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1040 - 1079 (Canción)
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Entran Isabela y Laureta


ISABELA

      ¡Dichosa pastorcilla,
      que, del Tajo en la orilla,
por ella más que por su arena rico,
      viste, sincera y pura,
      blancura de blancura,
nieve el pecho y armiños el pellico,
y al viento suelta el oro encordonado
cuando vestirse quiere de brocado!
1047
El tajo es más rico por tener la pastorcilla en su orilla que por el oro de su arena. La piel del armiño era modelo de blancura. La pastorcilla viste la blancura de su pellico de armiños (en plural, porque para hacer una prenda hace falta la piel de muchos armiños) sobre la blancura de su pecho. Sintácticamente tenemos dos acusativos de relación: Viste nieve [en] el pecho y armiños [en] el pellico. El oro encordonado son sus trenzas. La pastorcilla se hace trenzas cuando quiere vestir de brocado. Brocados eran los tejidos de seda adornados con hilo de oro.
      A sombras de un aliso,
      que al ruiseñor ya quiso
servir de jaula de sus dulces quejas,
      después que han argentado
      de plata el verde prado,
reduce a sus rediles sus ovejas,
do las ordeña, compitiendo en vano
la blanca leche con la blanca mano.
1055
[Descansa] a sombras de un aliso que quiso servir de jaula a las dulces quejas de un ruiseñor, [y] después de que las ovejas han plateado el prado con su lana, las reduce [las lleva de vuelta] a sus rediles, do[nde] las ordeña y la blanca leche compite en vano con su mano blanca.

Anacoluto: Notemos que no tiene sentido considerar "a sombras de un aliso" como complemento de "argentado" ni de "reduce".
      Sus pies la Primavera
      calzados, la ribera
de perlas siembra, el monte de esmeraldas.
      Síguenla los pastores
      coronados de flores,
porque a sus pies les deben sus guirnaldas;
y, siervos coronados, pagan ellos
sus libres pasos a sus ojos bellos.
1063
Los pies de la pastorcilla calzan la Primavera, pues donde ella pisa crecen flores. A su paso, deja un rastro de perlas en la ribera del río, y de verde hierba en el monte. Los pastores se coronan de flores porque son flores surgidas de sus pies.
En la antigua Roma, los esclavos en venta se adornaban con flores, por eso dice "siervos coronados". Los pastores, prendados por los ojos de la pastorcilla, se ven forzados a seguirla, pierden la libertad de sus pasos, que se la entregan a sus ojos.
      ¡Pastorcilla dichosa,
      si ya la hizo esposa
dulce propria elección, no fuerza ajena!
      Al de plumas lozano
      avestruz africano,
que vuela rey en su desnuda arena,
menosprecia la tórtola, y en suma,
más arrullos escoge, y menos pluma.
1071
Una mujer no quiere un novio rico y elegante, un buen partido, como el pomposo avestruz, sino alguien que la quiera. Las parejas de tórtolas tienen fama de arrullarse como tiernos enamorados.
      Yo, pobre de ventura,
      de caduca hermosura
rica, si bien nacida y bien dotada,
      plumaje diferente
      de pretendido ausente,
o pretensor vecino, tendré en nada,
si a los arrullos de Camilo un robre
tálamo ofrece alegre, y lecho pobre.
1079
Yo, pobre en cuanto a la suerte, rica de hermosura, a pesar de ser de buena familia y contar con una buena dote, despreciaré el plumaje diferente [el plumaje del avestruz, de una especie diferente a la mía, es decir, la buena posición social] de un pretendido ausente [Lelio, al que llama pretendido (pasivo) en lugar de pretendiente (activo) porque su padre, Octavio, quiere casarla con él, aunque él no da muestras de pretenderla] o de un pretensor vecino [= pretendiente, (activo),  pues Fabio sí que está dando muestras de interés por casarse con ella] si puede vivir con Camilo [que la arrulle como hacen las tórtolas] aunque sea en el hueco de un pobre roble que les sirva de lecho y de tálamo.


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