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Si a un
leño, conducidor de la conquista o del hurto de una piel, fueron los dioses remuneradores justos, |
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a un bajel
que pisa inmóvil un Mediterráneo enjuto con los suspiros de un Sol bien le deberán coluros. |
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Tus bordes
beso piloto, ya que no tu quilla buzo, si revocando su voz favorecieres mi asumpto.» |
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