ANTERIOR
LAS INSURRECCIONES SUDAMERICANAS I
SIGUIENTE

Las noticias sobre la situación en España llegaban de forma confusa e incompleta a las colonias americanas, y no faltaron los que supieron sacar provecho de tal estado de confusión. Los primeros incidentes habían surgido en el virreinato del Río de la Plata, donde el gobernador de Montevideo había usado la técnica de cuestionar la legitimidad del virrey para desafiar su autoridad. Sin embargo, esto fue una trama de poca monta en comparación con las que se estaban urdiendo. Otra trama de más altura era el intento de los portugueses de controlar las colonias españolas al amparo de los presuntos derechos de Carlota Joaquina de Borbón, la hermana del rey Fernando VII, que suscitó inmediatamente los recelos de quienes llevaban años resistiendo a los intentos de expansión de Brasil. En especial, tal proyecto causó alarma en la región de Charcas, en el Alto Perú (la región al sur del virreinato del Perú que a la sazón dependía del virreinato del Río de la Plata), cuyas principales capitales eran Potosí, La Paz y Chuquisaca, que era la sede de la Real Audiencia de Charcas. Así, el 25 de mayo de 1809 se produjo una revuelta en Chuquisaca contra Ramón García de León y Pizarro, el presidente de la Real Audiencia, al que se acusaba de ser carlotista. Los insurgentes constituyeron una Junta de Gobierno en nombre del rey Fernando VII. Desde Chuquisaca partieron diversos emisarios con el fin de propagar la revuelta por la región.

El 31 de mayo murió en Viena el compositor Franz Joseph Haydn. Tres años atrás había hecho imprimir unas tarjetas para declinar las invitaciones que recibía, en las que figuraba un fragmento de una de sus canciones: Todas mis fuerzas se han ido, soy viejo y estoy cansado.

El 5 de junio el parlamento sueco eligió como nuevo rey a Carlos XIII, tío de Gustavo IV Adolfo, quien aceptó una constitución liberal.

En España, la Junta Suprema decidió terminar con el conflicto en el Río de la Plata nombrando un nuevo virrey, Baltasar Hidalgo de Cisneros, que al llegar a Montevideo fue reconocido por el gobernador Francisco Javier de Elío, el cual disolvió la Junta de Gobierno que había organizado. Cisneros indultó a los desterrados por el intento de deposición de Liniers.

El 10 de junio el Papa Pío VII excomulgó a Napoleón en la bula Quum memoranda.

Beauharnais perseguía al ejército austríaco, al que había expulsado de Italia, y el 14 de junio lo derrotó en Raab, en Hungría. Desde allí se dispuso a reunirse con Napoleón, que seguía en Lobau.

El 29 de junio tuvo lugar la coronación de Carlos XIII como rey de Suecia. El nuevo monarca se convirtió en un títere del parlamento y, como no tenía descendencia, se le obligó a adoptar al duque danés Cristián Augusto de Augustenborg, que, como príncipe heredero, adoptó el nombre de Carlos Augusto. Por su parte, el derrocado Gustavo IV Adolfo abandonó el país con su familia y, tras una breve estancia en Dinamarca, se instaló en Baden, la tierra de su esposa.

Cuando Napoleón hubo recibido suficientes refuerzos, hasta haber reunido un total de 180.000 hombres, se dispuso a atacar de nuevo a los austríacos. El 5 de julio tuvo lugar la batalla de Wagram, que se prolongó hasta el día siguiente.

Esa misma noche, en Roma, el general Etienne Radet asaltó con un millar de hombres el palacio del Quirinal, donde se encontraba el Papa Pío VII. Se presentó ante él y le conminó a renunciar a su soberanía sobre los Estados Pontificios. Después de haberlo escuchado, el Papa, aludiendo la cena que tenía preparada, que consistía en dos simples platos de pescado, contestó: Señor, un soberano que no necesita para vivir más que un escudo por día no es un hombre fácil de intimidar. Radet insistió en sus peticiones, y el Papa contestó con unas palabras célebres: "Non possiamo, non dobbiamo, non vogliamo." (No podemos, no debemos, no queremos.) Ante esta negativa, Radet se lo llevó prisionero. Después de pasar por varios lugares de confinamiento, terminó en Savona. Al parecer Radet había actuado por iniciativa propia, pero Napoleón no puso objeciones cuando fue informado de estos hechos.

El 6 de julio, en el transcurso de la batalla de Wangram, el mariscal Bernadotte se retiró de una posición contraviniendo las órdenes de Napoleón, y éste, enfurecido, lo expulsó del ejército. Pese a este incidente, los franceses obtuvieron una victoria rotunda. Sin embargo, su ejército estaba demasiado agotado como para impedir la huida de los autríacos. La vanguardia francesa, dirigida por el general Auguste Marmont, dio alcance a los austríacos el 10 de julio en Znaim, en Bohemia. Aunque contaba únicamente con 10.000 hombres, decidió atacar a los 47.000 austríacos para frenar su huida. Resistió en una situación delicada hasta que el 11 de julio llegó Massena con refuerzos y horas más tarde llegó el propio Napoleón. Finalmente los austríacos pidieron un alto el fuego y Napoleón accedió.

