ANTERIOR
LA RESTAURACIÓN SIGUIENTE

El 5 de enero de 1814 Agustín de Iturbide derrotó a los insurgentes mexicanos en la batalla de Puruarán, en la que Mariano Matamoros fue hecho prisionero.

El 6 de enero el ejército neogranadino de Antonio Nariño derrotó a los realistas en Calibío.

El 11 de enero el rey Joaquín de Nápoles (es decir, Murat) firmó una alianza secreta con Austria, traicionando así a Napoleón.

El príncipe heredero Carlos Juan de Suecia estaba a punto de invadir Dinamarca, ante lo cual, el 14 de enero el rey Federico VI aceptó firmar el tratado de Kiel, por el que Dinamarca cedía Noruega a Suecia (aunque Groenlandia e Islandia, que habían sido noruegas antes de su unión con Dinamarca, continuaron siendo danesas).

El 19 de enero Napoleón restituyó al Papa Pío VII los Estados Pontificios y le permitió abandonar Fontainebleau, cosa que hizo unos días más tarde.

José Gervasio Artigas estaba indignado porque los diputados que había enviado a la Asamblea Constituyente de Buenos Aires no habían sido reconocidos y, en su lugar, habían sido aceptados como representantes de la Banda Oriental otros elegidos en el campamento del general Rondeau, quien había cuidado de que fueran contrarios a Artigas. Por ello, el 20 de enero decidió abandonar el asedio a Montevideo. En principio lo único que hizo fue marcharse él, pero poco después, sus soldados decidieron seguirlo, y así quedó abierto un importante sector del cerco a la ciudad. No obstante, los realistas no reaccionaron y Rondeau tuvo ocasión de reorganizar sus efectivos para cubrir la laguna. 

El 24 de enero el rey Federico VI de Dinamarca escribió una carta a su primo Cristián Federico, al que el año anterior había designado como virrey de Noruega, para que rindiera a los suecos las fortalezas fronterizas y regresara a Dinamarca. Sin embargo, Cristián Federico no hizo pública la carta y mantuvo las fortalezas, dispuesto a instigar el nacionalismo noruego contra los suecos.

Los ejércitos aliados habían penetrado en Francia por el norte. El 27 de enero Napoleón derrotó en Saint-Dizier al ejército prusiano dirigido por el mariscal Gebhard Leberecht von Blücher.

Ese día murió el filósofo Johann Gottlieb Fichte.

El dictador chileno José Miguel Carrera comprendió que para mantenerse en el poder debía entregar a O'Higgins el mando del ejército, y así lo hizo el 28 de enero.

El 29 de enero Napoleón volvió a derrotar a Blücher en Brienne-le-Château. Sin embargo, éste recibió pronto refuerzos y convirtió sus 25.000 hombres en 170.000, mientras que napoleón apenas pudo sumar unos pocos miles a sus 30.000.

El 30 de enero, tras haber recorrido Noruega y comprobado que existía una fuerte voluntad de luchar contra los suecos, el príncipe Cristián Federico reunió a una serie de consejeros que estuvieron de acuerdo en que el rey Federico VI no tenía derecho a ceder Noruega a Suecia, de modo que continuaba siendo el rey legítimo y, en caso de renunciar a su derecho, la soberanía recaía en el pueblo noruego.

Ese mismo día Manuel Belgrano fue relevado del mando del ejército del Norte y sustituido por José de San Martín. Éste envió a la frontera septentrional a Martín Miguel de Güemes, que logró mantener a raya al ejército realista de Pezuela. Belgrano fue enviado como embajador a Gran Bretaña.

El triunvirato que gobernaba las Provincias Unidas del Río de la Plata no funcionaba con mucha eficiencia, principalmente porque dos de sus miembros, Rodríguez Peña y Álvarez Jonte seguían las directrices de la logia Lautaro, mientras que Paso era moderado y se enfrentaba con frecuencia a sus dos colegas. Por ello, y apoyándose en cierto descontento general frente a la política del triunvirato, el general Carlos María de Alvear (apoyado por la logia Lautaro) instó a la asamblea constituyente a elegir un poder ejecutivo unipersonal. El 31 de enero fue elegido Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata Gervasio Antonio de Posadas (casualmente era primo de la madre de Alvear), junto con un Consejo de Estado integrado por nueve personas. Posadas nombró gobernador de Cuyo a José de San Martín, quien se dispuso desde allí a organizar una nueva expedición a Perú.

