ANTERIOR
197 - 211 SIGUIENTE

Muda, la admiración habla callando,
y, ciega, un río sigue, que luciente
de aquellos montes hijo,
con torcido discurso, aunque prolijo,
200 
tiraniza los campos útilmente:
Orladas sus orillas de frutales
si de flores tomadas no a la roca,
202 
202a
derecho corre mientras no revoca
los mismos autos el de sus cristales;
huye un trecho de sí, alcánzase luego,
desvíase y, buscando sus desvíos,
errores dulces, dulces desvaríos,
202f
hacen sus aguas con lascivo juego;
engazando edificios en su plata,
de quintas coronado, se dilata
206 
206a
majestuosamente
(en brazos dividido caudalosos
de islas que paréntesis frondosos
al período son de su corriente)
de la alta gruta donde se desata
hasta los jaspes líquidos, adonde
209 
210 
su orgullo pierde y su memoria esconde.
Comentarios:

Para transmitir la sensación de bienestar que produce la contemplación del paisaje, Góngora sazona sus versos con alusiones humorísticas. Algunas de ellas fueron censuradas por sus amigos, que no las consideraban apropiadas para un poema serio. Finalmente lograron persuadirlo para que las sustituyera por un pasaje más formal, pero también más soso:

Orladas sus orillas de frutales
quiere la Copia que su cuerno sea,
si al animal armaron de Amaltea
diáfanos cristales;
205
engazando edificios en su plata,
de muros se corona,
rocas abraza, islas aprisiona,
de la alta gruta donde se desata
hasta los jaspes líquidos, adonde
210
su orgullo pierde y su memoria esconde.

Júpiter fue criado por las ninfas Adrastea y Melisa a escondidas de su padre, Saturno, quien creía haberlo devorado. Fue alimentado por la leche de la cabra Amaltea, a la que le rompió un cuerno mientras jugaba. Melisa recogió el cuerno y cuando, más tarde, Júpiter se convirtió en dueño del Olimpo, como muestra de agradecimiento a las ninfas que lo cuidaron, convirtió al cuerno en el Cornu copiae, (el cuerno de la abundancia), del que salía cuanto su poseedor deseaba.

Góngora dice que el río era como el cuerno de la abundancia (por los dondes con que obsequiaba a las tierras de su margen) y matiza: si es que la cabra de Amaltea tuvo como cristales como cuernos. La versión original es, sin duda, mucho más expresiva.

ANTERIOR
ÍNDICE
SIGUIENTE