La revuelta de Chuquisaca prendió en La Paz el 16 de julio, donde se formó una Junta Tuitiva de los derechos del Rey y del Pueblo, que el 22 de julio aprobó un Plan de Gobierno. Sin embargo, a pesar de su nombre, esta Junta pronto se olvidó del rey y adoptó un discurso abiertamente independentista, como se pone de manifiesto en una proclama que emitió unos días más tarde:

Compatriotas: Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria; hemos visto con indiferencia por más de tres siglos sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tiranía de un usurpador injusto que, degradándonos de la especie humana, nos ha mirado como a esclavos; hemos guardando un silencio bastante parecido a la estupidez que se nos atribuye por el inculto español, sufriendo con tranquilidad que el mérito de los americanos haya sido siempre un presagio de humillación y ruina. Ya es tiempo, pues, de sacudir yugo tan funesto a nuestra felicidad, como favorable al orgullo nacional español. Ya es tiempo, en fin de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el menor título y conservadas con la mayor injusticia y tiranía. Valerosos habitantes de La Paz y de todo el Imperio del Perú, revelad vuestros proyectos para la ejecución; aprovechaos de las circunstancias en que estamos; no miréis con desdén la felicidad de nuestro suelo, ni perdáis jamás de vista la unión que debe reinar en todos, para ser en adelante tan felices como desgraciados hasta el presente. 

Aunque podría parecer que estas palabras denunciaban la opresión de los indígenas americanos a manos de los españoles, lo cierto es que los promotores de las revueltas no eran indígenas, sino criollos, es decir, los descendientes de españoles nacidos en América, que constituían una clase social superior a la de los mestizos y los indios, pero supeditada a los españoles enviados desde la metrópoli para ocupar todos los cargos relevantes. Fueron mayoritariamente los criollos los que se encontraron la oportunidad de utilizar el vacío de poder en España para lograr una independencia que los situaría a ellos en la cumbre de la pirámide social americana, a la vez que les libraría de los monopolios comerciales que España imponía a sus colonias con grave perjuicio económico para éstas.

El ejército británico de Arthur Wellesley había expulsado de Portugal al ejército francés de Soult y había pasado a España, donde sus 20.000 hombres se unieron a los 33.000 del general Cuesta. Juntos remontaron el Tajo hasta Talavera de la Reina, donde el 25 de julio se encontraron con 50.000 franceses dirigidos por el mariscal Victor y el propio rey José I. Wellesley propuso un ataque, pero Cuesta se negó en redondo porque era domingo y un buen católico no combate en domingo. Así, los franceses pudieron escapar. El 26 de julio, ya con Dios a su favor, Cuesta se decidió a atacar, pero José I había recibido refuerzos y los españoles no tardaron en retroceder. El 27 de julio un inesperado avance francés sorprendió a una brigada británica que acompañaba al propio Wellesley, que estuvo a punto de ser capturado. El 28 de julio se produjo la batalla principal, en la que ambos bandos tuvieron numerosas bajas (unos 7.300 franceses, 5.400 británicos y 1.200 españoles). Al amanecer del 29 de julio los británicos observaron con sorpresa que los franceses habían huido durante la noche.

Viendo que los austríacos estaban al borde de la rendición, Gran Bretaña decidió acudir en su auxilio y planeó una invasión al continente a través de los Países Bajos. El 30 de julio unos 20.000 británicos desembarcaron en la isla de Walcheren, en Zelanda, cuyo primer objetivo era tomar la base naval de Amberes, controlada por los franceses.

Los aliados españoles y británicos habían ocupado Talavera de la Reina pero, temeroso de que los franceses pudieran cortar su comunicación con Portugal, el 4 de agosto Wellesley abandonó la ciudad para dirigirse rápidamente a Portugal, dejando a los españoles el encargo de proteger su retaguardia. Como recompensa por su actuación en Talavera de la Reina, Wellesley recibió el título de vizconde de Wellington y vizconde de Talavera de la Reina. En Portugal adoptó una estrategia defensiva, tomando medidas para impedir una nueva invasión francesa. Su hermano, Richard Wellesley, fue nombrado embajador en España, aunque dejó el cargo al poco tiempo para aceptar el de ministro de asuntos exteriores.

El 8 de agosto los británicos habían dispuesto sus baterías ante la ciudad de Flesinga, sin que los franceses hubieran hecho gran cosa por impedirlo.

El 10 de agosto se produjo una revuelta en Quito, en la que nuevamente la lealtad a Fernando VII se usó como excusa para canalizar el descontento contra el gobernador de turno, en este caso el presidente de la Real Audiencia de Quito, el conde Ruiz de Castilla, que fue destituido y reemplazado por una Junta de Gobierno.

El 11 de agosto los franceses derrotaron en Almonacid al ejercito de Joaquín Venegas.

El 15 de agosto, tras de tres días de intenso bombardeo, Flesinga se rindió a los británicos.

Por estas fechas los franceses habían tomado las principales defensas de Gerona, pero el general Álvarez de Castro había ordenado la construcción de barricadas y trincheras dentro de la propia ciudad, con lo que la resistencia continuó.

La guerra ruso-turca cobró un nuevo impulso cuando el zar Alejandro I la puso en manos del general Piotr Bagration, que había destacado en Finlandia. Inmediatamente cruzó el Danubio, invadió el territorio de Dobruja y puso bajo asedio la ciudad de Silistra, pero cuando tuvo noticia de que se acercaba un ejército turco de 50.000 hombres decidió retirarse.

