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Vence la noche al fin, y triunfa mudo el silencio, aunque breve, del ruido. Sólo gime ofendido el sagrado laurel, del hierro agudo.	690
Deja de su esplendor, deja desnudo, de su frondosa pompa al verde aliso el golpe no remiso del villano membrudo. El que resistir pudo	695
al animoso Austro, al Euro ronco, chopo gallardo, cuyo liso tronco papel fue de pastores, aunque rudo, a revelar secretos va a la aldea que impide Amor que aun otro chopo lea.	700
Estos árboles, pues, ve la mañana, mentir florestas y emular viales, cuantos muró de líquidos cristales agricultura urbana.

Prosificación: Al fin vence la noche y el silencio, aunque breve, triunfa mudo de [sobre] el ruido. Sólo gime el sagrado laurel, ofendido del hierro agudo. El golpe no remiso del villano membrudo deja al verde aliso desnudo de su esplendor, de su frondosa pompa. El chopo gallardo, que pudo resistir al animoso Austro, al Euro ronco, cuyo liso tronco fue papel de pastores, aunque rudo, va a la aldea a revelar secretos que Amor impide que lea aun otro chopo. La mañana ve, pues, estos árboles mentir florestas y emular [tantos] viales cuantos muró [la] agricultura urbana de líquidos cristales.
Observaciones: Un triunfo suele ser sonoro, es decir, algo notorio y que causa revuelo, pero el silencio triunfa mudo, pues se impone poco a poco, casi inadvertidamente. Es breve, porque la fiesta termina cuando quedan pocas horas para el amanecer. En el silencio de la noche sólo se oye el laurel (sagrado porque está consagrado a Apolo) que cruje mientras es atacado por el hacha. El chopo, que resistió a los vientos y cuyo tronco sirvió para que los pastores grabaran secretamente en ellos los nombres de sus amadas, va a la aldea a revelar estos amores que Amor no había permitido hasta entonces que leyeran ni siquiera los otros chopos. Los aldeanos disponen los árboles talados como adornos. Así, éstos mienten florestas (fingen ser florestas, aunque no lo son, porque las florestas son arboledas naturales) y emulan viales (que son calles flanqueadas por árboles). La jardinería (agricultura urbana) ha construido hermosos jardines con caminos bordeados por muros de agua (fuentes), y el arreglo dispuesto por los aldeanos compite en belleza con todos esos jardines.

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