Mientras tanto, en Chile desembarcaba un contingente español llegado desde Perú bajo el mando del brigadier Gabino Gaínza. No contaba con más de novecientos hombres, pero pronto los vio incrementados con varios miles de indios.

El 1 de febrero Blücher derrotó a Napoleón en La Rothière.

El 2 de febrero los periódicos noruegos publicaron la noticia de la cesión a Suecia, y el pueblo se mostró partidario de luchar contra ello.

Los realistas venezolanos habían encontrado un caudillo caristmático en el militar español José Tomás Boves. Cuando estalló el movimiento independentista se había unido a los revolucionarios, pero, acusado de ciertos delitos, fue encarcelado y azotado, así que se pasó al bando realista. Desde finales del año anterior, actuando de forma independiente, sin atender las órdenes de sus superiores, empezó a organizar un ejército y el 3 de febrero derrotó a los republicanos en La Puerta.

Ese día fue fusilado el insurgente mexicano Mariano Matamoros. José María Morelos había propuesto canjearlo por doscientos prisioneros realistas, pero su oferta fue desestimada.

El 8 de febrero el príncipe Carlos Juan de Suecia amenazó con enviar un ejército a Noruega y someterla a un bloqueo naval, y prometió aceptar una constitución si Noruega aceptaba la unión con Suecia.

El 10 de febrero el ejército de Napoleón cayó sobre el ejército ruso del general Olsufiev en Champaubert. Los rusos no eran más de 4.500 hombres, de los cuales unos 3.000 acabaron hechos prisioneros. El 11 de febrero Napoleón derrotó en Montmirail a un ejército ruso-prusiano que le doblaba en número.

José Gervasio Artigas estaba actuando por su cuenta en la Banda Oriental, por lo que el director supremo rioplatense, Gervasio Antonio de Posadas, firmó un decreto por el que lo declaraba traidor a la patria y ofrecía una recompensa por su captura vivo o muerto.

El 12 de febrero Napoleón derrotó a la retaguardia de Blücher en Château-Thierry.

Ese mismo día, los republicanos de Venezuela lograron detener el avance de Boves derrotándolo en las calles de la ciudad de La Victoria. El ejército republicano engrosado precipitadamente por el general José Félix Ribas, reclutando sobre todo a jóvenes estudiantes. El combate se prolongó durante todo el día y los republicanos consiguieron el triunfo gracias a la llegada en el último momento de un contingente de caballería bajo el mando de Vicente Campo Elías.

El 14 de febrero, en un nuevo enfrentamiento, esta vez en Vauchamps, Napoleón hizo retroceder una vez más al ejército de Blücher. Mientras tanto, los austríacos entraron en Montereau y saquearon la ciudad. El 15 de febrero Wellington derrotó a un ejército francés en Garris.

El 16 de febrero una asamblea de notables opuesta a la soberanía sueca proclamó regente de Noruega al príncipe Cristián Federico.

El 17 de febrero el mariscal Victor derrotó en Mormant a un ejército formado por soldados rusos y del reino de Wurtemberg. El 18 de febrero Napoleón derrotó en Montereau al rey Federico I de Wurtemberg, y el 19 de febrero recuperó la ciudad.

El 22 de febrero, José Gervasio Artigas derrotó en El Espinillo a un ejército enviado contra él por el director Gervasio Antonio de Posadas. Los realistas de Montevideo trataron de ganarse entonces a Artigas para su causa y le hicieron toda clase de ofertas, pero él las rechazó.

El 27 de febrero Wellington derrotó al mariscal Soult en Orthez. Los franceses tuvieron que huir desordenadamente, cruzaron el río Luy de Béarn y volaron el puente tras ellos para evitar ser perseguidos. Mientras tanto los austríacos derrotaban a los franceses en la batalla de Bar-sur-Aube.

Ese día se estrenó en Viena la octava sinfonía de Beethoven, que fue interpretada junto con la séptima. Beethoven estuvo al frente de la orquesta, pero por estas fechas ya estaba completamente sordo, y los músicos tuvieron que prescindir de sus gestos y seguir al primer violín. El público aplaudió más la séptima, que el año anterior había pasado inadvertida al lado de La victoria de Wellington. Beethoven se enfureció porque, a su juicio, la octava era mejor.