El rey Carlos XIII de Suecia, en un intento de mejorar su posición ante los rusos de cara a una negociación de la paz, decidió transportar por mar a su ejército para atacar a los rusos más al norte, por su retaguardia. El 17 de agosto los suecos desembarcaron en Ratan y destruyeron un pequeño destacamento ruso en Djäkneboda. Un ejército ruso que avanzaba hacia el sur se enteró del desembarco y dio media vuelta inmediatamente. El 19 de agosto tuvo lugar la batalla de Savar, en la que los rusos obtuvieron la victoria a costa de grandes pérdidas. Los suecos se retiraron a Ratan y se prepararon allí para una nueva batalla. Ésta tuvo lugar el 20 de agosto, donde los suecos, con el apoyo de su artillería terrestre además de la de su flota, lograron derrotar a los rusos.

Bernadotte, caído en desgracia, había regresado a París, donde en septiembre le fue asignada la misión de expulsar a los británicos de Walcheren. No tuvo mucha dificultad en lograrlo, porque la isla era pantanosa y unos 8.000 británicos habían contraído la malaria y la mitad de ellos había muerto.

El 7 de septiembre murió el rey de Siam Rama I, que fue sucedido por su hijo Rama II.

El 17 de septiembre Rusia y Suecia firmaron el tratado de Fredrikshamn, que puso fin a la guerra entre ambas naciones. Suecia cedía a Rusia el Gran Ducado de Finlandia, al que el zar Alejandro I prometió un status de territorio autónomo dentro del Imperio Ruso. Por otra parte, Suecia se comprometía a cerrar sus puertos a los barcos británicos, secundando así el bloqueo continental decretado por Napoleón.

El 25 de septiembre fue abordada en La Paz una contrarrevolución realista. Sin embargo, el 30 de septiembre, cuando llegó la noticia de que el virrey del Perú, José Fernando de Abascal, había encargado a José Manuel de Goyeneche la organización de un ejército de 5.000 hombres para dirigirlo contra los rebeldes del Alto Perú, el presidente de la Junta Tuitiva, el coronel Pedro Domingo Murillo, disolvió la asamblea y asumió el mando político y militar. El 4 de octubre el virrey Cisneros envió un ejército de un millar de hombres desde Buenos Aires para sofocar la rebelión. El 12 de octubre fue sofocado un nuevo intento de contrarrevolución realista. En cambio, la Junta de Quito no supo qué hacer con el poder y el 13 de octubre terminó devolviéndoselo a un enviado español, el conde de Selva Florida, quien pocos días después restituyó al conde Ruiz de Castilla al frente de la Audiencia. Éste había prometido no tomar represalias contra los insurgentes, pero después hizo justo lo contrario, y capturó y encarceló a todos cuantos pudo encontrar. Ese mismo día el ejército de Goyeneche, ya dispuesto, salió en dirección a La Paz.

El 14 de octubre Austria y Francia firmaron el tratado de Schönbrunn, por el que Austria cedía Dalmacia y Trieste a Francia, el Tirol y Salzburgo a Baviera y al Gran Ducado de Varsovia los territorios que había obtenido de las particiones de Polonia. Además, Austria tuvo que reconocer a José I como rey de España. Además se acordó el matrimonio entre Napoleón y María Luisa de Austria, hija del emperador Francisco I. En efecto, Napoleón, que había tenido ya varios hijos bastardos, no había conseguido descendencia con su esposa, Josefina de Beauharnais, así que decidió divorciarse y consideró que la princesa austríaca era una buena elección porque las princesas austríacas tenían fama de prolíficas.

Un joven alemán de 18 años llamado Friedrich Staps solicitó una audiencia ante Napoleón para hacerle una petición. Le fue denegada por uno de los ayudantes del emperador, pero éste observó cómo, pese a ello, el joven intentaba acercarse a Bonaparte. Fue detenido y se descubrió que escondía un cuchillo de cocina. No tardó en confesar que pretendía asesinar a Napoleón. Éste se entrevistó con él y le preguntó si le estaría agradecido en caso de que decidiera perdonarlo, pero el joven respondió que igualmente desearía matarlo. Napoleón dejó Viena el 16 de octubre y al día siguiente Staps fue ejecutado. Sus últimas palabras fueron: ¡Larga vida a la libertad! ¡Larga vida a Alemania!

El 25 de octubre el ejército de Goyeneche dispersó a los insurgentes de Charcas en Chacaltaya, que huyeron abandonando gran parte de su armamento. A lo largo del mes siguiente, Goyeneche reprimió con sangre las revueltas. Los principales revolucionarios fueron siendo apresados y ejecutados uno tras otro.

El 30 de octubre murió el duque de Portland, el primer ministro británico, que fue sucedido por Spencer Parceval.

El 15 de noviembre Bernadotte tomó Flesinga a los británicos. El 19 de noviembre los franceses derrotaron estrepitosamente a los españoles en Ocaña, los cuales contaron unos 4.000 muertos y casi 20.000 prisioneros.

El 25 de noviembre el duque Luis Felipe de Orleans, que se había asentado en los Estados Unidos, se casó con María Amelia de Borbón, hija del rey Fernando I de las Dos Sicilias.

El 28 de noviembre los franceses derrotaron a un ejército de unos 40.000 españoles, esta vez en Alba de Tormes.

