Manuela Solís
A finales del siglo XIX en la
Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia había
matriculados unos quinientos estudiantes. Entre éstos
sólo tres mujeres: las valencianas Concepción Aleixandre
y Manuela Solís Clarás, que se graduaron en 1889,
y la murciana Sinesia Pujalte Martínez, que abandonó
sus estudios en quinto de carrera. Las dos primeras
se dedicaron a la tocoginecología, campo en el que desarrollaron
una notable actividad. Concepción obtuvo una plaza en
el Hospital de la Princesa de Madrid. Publicó varios trabajos
sobre divulgación sanitaria y sobre obstetricia. Más
tarde fue la responsable de una sección de orientación
feminista de la revista La medicina social española (1916-1920).
Manuela Solís completó su formación en varios
hospitales de Madrid y de París. Publicó el libro
Higiene del embarazo y de la primera infancia (1907-1908) que
dedicó a Peregrín Casanova y que lleva prólogo
de Santiago Ramón y Cajal.
Prólogo de Santiago Ramón
y Cajal al libro de Manuela Solís, Higiene del embarazo
y de la primera infancia (1907-1908).
«Con ocasión de
la publicación de este libro, mi estimada amiga y discípula
la Doctora Doña Manuela Solís, nos ruega llena
de modestia, que hagamos su presentación al público,
y nosotros, aunque ajenos a la especialidad que con tanto honor
y lucimiento cultiva dicha doctora, aceptamos gustosísimos
el honroso cometido. Porque cuando el afecto y la cortesía
no tuvieron fuerza de obligarnos, hay una consideración
que nos decidiría siempre en este caso a complacer a la
autora: nuestra debilidad hacia nuestros discípulos y
singularmente hacia aquellos cuyo talento, aplicación
y probidad profesional honran y enaltecen a los profesores.
Personas hay de cuya actividad científica y buena orientación
fiamos tanto que corremos de buen grado el riesgo de encomiarlas
a priori, es decir, sin conocer o conociendo superficialmente
sus obras. Una de ellas es la Doctora Solís. Habiendo
seguido paso a paso su carrera académica y profesional,
sus envidiables tiempos nunca nos cogieron de sorpresa.
Modelo de estudiantes celosos y aplicados en Valencia, donde
tuvimos la honra de enseñarle Anatomía, sólo
tuvo en los exámenes notas de sobresaliente, debidas no
a la galantería sino a severa y estricta justicia; Licenciado
en Medicina, lejos de abandonar el estudio perfeccionó
en Madrid sus conocimientos practicando asiduamente en el Instituto
Rubio (Hospital de la Princesa) bajo la dirección de ilustres
especialistas, entre los que se contaba al Doctor Gutiérrez;
Doctora en Medicina, honrosa investidura que alcanzó tras
lúcidos ejercicios, no se juzgó todavía
suficientemente instruída en la especialidad obstétrica
y pasó a París, en cuyos grandes hospitales recibió
las sabias lecciones de tocólogos y ginecólogos
tan ilustres como MM. Pinard, Tarnier, Varnier, Pozzi y otros,
quienes la iniciaron en las minucias de la asepsia y antisepsia
obstétricas y en todas las modernas conquistas del arte
de partear.
Fruto de tan larga y concienzuda preparación es el presente
libro, en donde ha puesto su autora cuanto le sugirieron a la
luz de un sano y elevado criterio quince años de activa
práctica profesional y copiosa y bien escogida lectura.
El libro actual es labor de popularidad científica. No
se dirige al estudiante ni al médico, antes bien a la
mujer y sobre todo a la madre. En él, según advertirá
el lector, no se ha propuesto la doctora valenciana redactar
una obra de Obstetricia, ni siquiera de Higiene de la primera
infancia, sino reunir en corto espacio, con destino al hogar,
todos aquellos consejos, reglas y advertencias conducentes a
conservar y fortalecer la salud de la mujer durante el embarazo
y el puerperio y a evitar al nuevo ser encanijamientos, desarreglos
y enfermedades que son por lo común funesta consecuencia
de las rutinas, preocupaciones e ignorancias de la madre de familia.
Y como escritora discreta y conocedora de su público,
la Sra. Solís expone sus consejos en un lenguaje llano,
correcto, exento de tecnicismos y pedanterías y según
un plan y orden excelentes.
Pocas veces con tanta razón como ahora puede decirse que
un libro viene a llenar un vacío; porque en efecto no
existe en España ninguna obra semejante y aún sería
difícil hallar algo parecido en el extranjero. Felicito,
pues, muy cordialmente a mi antigua discípula por su excelente
publicación y felicito también a las madres de
familia que dispondrán ahora, gracias a la feliz iniciativa
de la Doctora Solís, de una guía inestimable para
el cumplimiento de las delicadas y trascendentales funciones
de la maternidad. Bien es verdad que a tan noble y utilísima
empresa sólo podría dar cima y término feliz
quien como Doña Manuela Solís ciñe la triple
corona de Doctora, de esposa y de madre.S.R. Cajal»

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