El 28 de febrero José Tomás Boves inició un asedio a la ciudad de San Mateo, defendida por Simón Bolívar.

En Chile, Gabino Gaínza envió 200 hombres a tomar la ciudad de Talca. Se presentaron el 3 de marzo y exigieron la rendición de la plaza bajo amenaza de pasarla a cuchillo. Desde la ciudad se envió una petición de auxilio a O'Higgins, y los realistas atacaron antes de que llegara y tomaron la plaza. El 4 de marzo, otro contingente de Gaínza apresó al dictador José Miguel Carrera, junto con uno de sus hermanos.

El 7 de marzo Napoleón, en considerable inferioridad numérica, derrotó una vez más a Blücher en Craone. Los prusianos se retiraron a Laon, y Napoleón le dio alcance al anochecer de 8 de marzo. Se produjeron algunos enfrentamientos, pero la batalla principal se libró al día siguiente, el 9 de marzo, tras la cual Napoleón tuvo que retirarse, aunque los prusianos no estaban en condiciones de perseguirlo.

Ese mismo día, una embajada danesa exigió al rey Federico VI de Dinamarca que privara al príncipe Cristián Federico de sus derechos de sucesión a la corona danesa a menos que éste dejara de apoyar la independencia de Noruega. Unos días después el gobierno sueco respondió que Suecia no podía evacuar unos puestos fronterizos que no estaban en su poder y que no apoyaba en modo alguno la independencia noruega. No obstante, no se dijo nada sobre desheredar a Cristián Federico.

El director rioplatense Gervasio Antonio de Posadas organizó a instancias de su sobrino, Carlos María de Alvear, una flota que puso bajo el mando del irlandés William Brown (o Guillermo Brown, como era conocido en América), que el 11 de marzo lanzó un ataque contra la isla Martín García, situada en el estuario del Río de la Plata y que estaba en poder de los realistas, pero el ataque fue rechazado.

El 12 de marzo Napoleón derrotó a un ejército ruso-prusiano que había tomado Reims y recuperó la ciudad.

El 14 de marzo llegó a España el rey Fernando VII.

Ese mismo día, tras la captura de Carrera, la Junta de Gobierno chilena nombró Dictador Supremo de Chile a Francisco de la Lastra.

El 15 de marzo la flota de Guillermo Brown logró apoderarse de la isla Martín García.

El 19 de marzo Napoleón se propuso liberar Arcis-sur-Aube, tomada por los austríacos, pero esta vez fue derrotado, y la derrota no fue todo lo grave que podría haber sido porque a los austríacos les faltó iniciativa, intimidados por el emperador francés. Finalmente, prusianos, austríacos y rusos unieron sus efectivos hasta formar un ejército de 200.000 hombres dispuesto a marchar sobre París. El 25 de marzo derrotaron en La Fère-Champenoise a 20.000 franceses, aunque Napoleón no estaba presente.

Ese mismo día Boves decidió abandonar el asedio de San Mateo, ante las noticias de que se acercaba un importane ejército republicano.

El general Andrew Jackson había estado entrenando un ejército de milicianos con el que enfrentarse a los palos rojos. El 27 de mayo, al frente de unos 2.000 soldados de infantería, 700 de caballería y unos 600 aliados indios, atacó a un millar de gerreros palo rojo en Horseshoe Bend, en el territorio de Mississippi (el ocupado a España entre el Estado de Luisiana y Florida). Los creeks fueron rodeados y, tras cinco horas de batalla, la mitad estaban muertos y el resto murió mientras trataba de escapar. Sólo sobrevivieron unos 150. Por su parte, Jackson contó 47 muertos y 159 heridos entre sus soldados.

El 29 de marzo los realistas derrotaron en Chile al ejército revolucionario en Concha Rayada.

Ese mismo día los aliados se presentaron ante París, defendido por José Bonaparte. Ante él, el zar Alejandro I de Rusia y el rey Federico Guillermo III de Prusia.

