector no han tenido nunca un contrato ni han cotizado a la Seguridad Social.

            El sector de la confección podría ser una buena ocasión para acelerar el ritmo de industrialización de los países del Sur, ya que al diversificar sus exportaciones pueden romper su dependencia respecto al comercio de materias primas, pero con esos salarios tan bajos y esas condiciones laborales tan miserables, todas las esperanzas se quedan en nada. Pero en lugar de ser una ocasión fuerte de desarrollo, esta situación tiende a empeorar las condiciones de trabajo y presiona sobre los logros sociales y los derechos fundamentales de los trabajadores. Además todo se exporta, ya que estos países tienen la necesidad de “encontrar las divisas de pago de su deuda”.

            Esta autora también quiere hacer hincapié en que los intereses de los trabajadores del tercer Mundo coinciden con los nuestros.

         Al igual que hay explotación de mano de obra adulta, los niños también son explotados. La lógica que conducen a la explotación de unos sirve también para los otros, es decir, se busca la mano de obra barata, dócil y maleable, que disponen de pocos derechos legales y puede ser despedida sin indemnizaciones.

            Se calcula que hay alrededor de unos250 millones de niños trabajadores en edades comprendidas entre los 5 y los 14 años.

            Una de las causas del trabajo infantil es la escasa remuneración que reciben los adultos en su trabajo, es decir, si a los adultos se les diera un sueldo digno, y con el pudieran estar cubiertas las necesidades básicas de toda la familia, los niños no tendrían la necesidad de ir a trabajar para poder ayudar a su familia a sobrevivir.

            Otras de las formas de trabajo próximas a la esclavitud que se utilizan es la servidumbre por deudas. Para hacer frente a las necesidades vitales o a un acontecimiento especial como una boda o un funeral, una familia pide prestado una cantidad de dinero a un usurero que tiene unos intereses muy altos. Con la esperanza de devolver la deuda, uno o varios miembros de la familia comienzan a trabajar para esta persona, pero el miserable salario no permite poder saldar la deuda, y esta va aumentando año tras año.

            Desde la edad de seis años, algunos niños son “confiados” al patrono a cambio de una promesa de reducción de la deuda, pero a menudo, una vez alejado de su familia, el niño se convierte en una mano de obra totalmente explotable, y sus modestos ingresos acostumbran a regresar a las manos del patrono por los gastos de alimentación.

            Es complicado acabar con todo esto, pero no nos podemos quedar sentados. Un primer paso sería exigir una aplicación más rigurosa por parte de todos los Estados de los derechos humanos, los derechos de los trabajadores y los derechos de los niños. Otro apartado importante a tener en cuenta es el de la prevención, ya que como he dicho antes, si una familia tuviera un sueldo suficiente para cubrir sus necesidades, no mandarían a los niños a trabajar.

La autora de este libro no cree que un boicot sea una solución, al contrario, cree que se haría que las familias trabajadoras se arruinaran todavía más. No se trata de que no trabajen, se trata de que tengan unas condiciones y un sueldo mejor.

 

            Por último en este libro habla de una presión hacia las marcas para que se preocupen en mejorar las condiciones y los salarios de esos trabajadores que fabrican sus ropas u objetos.

            En las últimas páginas podemos encontrar asociaciones que trabajan en estos temas. Tenemos “Comercio justo” que son redes de venta de productos artesanales y alimenticios procedentes de productores del Sur. Son principalmente redes de ciudadanos comprometidos en la promoción de un consumo más equitativo entre Norte y Sur, respetuosos con la dignidad del hombre y mujeres que fabrican

            También podemos encontrar otras asociaciones como la ONG SETEM. Esta ONG tiene una de sus oficinas en Valencia.

 

DARRERE