(1582)

Al tramontar del sol, la ninfa mía,
de flores despojando el verde llano,
cuantas troncaba la hermosa mano,
tantas el blanco pie crecer hacía.
Ondeábale el viento que corría
el oro fino con error galano,
cual verde hoja de álamo lozano
se mueve al rojo despuntar del día;
mas luego que ciñó sus sienes bellas
de los varios despojos de su falda
-término puesto al oro y a la nieve-,
juraré que lució más su guirnalda
con ser de flores, la otra ser de estrellas,
que la que ilustra el cielo en luces nueve.

Notas:

vv. 9-14:  Mas despues de que se puso en la frente las flores (despojos) que había ido recogiendo en su falda, marcando con ello una frontera entre el oro de su pelo y la nieve de su frente, juraré que su guirnalda lució más que la que ilustra el cielo en nueve luces, a pesar de ser de flores y la otra de estrellas. Alude a la corona de Ariadna, que es una constelación formada por nueve estrellas.