El estadounidense James Wilkinson, consciente del desastre de su campaña del año anterior, sabía que iba a ser relevado del mando, así que empezó a planear toda clase de proyectos inviables para mejorar su imagen. Finalmente dio con una operación que podía llevar a termino: recuperar el fortín de Lacolle, que estaba defendido por unos 80 soldados británicos. Para ello marchó con 4.000 soldados y el 30 de marzo intentó un ataque, pero resultó infructuoso, en parte porque los británicos utilizaron un arma nueva para los estadounidenses: los cohetes Congreve (inventados diez años atrás por sir William Congreve a partir de armas similares usadas por los indios del sultanato de Mysore), que eran cohetes de los que se usan habitualmente en pirotecnia, pero con una cabeza explosiva o incendiaria, y en parte porque los estadounidenses quedaron expuestos al fuego de la flota británica que llegó por el río Lacolle.

Mientras tanto, los aliados lanzaron su ataque definitivo sobre París, que se prolongó hasta el 31 de marzo, cuando el zar pidió la rendición de Francia en términos generosos: ofrezco la paz a Francia en lugar de su destrucción. Poco después Talleyrand ofreció al zar las llaves de la ciudad de París. Talleyrand había colaborado en el golpe de Estado que dio el poder a Napoleón y ahora lograba convertirse en el mediador entre los aliados y el Senado. El 1 de abril formó un gobierno provisional y el 2 de abril el Senado depuso a Napoleón y ofreció el trono de Francia a Luis XVIII, el hermano de Luis XVI, que vivía exiliado en Gran Bretaña.

El mariscal Soult se había refugiado en Toulouse, y el 4 de abril Wellington se dispuso a asediar la ciudad. Mientras tanto, Napoleón se proponía marchar sobre París, pero sus mariscales, dirigidos por Ney, se le amotinaron. El emperador afirmó que el ejército le seguiría, pero Ney le replicó que el ejército seguiría a sus generales. Napoleón se enteró además de que el Senado lo había destronado, así que se refugió en Fontainebleau y propuso abdicar en su hijo. Sin embargo, los aliados rechazaron su propuesta y le exigieron la abdicación incondicional. El 6 de abril Napoleón escribió:

Habiendo declarado las potencias aliadas que el Emperador Napoleón es el único obstáculo para el restablecimiento de una paz general en Europa, el Emperador Napoleón, fiel a su juramento, declara que renuncia en su nombre y el de los suyos a los tronos de Francia e Italia, y que no hay ningún sacrificio personal, ni siquiera el de su propia vida, que no esté dispuesto a hacer por el interés de Francia.

El 8 de abril el chileno O'Higgins derrotó en Quechereguas a Gabino Gaínza, que se vio obligado a volverse a Talca.

El 10 de abril Wellington se dispuso a tomar Toulouse al asalto. Fracasó en su intento, pero por la noche Soult recibió un comunicado oficial de París en el que se le informaba de la rendición de Napoleón y, ante estas noticias, consideró que no tenía sentido continuar la lucha y se rindió. También el mariscal Suchet, que seguía en España, se enteró de la abdicación del Emperador y evacuó la península Ibérica, que quedó finalmente libre de soldados franceses.

Ese mismo día se formó una asamblea constituyente en Cristiania, la capital Noruega (la antigua Oslo). A primeros de mes, el rey Federico VI de Dinamarca había escrito una carta a Cristián Federico pidiéndole que abandonara la causa noruega y regresara a Dinamarca. Mencionó incluso la posibilidad de verse obligado a desheredarlo, pero Cristián Federico no hizo caso. Una embajada enviada a Gran Bretaña solicitando el reconocimiento de la independencia noruega no tuvo ningún éxito (incluso el enviado fue encarcelado unos días por una antigua deuda pendiente, de otra época en la que había sido embajador danés en Londres).

El 11 de abril se firmó el Tratado de Fontainebleau, por el que Napoleón renunciaba a los derechos de soberanía de todos los territorios bajo su dominio con excepción de la isla de Elba (frente a la costa italiana, entre Italia y Córcega), a la que debería retirarse con un séquito de 400 personas para su servicio. La emperatriz María Luisa recibiría los ducados de Parma, Placencia y Guastalla, que a su muerte pasarían a su hijo Napoleón.

Ese día el estadounidense James Wilkinson fue relevado del mando y un consejo de guerra lo absolvió de varios cargos de negligencia y mala conducta.

El 12 de abril Napoleón trató de envenenarse con una píldora que llevaba colgada del cuello desde que un día estuvo a punto de ser capturado durante la campaña de Rusia. Sin embargo, la píldora estaba "caducada" y sólo le produjo un mal rato.