El 10 de diciembre los últimos efectivos británicos se retiraban de los Países Bajos.

El 12 de diciembre se rindió Gerona. Los franceses controlaban casi toda España, salvo Andalucía y parte de Cataluña.

Davy y Gay-Lussac demostraron que el cloro, ya descubierto por Scheele, era un elemento simple y no un compuesto químico, y le dieron ese nombre (que en griego significa verde) por su color verdoso.

Gauss publicó su libro Theoria motus corporum coelestium in sectionibus conicis Solem ambientium, sobre el movimiento de los cuerpos celestes. En ella aparecía por primera vez su demostración del método de aproximación por mínimos cuadrados, que había sido publicado por primera vez tres años atrás por Legendre en un trabajo sobre determinación de órbitas de cometas, pese a lo cual Gauss afirmó que él ya lo conocía desde mucho antes. No era la primera vez que sucedía algo así, y Legendre llegó a afirmar de Gauss: Esta imprudencia excesiva es increíble en un hombre que tiene el suficiente mérito personal para no necesitar apropiarse de los méritos de otros.

Goethe publicó su novela Las afinidades electivas, en la que compara las afinidades amorosas con las afinidades entre los elementos químicos.

En la guerra que los españoles estaban librando contra los franceses no sólo intervinieron ejércitos regulares, sino que tanta o más importancia tuvieron las pequeñas partidas de guerrilleros que realizaban pequeñas pero constantes acciones contra el enemigo, obstaculizando sus comunicaciones y sus líneas de suministro. Muchos de estos guerrilleros eran militares o recibían títulos militares como reconocimiento de su labor. Entre éstos destacaba Juan Martín Díez, más conocido como El Empecinado, que en principio era un apodo que tenían todos los naturales de su pueblo, por estar junto a un arroyo lleno de pecina (un cieno negruzco), pero que él se convirtió en El Empecinado por antonomasia, y su terquedad proverbial hizo que, en castellano, "empecinamiento" se convirtiera en sinónimo de "obstinación". Contaba que se lanzó a la lucha a raíz de un hecho que suceció en su pueblo: una muchacha fue violada por un soldado francés al que después él mismo dio muerte. Los franceses llegaron a encargar a un general, Joseph Leopold Hugo, que se ocupara expresamente de perseguirlo. Al no obtener resultados, Hugo optó por detener a la madre del Empecinado y amenazar con fusilarla si no se entregaba. Él optó por capturar a un centenar de franceses y amenazar con fusilarlos. Finalmente se hizo un intercambio.

En 1810 un guerrillero llamado Francisco Javier Mina fue capturado por los franceses, y su tío Francisco Espoz Ilundain ocupó su lugar y decidió cambiar su nombre por el de Francisco Espoz y Mina, para atraerse el prestigio de su sobrino. Reunió diversos grupos de guerrilleros del norte hasta contar con unos 3.000 hombres. Fue conocido como el Pequeño Rey de Navarra. Los franceses intentaron detenerlo con un ejército diez veces superior en número, pero no lo consiguieron.

El 6 de enero Francia y Suecia, con la mediación de Rusia, firmaron la paz en el Tratado de París.

Otro famoso guerrilero español era Jerónimo Merino, conocido como El Cura Merino, pues, en efecto, era sacerdote. El 22 de enero sorprendió a una división de unos 1.500 soldados y preparó una emboscada de la que sólo escaparon dos centenares.

El 23 de enero la Junta Suprema Central se trasladó de Sevilla a Isla de León, cerca de Cádiz.

El 29 de enero fueron ejecutados los últimos procesados por la insurrección de La Paz, entre ellos el presidente de la Junta Tuitiva, Pedro Domingo Murillo, cuyas últimas palabras fueron: Compatriotas, yo muero, pero la tea que dejo encendida nadie la podrá apagar. ¡Viva la libertad! La crueldad de la represión hizo que el virrey Cisneros perdiera todos sus apoyos. Entre los ejecutados estaba un indio llamado Gregorio Lanza, cuyo hermano José Miguel Lanza organizó una guerrilla en la región montañosa de Aropaya, aunque luego la abandonó para unirse al ejército del Norte rioplatense.

Ese mismo día Sevilla caía en poder de los franceses y la Junta Suprema Central decretó su propia disolución para dar paso a un Consejo de Regencia que convocaría las Cortes y la redacción de la constitución. El consejo se constituyó el 2 de febrero y lo formaban cinco miembros más un representante de las colonias americanas. La toma de Sevilla fue uno de los últimos logros de la campaña que el rey José I había desarrollado por Andalucía, que le había permitido controlar casi toda la región. Sólo resistía la provincia de Cádiz, donde se refugiaron las autoridades leales a Fernando VII con el apoyo de la flota británica que proporcionaba los suministros necesarios. Poco después José I marchó a Madrid y dejó Andalucía bajo el gobierno del mariscal Soult.

El 24 de febrero falleció el físico británico Henry Cavendish.

