- Prosificación:
Aquí
le interrumpieron su horrenda voz [aunque] no su dolor interno, cuantas
cabras, vagas el pie, sacrílegas el cuerno, se atrevieron a Baco
en sus plantas. Mas viendo el fiero pastor conculcado [hasta] el
pámpano
más tierno, despidió él tantas voces y la honda
[despidió]
tantas piedras, que [éstas] penetraron el muro de las hiedras.
- Observaciones: "Aquí"
tiene valor temporal: en este punto del discurso.
Baco es el dios del vino y sus plantas son las vides. Las cabras
ofendieron
a Baco en sus plantas, es decir, pisotearon las vides de Polifemo.
Las expresiones "vagas el pie" y "sacrílegas el cuerno" son
acusativos
de relación, aunque no exactamente del tipo explicado en las
estrofas XVI o XXIV. Un
acusativo
de relación
típico, como "coronado la cabeza", puede interpretarse como
"coronado
en lo que respecta a la cabeza", y esto da lugar a una clase más
amplia de acusativos de relación, como "vagas en lo que respecta
a los pies" o "sacrílegas en lo que respecta a los cuernos". Las
cabras caminaban con los pies vagos (sin rumbo) y usaron los cuernos
para
hacer caer los racimos de uvas (y sus cuernos cometieron así
sacrilegio).
El muro de las hiedras es el que ocultaba a Acis y Galatea (estrofa XXXIX)
Comentarios:
El narrador retoma la palabra y se inicia el desenlace.
El primer verso resume el drama del cíclope:
Su horrenda voz, no su
dolor interno ...
Polifemo sufre y nadie comprende su dolor interno a causa
de su monstrusidad externa, tal como su horrenda voz.
Su canto se interrumpe porque algo sorprende al gigante. Los "oscuros"
acusativos de relación reflejan la confusión de Polifemo
hasta que descubre a las cabras. Cuando comprende lo que está
pasando,
se enfurece, y su furia trastoca hasta el orden de las palabras:
Mas, conculcado el pámpano
más tierno
viendo el fiero pastor, ...
Luego viene la lluvia de piedras:
... voces él tantas,
y tantas despidió la honda
piedras,
Notemos la repetición tantas
... tantas, así como la disyunción que enfatiza la
palabra piedras, al dejarla al final del verso.
Por último, la chispa que desencadena la tragedia:
que el muro penetraron
de las hiedras.