El 16 de abril el rey Fernando VII entraba en Valencia, donde le esperaba un representante del consejo de regencia con el texto de la constitución de Cádiz, la cual no lo reconocía como rey hasta que no la hubiera jurado. También se encontraba un diputado contrario a la constitución con un manifiesto firmado por sesenta y nueve diputados que opinaban igualmente. Era el llamado Manifiesto de los Persas, que solicitaba del rey la disolución de las Cortes de Cádiz y la restauración de una monarquía absolutista. El nombre del manifiesto proviene de una alusión del mismo al hecho de que los antiguos persas tenían cinco días de anarquía tras la muerte del rey, y los absolutistas comparaban esos cinco días con el liberalismo imperante. Así pues, España estaba dividida entre absolutistas (partidarios de una monarquía absoluta) y liberales (partidarios de una monarquía constitucional).  El 17 de abril, el general Francisco Javier de Elío invitó al monarca a recobrar "sus derechos" y puso sus tropas a su disposición.

El 20 de abril Napoleón salió de Fontainebleau hacia su destierro.

Ese mismo día, aprovechando que la flota realista había abandonado Montevideo, la flota de Guillermo Brown cerró el puerto de la ciudad con lo que el bloqueo pasó a ser completo.

Ante la imposibilidad de reducir a Artigas por la fuerza, Gervasio Antonio de Posadas envió parlamentarios que el 23 de abril llegaron a un acuerdo con el militar. Buenos Aires revocaba su condena a muerte y reconocía la independencia de la Banda Oriental y la provincia de Entre Ríos.

El 28 de abril Napoleón se embarcó en una fragata inglesa rumbo a la isla de Elba.

El gobierno provisional francés había preparado una Constitución que debía firmar el rey Luis XVIII, pero el 2 de mayo éste se negó a firmarla. Sus palabras fueron:

Habiendo leído el proyecto de Constitución ideado por el Senado, veo que las bases son buenas, pero que muchos artículos parecen redactados con precipitación y, tal como están, no pueden ser leyes fundamentales del Estado.

El 3 de mayo entró en París.

Ese mismo día el dictador chileno Francisco de la Lastra firmó con Gabino Gaínza el tratado de Lircay, en cuyos dieciséis artículos los "revolucionarios" reconocían su lealtad al rey Fernando VII, se comprometían a ayudar a España en la medida de sus posibilidades y a enviar diputados a las Cortes de Cádiz. Además reconocían nuevamente la bandera española en lugar de otra que habían ideado el año anterior. En el preámbulo se condenaba sin nombrarlos a los hermanos Carrera culpables de la ruina del reino.

El 4 de mayo el rey Fernando VII de España restableció la monarquía absoluta. Respecto a la constitución de Cádiz y los decretos de las cortes declaró que eran nulos y sin ningún valor ni efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si no hubiesen pasado jamás tales actos y se quitasen de enmedio del tiempo. El 5 de mayo salió de Valencia en una marcha triunfal hacia Madrid. La multitud aclamaba a un rey al que le había dado el sobrenombre de El Deseado, y los constitucionalistas no tuvieron nada que hacer ante tal clamor popular. El 10 de mayo fueron disueltas las Cortes. "El Deseado" restableció las antiguas instituciones, entre ellas la Santa Inquisición, nombró un gobierno de incompetentes sin más mérito que merecer su confianza y desplegó una cruenta represión contra los liberales y, sobre todo, contra los afrancesados que habían apoyado a José Bonaparte, el hermano de su otrora bienamado Napoleón, y a los que se había comprometido a respetar en el tratado de Valençay.

Durante la guerra de la independencia, Francisco de Goya pintó una serie de grabados titulada Los desastres de la guerra. Ahora pintaba algunas escenas patrióticas famosas, como La carga de los mamelucos, o Los fusilamientos del tres de mayo, así como varios retratos de Fernando VII.

El 11 de mayo el marqués de Wellington fue nombrado duque de Wellington, como reconocimiento a su campaña contra Napoleón.

Al enterarse de que la flota rioplatense estaba bloqueando Montevideo, la flota realista se apresuró a volver, y el 14 de mayo se inició un combate naval que se prolongó durante tres días, tras los cuales los rioplatenses obtuvieron la victoria: incendiaron dos barcos, capturaron otros tres, y de los restantes, parte entró en el puerto y parte huyó hacia España.