El 11 de marzo se celebró en Viena la boda por poderes entre Napoleón y María Luisa de Austria, tras lo cual partió hacia Francia para conocer a su nuevo esposo. Al respecto de este matrimonio, Napoleón había dicho: "Me caso con un vientre" y, por su parte, María Luisa había afirmado que se sacrificaba "por el bien del Estado". No obstante, el Emperador había aceptado recibir para la ocasión clases de etiqueta y hasta aprendió a bailar el vals, el baile que en el último medio siglo había triunfado entre la aristocracia europea, especialmente en Viena. El 27 de marzo un Napoleón impaciente sale al encuentro de su nueva esposa en Compiègne. Esa misma noche, antes de que se celebrara su boda en Francia, le exige que cumpla con sus deberes conyugales. Al día siguiente estaba eufórico, y le dijo a uno de sus ayudantes: "Querido amigo, cásate con una alemana. Son las mejores mujeres del mundo, dulces, buenas, ingenuas y frescas como rosas". El 2 de abril se celebró la boda en Francia entre Napoleón (a sus cuarenta años) y María Luisa de Austria (de dieciocho). Pasaron tres semanas de luna de miel.

El rey Fernando VII de España estaba retenido en Valençay, un pequeño pueblo no lejos de París. Su cautiverio era bastante laxo: recibía clases de música y baile, salía a montar y a pescar, organizaba bailes y cenas... Con motivo de la boda de Napoleón organizó una lujosa fiesta y un Te Deum.

David presentó uno de los cuadros encargados por Napoleón tras su ascenso al Imperio: La distribución de las Águilas, que representaba una ceremonia en la que Napoleón distribuyó la bandera con el símbolo imperial a los jefes de su ejército. El pintor tuvo que hacer ciertos cambio a instancias del emperador, entre ellos eliminar de la escena a su ex esposa Josefina.

Venezuela era una de las zonas de Sudamérica donde más arraigados estaban los ideales revolucionarios inspirados por la revolución norteamericana y por la revolución francesa. Entre los criollos venezolanos había algunos personajes que habían viajado por Europa y Estados Unidos, y estaban convencidos de que Sudamérica debía seguir un proceso de independización similar al que habían protagonizado sus vecinos del norte. Entre ellos se encontraban Francisco de Miranda, que unos años atrás ya había intentado fundar un Imperio Colombiano desde Venezuela, y que ahora vivía exiliado en Londres, o Simón Bolívar, que había pasado unos años en Francia y no pudo dejar de sentir decepción al regresar a Caracas tres años atrás, a la edad de veinticuatro años.

La aristocracia y la burguesía caraqueña empleó la técnica habitual de desconfiar del capitán general Vicente Emparán, que había llegado el año anterior, supuestamente nombrado por el rey José I. Así, el 19 de abril, jueves santo, se negaron a reconocer su autoridad. Éste se asomó a una ventana del ayuntamiento y preguntó a una multitud allí reunida si aceptaba su autoridad. La multitud respondió que no y Emparan contestó que entonces tampoco él quería el mando, y se volvió a España junto con el resto de funcionarios españoles, después de haber cedido su autoridad a una Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII, presidida por Cristóbal de Mendoza.

El 26 de abril un ejército fracés de 42.000 hombres puso bajo asedio Ciudad Rodrigo, cerca de Salamanca, defendida por unos 5.500 españoles.

Por esta época Beethoven andaba enamorado no se sabe muy bien de quién. Tras su muerte se encontró un manustrito fechado el 27 de abril con una bagatela para piano titulada Para Elisa, y que se ha convertido en una de las melodías más famosas de su autor. La identidad de "Elisa" está sujeta a controversias.

El 1 de mayo el Congreso de los Estados Unidos acordó permitir el comercio con Gran Bretaña y Francia, pero añadió una cláusula según la cual, si una de estas naciones levantaba todas las restricciones sobre la flota estadounidense, el comercio con la otra sería prohibido.

Los criollos de Buenos Aires aprovecharon la llegada de la noticia de la caída de Sevilla y la disolución de la Junta Suprema  (aunque no se supo nada de la creación del Consejo de Regencia) para empujar a las masas contra el odiado virrey Cisneros y, ya de paso, para desembarazarse del gobierno español. No obstante, siguiendo la costumbre, mantuvieron las formas y el 22 de mayo depusieron a Cisneros argumentando que había sido nombrado por la Junta Suprema que ya no existía.

Ese día los hermanos Nicolay y Sergei Kamensky, ambos generales rusos, tras haber derrotado a los refuerzos turcos que se dirigían a Silistra, expulsaron a los otomanos de Pazardzhik, en Bulgaria.

El 25 de mayo se formó una Junta de Gobierno en Buenos Aires que oficialmente gobernaba en nombre del rey Fernando VII. Entre los impulsores de este proceso destacó Juan José Castelli, que fue conocido como el Orador de Mayo, por los numerosos discursos y conversaciones que mantuvo en esos días. La junta estaba presidida por Cornelio Saavedra, que era moderado, al igual que Miguel de Azcuénaga y Manuel Alberti, tres representantes de la clase criolla, que deseaban la independencia para sustituir a los españoles en el gobierno, pero sin más cambios sociales: Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Juan José Paso, y tres más radicales, que pretendían impulsar grandes cambios sociales: Mariano Moreno, Domingo Matheu y Juan Larrea.

El 28 de mayo murió el príncipe heredero sueco Carlos Augusto. Se rumoreó que lo había envenenado el conde Hans Axel de Fersen, partidario del príncipe Gustavo, el hijo del derrocado Gustavo IV Adolfo.

El 30 de mayo Silistra capituló ante los rusos.

