Suspiros
tristes,
lágrimas
cansadas, que lanza el corazón, los ojos llueven, los troncos bañan y las ramas mueven de estas ramas a Alcides consagradas; |
Mas del
viento las fuerzas
conjuradas, los suspiros desatan y remueven, y los troncos las lágrimas se beben, mal ellos, y peor ellas derramadas; |
Y aun de mi
tierno rostro aquel
tributo que dan mis ojos, invisible mano de sombra o viento me lo deja enjuto, |
porque
alquel ángel
fieramente
humano no crea mi dolor, y así es mi fruto llorar sin premio y suspirar en vano. |