- Prosificación: Senos que
ignora aun la golosa cabra, sudando néctar, lambicando olores,
me guardan más corchos que flores liba inquieta [y] labra
ingeniosa [cualquier] abeja; árboles mayores me ofrecen
troncos cuyos enjambres, o los abra el abril o los desate el
mayo, destilan ámbar e hilan rayos del sol en ruecas de oro.
- Observaciones: Polifemo
describe dos tipos de colmenas: colmenas artificiales,
construidas con troncos de alcornoque (corchos) y que tiene
ocultas en cavidades a las que no llegan los animales golosos,
y colmenas naturales que construyen las abejas en troncos de
árboles. De ambas dice que rebosan miel. De las primeras,
concretamente, dice que las cavidades que las guardan difunden
olores y sudan néctar, pero aquí no podemos entender "néctar"
en su sentido usual del líquido a partir del cual las abejas
fabrican la miel, sino en el sentido de "bebida deliciosa" (el
néctar era la bebida de los dioses), en referencia a la miel
ya fabricada. De las segundas, ya sea en abril [cuando
empiezan a salir las abejas] o en mayo [cuando ya están por
todas partes], salen en enjambres a fabricar miel (a destilar
ámbar). Para describir estas colmenas naturales rebosantes de
miel Góngora usa una metáfora más elaborada: Las abejas
fabrican tanta miel que ésta rezuma e impregna los troncos
formando hilos que parecen el ámbar (la resina) que exudan
algunos árboles. Más aún, los panales dorados, iluminados por
el sol, parecen ruecas de oro que hilan rayos del sol
(que convierten en hilos de ámbar los rayos del sol).
La imagen de la izquierda muestra una rueca primitiva, que
Góngora compara con una colmena como la que se ve en la foto
de la derecha. No es cierto que las abejas permitan que la
miel rebose de sus panales, pero la imagen de colmenas
rebosando miel tiene antecedentes en la literatura clásica que
Góngora toma a menudo como modelo. La imagen que describe
Góngora sería la de una colmena como la de la foto, iluminada
por el sol, de la que chorrean hilos de miel como el hilo que
sale de la rueca en la imagen de la izquierda, y que se
asemejan a los hilos de resina que chorrean de otros árboles.
Comentarios:
Polifemo describe sus riquezas con meticuloso detalle y
hermosas metáforas. Se trasluce una vez más la imagen de un
esmerado pastor, hortelano y apicultor, enamorado y orgulloso de
su trabajo.
Notemos que la estrofa contiene muchos hipérbatos, pero son
suaves, de los habituales en poesía, y que en modo alguno
impiden una lectura fluida.