En junio la Junta de Gobierno de Caracas envió embajadores a potencias extranjeras para pedir apoyo a la revolución. A los Estados Unidos fue enviado Juan Vicente Bolívar, mientras que su hijo Simón Bolívar fue enviado a Gran Bretaña. Éste se encontró allí con Francisco de Miranda, con el que trabó amistad y al que persuadió para que regresara a Venezuela. Los británicos no ofrecieron ningún compromiso. En otras circunstancias se habrían volcado a apoyar las revueltas sudamericanas, pero su principal objetivo era combatir a Napoleón, y en España lo estaban haciendo en alianza con el Consejo de Regencia, al cual no reconocían los venezolanos. Por ello, lo máximo que consiguió Bolívar fue llegar a algunos acuerdos comerciales, donde Gran Bretaña aparecería siempre en condición de neutral.

Nicolas Appert recibió un premio del gobierno francés por sus investigaciones sobre la conservación de alimentos, y publicó seis mil ejemplares de un tratado titulado "L'art de conserver pendant plusieurs années toutes les substances animales et végetales". Un tal Pierre Durand llevó un ejemplar a Londres y lo patentó, con la variante de que empleaba recipientes de hojalata en lugar de las botellas de vidrio de Appert. Durand no explotó su patente, sino que se la vendió a dos británicos, Bryan Donkin y John Hall. Appert no patentó su descubrimiento para que toda la humanidad pudiera beneficiarse de él, y murió arruinado porque no pudo competir con los botes de conservas de hojalata, mucho más prácticos que los de vidrio.

El 9 de junio los hermanos Kamensky asediaron la fortaleza de Shumia, pero el asalto fue rechazado con grandes pérdidas en el bando ruso.

El 15 de junio Beethoven estrenó su Obertura y música incidental para Egmont, el drama de Goethe. El poeta declaró que Beethoven había expresado sus intenciones con un genio notable. Por esta época componía su sonata para piano número 26, conocida como Les Adieux.

El 20 de junio, durante el traslado a Estocolmo del cadáver del príncipe heredero Carlos Augusto, una multitud se abalanzó contra el conde de Fersen, al que se responsabilizaba de su muerte, y lo mató a pedradas y pisotones.

Las buenas relaciones entre Francia y Rusia se tensaron porque el zar Alejandro I empezó a permitir a barcos neutrales comerciar en puertos rusos, contraviniendo el bloqueo continental. Napoleón empezó a preparar una campaña contra Rusia, y esto lo enfrentó a su hermano, el rey Luis de Holanda. En efecto, éste se negó a suministrarle soldados, y Napoleón lo forzó a abdicar el 1 de julio. Los Países Bajos perdieron su condición de reino y fueron anexionados al Imperio Francés.

Tras varios intentos frustrados de entrar en la ciudad, la artillería francesa hizo una brecha en las murallas de Ciudad Rodrigo y el 10 de julio los españoles se rindieron.

El 20 de julio estalló una revuelta en Bogotá, en el Virreinato de Nueva Granada, con la consiguiente formación de una Junta de Gobierno presidida por José Miguel Pey. Sin embargo, a diferencia de lo sucedido en otras regiones, esta Junta no logró unificar los movimientos revolucionarios de su entorno, sino que en Nueva Granada surgieron diversas "Juntas Supremas" que rivalizaban entre sí.

El depuesto virrey del Río de la Plata, Santiago de Liniers, se dispuso a organizar desde Córdoba un ejército con el que someter a los insurgentes de Buenos Aires, pero el 21 de julio llegó a la ciudad un ejército revolucionario dirigido por Francisco Ortiz de Ocampo, y los hombres de Liniers no tardaron en desertar. Liniers tuvo que huir acompañado de sus pocos seguidores.

El 22 de julio los otomanos frustraron un ataque ruso a la fortaleza de Ruse, en Bulgaria.

Tras la toma de Ciudad Rodrigo, el ejército francés entró en Portugal y el 25 de julio puso sitio a Almeida, defendida por los británicos.

El conde Ruiz de Castilla seguía gobernando Quito con mano férrea gracias a un ejército español traído desde Lima. El 2 de agosto se produjo una nueva revuelta: un grupo de hombres se dispuso a asaltar la prisión en la que estaban encerrados los revolucionarios. Sin embargo, fueron barridos gracias a la artillería y después los soldados españoles bajaron a los calabozos y asesinaron a los prisioneros. A continuación procedieron a saquear la ciudad.

El 7 de agosto Liniers y sus seguidores fueron arrestados en Córdoba. La Junta de Buenos Aires ordenó su ejecución, pero Ocampo no aceptó la orden y decidió enviar los prisioneros a Buenos Aires. La junta se alarmó, pues Liniers tenía simpatizantes en la capital que podrían acabar forzando su liberación. Por elllo, envió a Juan José Castelli y a Antonio González Balcarce para que se aseguraran de que se ejecutaran las penas de muerte.

El 13 de agosto fue apresado Antonio Amar y Borbón, el virrey de Nueva Granada, aunque al día siguiente, el 14 de agosto, el presidente de la Junta de Gobierno de Bogotá, José Miguel Pey, le facilitó su huida a Cartagena de Indias, desde donde pasó a Cuba.

