José Romagosa y Gotzens N. en Olesa de Monstserrat en 1820. M. en Valencia en 1868.
José Romagosa realizó los estudios secundarios en Barcelona y en 1834 se trasladó a Madrid como preceptor del hijo de un noble. En la capital se formó como botánico y estudió medicina y cirugía en el Colegio de San Carlos. Podemos considerarle como discípulo de uno de los cirujanos más destacados del momento, Joaquín Hysern, del que fue ayudante. Obtuvo el título |
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en 1842. Tras una breve estancia en Sigüenza, fue nombrado catedrático de anatomía topográfica, patológica y clínica quirúrgicas, y vendajes, del Colegio de Prácticos del Arte de curar, de Zaragoza, en 1844. Al año siguiente se trasladó a Valencia donde ocupó la cátedra de clínica quirúrgica hasta su muerte en 1868. Fue seguidor de la mentalidad anatomoclínica que aplicó tanto a su actividad docente como a la práctica quirúrgica. Como enseñante, recurrió al método francés, es decir, presentaba casos clínicos propios que se acompañaban comúnmente de la correspondiente autopsia. Reunió una excelente colección de piezas anatomopatológicas También mostró interés por la anatomía patológica microscópica que incorporó a sus trabajos sobre los tumores y que tuvo reflejo en la enseñanza en 1846 y 1847. Fue un hábil cirujano que logró prestigio en los círculos profesionales y le confirió mucha popularidad en la sociedad valenciana de la época. Mejoró el procedimiento de amputación ideado por Diego de Argumosa que utilizaba un colgajo triangular único anterior, que caía sobre los bordes de la incisión circular, cubriendo la tibia. Romagosa, para evitar que este colgajo se necrosara, modificó la línea de incisión cutánea en forma de muesca, haciendo desaparecer el repliegue anterior, una de las causas frecuentes de necrosis. |