José de San Martín, alegando motivos de salud, renunció a la dirección del ejército del norte, y el director Posadas aprovechó para sustituirlo por José Rondeau, dejando así a su sobrino Carlos María de Alvear la dirección del asedio a Montevideo. De este modo, tras la inminente caída de la ciudad, Alvear se llevaría el mérito de una operación ejecutada por Rondeau.

El 17 de mayo la asamblea constituyente noruega aprobó la constitución. Aunque fue firmada con fecha del día siguiente, es esta fecha la que aún hoy se celebra en Noruega como día de la Constitución. Ésta prescribía una monarquía constitucional, cuyo primer rey sería Cristián Federico, pero declaraba al luteranismo como religión nacional, y exigía que el rey la profesara, lo cual excluía al príncipe Carlos Juan de Suecia, que era católico (recordemos que era el mariscal francés Bernadotte). Ya puestos, prohibía la entrada en el país a judíos y jesuitas. Por lo demás, establecía un parlamento bicameral con una cláusula que exigía que los dos tercios de su composición fueran diputados elegidos en distritos rurales (la cláusula de los granjeros). El 22 de mayo el nuevo rey noruego entró triunfante en Cristiania.

El 23 de mayo Beethoven presentó una nueva versión de su ópera Fidelio con numerosas revisiones, en particular con una nueva obertura. Finalmente, la ópera fue aclamada y desde entonces no ha dejado de figurar entre las óperas más representadas. Al estreno asistió un joven músico de diecisiete años llamado Franz Schubert, que había tenido que vender sus libros de texto para comprar la entrada. Schuber había recibido clases de música desde los cinco años, hasta que Antonio Salieri se interesó por él y empezó a darle clases particulares. Su padre era maestro en una escuela parroquial, y por esas fechas Schubert empezó a trabajar en dicha escuela dando clases a los niños más pequeños. Entre las obras compuestas hasta el momento destaca su primera sinfonía, acabada el año anterior, que es una pieza impecable, asombrosa en alguien de su edad. A la sazón estaba trabajando en su segunda sinfonía.

El 24 de mayo el Papa Pío VII entró triunfalmente en Roma.

José de San Martín había enviado al coronel Ignacio Warnes a tomar la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en el Alto Perú, misión que llevó a término tras derrotar a los realistas en la batalla de Florida, el 25 de mayo.

El 30 de mayo se firmó el tratado de París, que ponía fin oficialmente a la guerra entre Francia y la sexta coalición. Las fronteras de Francia volvieron a ser las que tenía cuando fue ejecutado Luis XVI. La confederación del Rin fue oficialmente disuelta, de modo que los diferentes Estados alemanes fueron declarados independientes.

El 4 de junio el rey Luis XVIII de Francia otorgó una carta constitucional, según la cual la soberanía reside en él por derecho divino, se reservaba el poder ejecutivo y admitía dos cámaras legislativas, la cámara de los Diputados, elegidos cada siete años por sufragio censitario (es decir, sólo podían ser electores los que pagaran una cierta cantidad de inpuestos, que tenía que ser aún mayor para ser elegido), y la cámara de los Pares, elegidos por el rey con carácter hereditario. Las cámaras podían proponer leyes al monarca, pero era éste quien tenía que aprobarlas. El rey fechó la carta en el "año decimoséptimo de mi reinado", de modo que se consideraba rey de Francia desde el mismo momento en que murió el joven Luis XVII.

El duque Luis Felipe de Orleans regresó a Francia, donde le fue restituida la inmensa fortuna de los Orleans.

El 15 de junio Boves derrotó a Simón Bolívar en la segunda batalla de La Puerta.

Totalmente bloqueada por tierra y por mar, el 20 de junio Montevideo se rindió a los rioplatenses y el 22 de junio Carlos María de Alvear entraba en la ciudad.

El 30 de junio llegaron a Cristiania emisarios de Rusia, Prusia, Austria y Gran Bretaña, que al día siguiente se presentaron ante el parlamento, donde el emisario ruso explicó que si Noruega no se sometía a Suecia entraría en guerra con Europa. El rey Cristián Federico alegó que el pueblo noruego tenía derecho a determinar su destino, y el delegado austríaco hizo un comentario famoso: ¿El pueblo? ¿Qué tiene que decir el pueblo contra la voluntad de sus gobernantes? Eso sería poner el mundo cabeza abajo.