El 15 de agosto Napoleón inauguró en París la columna Vendôme, erigida donde antes de la revolución se alzaba la estatua ecuestre de Luis XIV. Es una gran columna de 43 metros de altura construida con el bronce de 1.200 cañones requisados al enemigo. Una espiral de bajorrelieves conmemora los éxitos militares de las tropas napoleónicas. En lo alto, una estatua de Napoleón vestido de emperador romano corona el conjunto.

Un noble sueco, el barón Karl Otto Mörner, por iniciativa propia, marchó a Francia y propuso al mariscal Bernadotte que aceptara ser adoptado por el rey Carlos XIII de Suecia y convertirse así en el nuevo príncipe heredero. Bernadotte comunicó el ofrecimiento a Napoleón, quien lo rechazó como algo absurdo, pero Bernadotte comunicó a Mörner que no rechazaría tal honor. Mörner regresó a Suecia y fue encarcelado por haber hecho tal gestión sin autorización alguna, pero la candidatura de Bernadotte fue ganando adeptos y, finalmente, el 21 de agosto, fue elegido príncipe heredero.

El ejército que Buenos Aires había enviado a Córdoba para someter la insurrección de Liniers fue enviado al norte, al Alto Perú, bajo la dirección de González Balcarde, con el fin de extender la rebelión. Desde ese momento fue conocido como el Ejército del Norte. El virrey del Perú, José Fernando de Abascal, dispuso un ejército de 2.000 hombres bajo el mando del mariscal Vicente Nieto que el 25 de agosto salió de Lima para hacerle frente.

El 26 de agosto una bomba francesa acertó en el arsenal británico en Almeida, lo que causó una gran explosión y dejó sin municiones a los defensores, por lo que la ciudad se rindió.

Ese mismo día los hermanos Kamensky sorprendieron a un gran destacamento turco en Batyn.

El 28 de agosto Liniers y sus seguidores fueron ejecutados en Córdoba. Ese mismo día llegó a México Francisco Javier Venegas, nombrado virrey de Nueva España por el gobierno de Cádiz. El 31 de agosto Francisco Javier de Elío, hasta entonces gobernador de Montevideo, fue nombrado virrey del Río de la Plata.

El 9 de septiembre los rusos tomaron Ruse a los turcos.

El 13 de septiembre Venegas tomó posesión de su cargo como virrey de Nueva España.

El 14 de septiembre se produjo una insurrección en Cochabamba, en el Alto Perú (la zona sur del virreinato) dirigida por el coronel Francisco del Rivero, que, al frente de un millar de milicianos entró en la ciudad y se hizo con el control sin derramamiento de sangre. Se adhirió a la Junta de Buenos Aires y fue proclamado gobernador, presidente y capitán general de la provincia.

Por esas fechas se estaba fraguando una revuelta en México que tuvo que acelerar sus proyectos al ser descubierta. Entre los insurgentes destacaba Miguel Hidalgo, el cura de la localidad de Dolores, que el 16 de septiembre convocó a misa a las cinco de la mañana y concluyó su sermón con el llamado Grito de Dolores: ¡Viva la virgen de Guadalupe! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII! Luego se dirigió a un presidio junto con algunos campesinos, liberó a los presos y se hizo con las armas que pudo encontrar. Con ellas marchó hacia la ciudad de Celaya. Esta revuelta mexicana fue de naturaleza diferente a las que se habían producido en Sudamérica, pues fue secundada sobre todo por campesinos, y no por las clases altas criollas.

Ese mismo día se estrenó en Frankfurt Silvana, una ópera de Carl Maria von Weber, en realidad una reelaboración de una ópera que había escrito a los catorce años. También data de ese año su Concierto para Piano No 1.

El 18 de septiembre se produjo una revuelta en Santiago de Chile que dio lugar a la correspondiente Junta de Gobierno en nombre del rey Fernando VII. El gobernador de Chile, Mateo de Toro Zambrano, tenía ya 82 años y, no sólo cedió el mando, sino que aceptó incluso presidir la Junta.

El 20 de septiembre Miguel Hidalgo llegaba a Celaya con muchos más seguidores de los que tenía al salir de Dolores. Allí amenazó al gobernador de la ciudad con degollar a setenta españoles que tenía como rehenes si no rendía la plaza. Así, el 21 de septiembre pudo entrar en la ciudad y sometarla a saqueo.

El 24 de septiembre se constituyeron en Isla de León las Cortes Generales que debían dotar a España de una constitución en nombre del rey Fernando VII. Más tarde se trasladarían a Cádiz. Los diputados se dividían en tres tendencias: los absolutistas, partidarios del reinado de Fernando VII como monarca absoluto, los jovellanistas, defensores de las reformas, pero no a través de métodos revolucionarios, y los liberales, que defendían la adopción de los principios de la revolución francesa.

Napoleón envió refuerzos a España con el fin prioritario de expulsar a los británicos de Portugal. Se calcula que en total había entonces unos 300.000 soldados franceses en España. El 27 de septiembre el ejército francés, con 65.000 hombres bajo el mando del mariscal Masséna, se enfrentó el Buçaco al ejército anglo-portugués dirigido por el vizconce de Wellington, que resistió cinco ataques seguidos y obtuvo una rotunda victoria.

El 29 de septiembre los seguidores del cura Hidalgo llegaron a Guanajuato, forzaron su entrada y llegaron al edificio donde se habían hecho fuertes los leales del virrey. Lo tomaron al asalto y asesinaron a unos doscientos soldados y a todos los refugiados. Después saquearon la ciudad y la abandonaron el 1 de octubre.

