LAS FIRMEZAS DE ISABELA (ANTECEDENTES)

En esta página se explican los sucesos acaecidos antes de que empiece la obra y que se van revelando paulatinamente a lo largo de la comedia. El esquema siguiente contiene los personajes. Los que están en rojo se mencionan, pero no aparecen en escena. La última línea corresponde a los criados. Las líneas verdes indican relaciones sentimentales que finalmente prosperan, mientras que las rojas son relaciones unilaterales o ficticias que finalmente fracasan. Las líneas azules indican amistad.


Los antecedentes de la trama se remontan a dos años antes del momento en que se alza el telón. Un joven y rico mercader toledano llamado Fabio conoce en una feria a otro joven granadino llamado Marcelo, hijo de otro rico mercader llamado Emilio. Concluidos sus negocios, decidieron hacer turismo, visitaron Sevilla y luego Marcelo invitó a Fabio a su casa en Granada. Allí cayó enfermo y fue atendido amablemente por Marcelo, por su padre, Emilio, y, sobre todo, por su hermana Cintia. Cuando se recuperó volvió a Toledo.

Luego Marcelo cayó en las redes de una granadina llamada Livia, que andaba buscando un buen partido y logró engatusarlo para que le firmara una "cédula" por la que se comprometía a casarse con ella. Sin embago, Livia tenía un amante al que no le hizo gracia que su pareja le dejara por otro más rico. Éste provocó una pelea con Marcelo, resultó malherido y murió a los pocos días. La madre del difunto y sus dos hermanos querían vengarse de Marcelo, que optó por huir y pedir asilo en la casa de Fabio, donde fue bien recibido, en justa compensación por los cuidados que Fabio había recibido en casa de Marcelo.

Emilio, el padre de Marcelo, se puso en contacto con Livia, que reclamaba el matrimonio pactado (so amenaza de deshonra pública de Marcelo), pero no tardó en aclarar que por una cuantiosa suma estaría dispuesta a olvidarlo todo y devolver el documento. Así, Emilio se dispuso a negociar tanto con Livia como con los hermanos de su difunto amante.

Mientras tanto, Marcelo se enamoró de Violante, la hermana de Fabio, y Violante se enamoró también de él, pero Marcelo no consintió en dar un paso en esa dirección, puesto que no sabía si finalmente se vería obligado a casarse con Livia, y además, declarar su amor por una mujer con la que había convivido varias semanas sería motivo de deshonra para ella y Fabio podría concluir con razón que Marcelo había abusado de su hospitalidad. Precisamente, la obra comienza con un monólogo en el que Marcelo expresa su sentimiento de culpa por el amor que siente por Violante.

Cerca de la casa de Fabio vive Octavio, otro rico mercader, que mantenía relaciones comerciales desde hacía más de treinta años con un cuarto (y no menos rico) mercader sevillano llamado Galeazo. Aunque nunca se habían encontrado personalmente, decidieron unir sus fortunas casando a sus hijos: Lelio e Isabela, pero Lelio no estaba dispuesto a casarse con una mujer que no conocía para servir a los intereses de su padre, así que le dijo a éste que antes de casarse quería hacer un viaje por España y visitar sus ciudades. Salió de Sevilla, pero se dirigió directamente a Toledo, donde no le conocía nadie. Hizo indagaciones y se enteró de que Fabio pretendía a Isabela, y esto le hizo plantearse si Isabela le correspondía. Para averiguarlo, se hizo contratar como cajero por Octavio, bajo el nombre falso de Camilo. Además, logró que su criado Tadeo entrara a servir en casa de Fabio. Mientras tanto, Isabela se enamoró de Camilo, pero la facilidad con la que su prometida se había enamorado de un cajero recién llegado hizo temer a Lelio-Camilo que Isabela fuera demasiado inconstante, de modo que casándose con ella podría poner en riesgo su honor. Por ello determinó poner a prueba su firmeza, de donde viene el título de la comedia.

Por otra parte, Violante tiene el proyecto de casar a su hermano Fabio con una amiga suya llamada Policena. Fabio no está interesado, pues, ciertamente, aunque su hermana no lo sepa, tiene los ojos puestos en Isabela. Las costumbres de la época exigen que Fabio no pida directamente a Octavio la mano de Isabela, sino a través de un intermediario, y así se lo ha propuesto precisamente a Camilo, en una primera entrevista en la que Camilo no se ha comprometido a nada. Pensando en cómo persuadir a Camilo para que pida a Octavio en su nombre la mano de Isabela, a Fabio se le ocurre la idea de ofrecer a su vez a Camilo la mano de Violante, y al inicio de la comedia Fabio se dispone a reunirse de nuevo con Camilo con este fin: para ofrecerle la mano de Violante y una sustanciosa dote si él consigue que Octavio le conceda la mano de Isabela.

En el esquema anterior aparecen tres nombres que no intervienen en estos antecedentes: Laureta es una criada de Isabela que terminará emparejada con Tadeo, Donato es un criado de Emilio y Belisa es un personaje ficticio, presunta prometida de Camilo, que se inventará Lelio como parte de su plan de poner a prueba a Isabela.