El virrey del Perú, Fernando de Abascal, no reconoció el tratado de Lircay, sino que procesó a Gaínza por haber hecho concesiones para las que no estaba autorizado. Inmediatamente envió un nuevo contingente a Chile, esta vez bajo el mando de Mariano Osorio, que desembarcó en la costa chilena el 2 de julio.

El 3 de julio un ejército estadounidense bajo el mando del general Jacob Brown se presentó ante Fort Erie, junto al Niágara, y la guarnición británica que lo defendía se rindió sin presentar batalla. Desde esta nueva base, Brown avanzó por el Niágara y el 5 de julio derrotó a los británicos junto a la ciudad de Chippawa. Los británicos se vieron obligados a replegarse sobre Fort George.

Boves tenía abierto el camino hacia Caracas. Bolívar pensó en un principio en resistir hasta la muerte, pero, como sus escasos efectivos indicaban que la muerte sería rápida, cambió de idea y optó por abandonar la capital y retirarse hacia el este. Salió el 7 de julio y muchos civiles (hombres, mujeres y niños) optaron por seguirle por temor a las represalias de Boves. Ese mismo día los realistas entraron en Caracas y realizaron una matanza (siguiendo la misma política de guerra a muerte iniciada por Bolívar).

Antonio Nariño fue capturado por los realistas en Pasto y enviado a España, donde fue encarcelado.

El director Gervasio Antonio de Posadas no reconoció el tratado firmado con Artigas, que tuvo que ser renegociado, pero el 9 de julio se llegó a un acuerdo similar salvo que Buenos Aires reconocía la independencia de la Banda Oriental, pero no de la provincia de Entre Ríos. En consecuencia, los rioplatenses entregarían a Artigas la ciudad de Montevideo. Sin embargo, Alvear se negó a evacuar la ciudad, con lo que la guerra continuó.

El poeta Percy Brisshe Shelley había pasado una temporada en Irlanda colaborando con otros independentistas en la elaboración de panfletos, hasta que los conflictos con las autoridades lo habían llevado a regresar a Londres. Allí entabló contacto con el escritor William Godwin. Bajo su influencia había escrito La reina Mab: un poema filosófico. Ahora Shelley se fugaba a Suiza con Mary Wollstonecraft Godwin, la hija de dieciséis años de Godwin, abandonando a su esposa. Unas semanas después, sin dinero y con Mary embarazada, regresaron a Londres, pero Godwin (quien, como filósofo, había defendido el amor libre) les retiró la palabra, como cuatro años atrás había hecho el padre de Shelley.

"La autora de Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio" publicó su tercera novela, Mansfield Park. A diferencia de las dos anteriores, no era una obra de juventud, sino que Jane Austen la había empezado dos años atrás. El editor no confió mucho en esta nueva obra, y nuevamente se negó a comprar los derechos y, en su lugar, hizo pagar a la autora los costes de la edición. No obstante, y pese a la competencia de Waverley y otras obras de éxito, como El corsario, de Lord Byron (del que se vendieron diez mil ejemplares en un año), la novela se vendió bien y reportó más beneficios que las novelas precedentes.

El 15 de julio la delegación de las potencias aliadas abandonó Noruega. El rey Cristián Federico había ofrecido incluso renunciar al trono noruego siempre y cuando se reconociera al país su derecho a decidir su futuro. También propuso negociar la unión con Suecia sobre la base de la constitución noruega, posibilidad que los delegados se avinieron a proponer al rey de Suecia.

El 19 de julio murió el explorador británico Matthew Flinders.

En Kuwait murió el jeque Abdullah I. Se le atribuye la construcción de una muralla defensiva, así como la extensión de las actividades comerciales con la India e Iraq. También fue bajo su reinado cuando se entablaron las primeras relaciones con la Compañía Británica de las Indias Orientales. Fue sucedido por su hijo Jaber I Al-Sabah. Los británicos afirmaron entonces que su padre había consentido en convertir a Kuwait en un protectorado británico, pero Jaber I no reconoció tal supuesta decisión.

El 22 de julio el príncipe Carlos Juan de Suecia se entrevistó con la delegación proveniente de Noruega, la cual le aconsejó atender a la propuesta de negociación de Cristián Federico. Sin embargo, Carlos Juan se mostró indignado y aseguró que sólo aceptaría la rendición incondicional.