El 5 de octubre una pequeña guarnición de soldados polacos al servicio de Francia contuvo en Fuengirola (en el sur de España) a un ejército británico-español mucho más numeroso, aunque más tarde tuvieron que huir por mar.

En México, los leales al virrey se organizaron y formaron un ejército de 600 hombres dispuestos a someter a los insurgentes. Los encontraron el 6 de octubre en Puerto de Carroza, pero al darse cuenta de que eran unos 3.000, casi todos se dispersaron y sólo quedaron unos 180 hombres, eso sí, armados con dos cañones. El hecho de que éstos no se rindieran hizo que muchos desertores volvieran al campo de batalla, y el combate se libró el 9 de octubre, donde obtuvieron una victoria gracias a la artillería y a la inexperiencia de los rebeldes.

El 11 de octubre Masséna encontró interrumpido su camino hacia Lisboa al encontrarse con una línea de fortificaciones que Wellington había construido en secreto y que fue conocida como la línea de Torres Vedras, dotada de excelentes comunicaciones tanto para el traslado de tropas como para el envío de información a través de un código de banderas. Además, todo el territorio anterior a la línea había sido devastado para que los franceses no pudieran obtener aprovisionamiento. Todos sus intentos de traspasarla resultaron inútiles, y Masséna decidió acampar para pasar el invierno.

Los británicos conquistaron a los franceses la isla Mauricio, y el explorador Matthew Flinders fue puesto en libertad tras siete años de cautiverio (aunque bastante permisivo). Una vez en Gran Bretaña se dispuso a preparar un informe sobre su viaje a Australia. Flinders fue el primero en usar la palabra Australia para referirse específicamente al continente que él mismo había circunnavegado y no como una referencia vaga a las tierras del Pacífico Sur.

El 17 de octubre los revolucionarios mexicanos llegaron a la ciudad de Valladolid, que tomaron sin resistencia alguna ante el temor de que se repitieran los sucesos de Guanajuato. Sin embargo. Hidalgo dio permiso a sus hombres para que saquearan la ciudad.

Tres años atrás los británicos habían ocupado la isla de Lissa, frente a las costas de Dalmacia, desde donde protegían a barcos corsarios que amenazaban las comunicaciones entre Dalmacia (que ahora era francesa) e Italia. El 18 de octubre una expedición francesa, aprovechando la ausencia de la flota británica, saqueó la isla, aunque no se atrevió a permanecer en ella.

El 25 de octubre los seguidores de Hidalgo tomaron Toluca.

Los rusos lograron nuevos éxitos frente a los turcos gracias a los hermanos Nicolay y Sergei Kamensky, ambos generales, que tomaron Silistra y Pazardzhik, y el 26 de octubre derrotaron en Vidin a un ejército otomano de 40.000 hombres.

El 27 de octubre en Santiago de Cotagaita se produjo el primer enfrentamiento entre el ejército enviado por Buenos Aires y el ejército realista peruano. El resultado fue indeciso, pero los revolucionarios tuvieron que retirarse a la espera de refuerzos.

Ese mismo día, aprovechando que la insurrección mexicana tenía ocupados a los españoles, el presidente Madison proclamó que en la compra de Luisiana a Francia estaba incluido el territorio conocido como Florida Occidental, que comprendía desde la desembocadura del Mississippi hasta la península de Florida (la cual constituía la Florida Oriental). El territorio fue rápidamente ocupado pese a las protestas de España, la cual, no obstante, retuvo la Florida Occidental. De este modo, los Estados Unidos dominaban ambas orillas de la desembocadura del Mississippi.

Goethe publicó su Teoría de los colores, un ensayo sobre la luz y los colores en los que se permite cuestionar la óptica de Newton sin ninguna clase de apoyo experimental (más allá de observar atentamente cómo la luz se descompone al atravesar un prisma). Aunque algunas de sus observaciones cualitativas tienen cierto mérito, sus teorías son pura fantasía (afirma que es el prisma el que genera los colores, en lugar de separarlos, pretende que todos los colores son combinaciones del azul y el amarillo, niega que la oscuridad sea la ausencia de luz, etc.). Ni que decir tiene que no tuvo ninguna aceptación entre los científicos, pero, claro, tanta necedad junta no podía sino causar admiración entre los filósofos.

Lamark publicó su Philosophie zoologique, en la que detalla su teoría de la evolución. Propone que los seres vivos más elementales surgen de forma natural por generación espontánea, y que, a lo largo de un lento proceso de transformación, las especies más simples van dando lugar a especies más complejas de acuerdo a ciertas leyes. Las transformaciones vienen inducidas por la necesidad de los animales de adaptarse al medio en que viven.

El sha de Persia Fath Alí Sha Kayar llamó a la guerra santa contra Rusia, pero la artillería rusa debía de ser muy santa también, porque el llamamiento no sirvió de gran cosa.

El rey Jorge III de Gran Bretaña cayó gravemente enfermo, al parecer afectado por la muerte de su hija Amelia.

Ese año murió el rey de Madagascar Adrianampoinimerina, que fue sucedido por su hijo Radama I.

La guerra de la independencia española
Índice Las insurrecciones sudamericanas II