El dictador chileno José Miguel Carrera había logrado evadirse del cautiverio al que lo tenían sometido los españoles y, tras ser perseguido durante dos meses por Francisco de la Lastra, el 23 de julio lo derrocó con un nuevo golpe de Estado que le permitió nombrar una nueva Junta de Gobierno. Sin embargo, una parte de los miembros de la Junta depuesta escapó y pidió a Bernardo O'Higgins que derrocara a Carrera.

El 25 de julio Jacob Brown se enfrentó nuevamente a los británicos en Lundy's Lane. Tras un día de sangriento combate, ambos ejércitos estaban agotados y habían sufrido pérdidas similares. Los británicos se retiraron durante la noche y regresaron a Fort George, mientras que los estadounidenses se marcharon al día siguiente, después de recoger las armas abandonadas por el enemigo. En su marcha destruyeron diversos fuertes británicos, puentes, etc.

El 26 de julio, un pequeño ataque naval sueco abrió las hostilidades contra Noruega. Unos días después, el ejército sueco invadió el país vecino.

El 3 de agosto la ciudad de Cuzco se rebelaba contra la soberanía española. Los revolucionarios, dirigidos por José Angulo, emitieron una proclama en la que invitaban al Perú a alzarse en armas y formaron una Junta gubernativa.

El 4 de agosto los británicos contraatacaron y pusieron bajo asedio a Jacob Brown en Fort Erie.

El 7 de agosto, mediante la bula Sollicitudo omnium ecclesiarum, el Papa Pío VII restauró la Compañía de Jesús. Los jesuitas habían sobrevivido principalmente en Rusia, y a la sazón estaban dirigidos por el polaco Tadeusz Brzozowski, al que el Papa nombraba ahora general de la orden.

El 9 de agosto Andrew Jackson firmó el tratado de Fort Jackson que ponía fin a la guerra creek. Completamente destrozados en la batalla de Horseshoe Bend, los creek no tuvieron más opción que aceptar las condiciones de Jackson, que consistían en la cesión de 89.000 kilómetros cuadrados de tierra en el territorio de Mississippi, más de la mitad del territorio que ocupaban desde siempre los creeks. En estas condiciones Jackson no tuvo en cuenta para nada que la guerra se había librado únicamente contra una parte de los creeks, mientras que otra había sido aliada de los Estados Unidos. Unos 7.700 kilómetros cuadrados del territorio incautado fueron cedidos a los indios cherokees, que habían luchado junto a Jackson. (El jefe cherokee Junaluska le había salvado la vida en la batalla de Horseshoe Bend.)

El 14 de agosto la convención de Moss declaró un alto el fuego entre Suecia y Noruega. Se firmó un principio de acuerdo en que Noruega aceptaría la soberanía del rey Carlos XIII de Suecia, aunque conservaría sus propias instituciones y su constitución (modificada en lo imprescindible para posibilitar la unión), y que el rey Carlos Federico debería abandonar todas sus aspiraciones al trono noruego y abandonar el país. Todo esto debía ser ratificado por el parlamento noruego.

Los continuados ataques de Boves hacia sus seguidores hizo que Bolívar se dispusiera a hacerle frente el 17 de agosto junto a Aragua de Barcelona, con el fin de retrasar el avance realista y salvar el mayor número posible de refugiados. Sin embargo, el encuentro fue una nueva victoria para Boves. La segunda república venezolana estaba prácticamente acabada y sólo quedaban algunos ejércitos republicanos arrinconados en el este del país luchando por la causa. Bolívar decidió volver a Nueva Granada.

La rendición de Napoleón había permitido a los británicos emplear más efectivos en la guerra contra los Estados Unidos. El gobernador de Canadá, George Prevost, recibió órdenes de lanzar un masivo ataque hacia el sur al frente de 11.000 veteranos de las guerras napoleónicas. Mientras tanto, una brigada bajo el mando del mayor Robert Ross, formada por veteranos de l ejército de Wellington, sería transportada a la bahía de Chesapeake (al fondo de la cual se encuentra Washington D.C.) a modo de maniobra de distracción. El 19 de agosto desembarcó en Benedict, en Maryland, a cuarenta kilómetros de Washington. El 24 de agosto llegó a Bladensburg, a ocho kilómetros de Washington, donde le esperaba William Henry Winder al frente de un ejército de unos 7.000 hombres, aunque casi todos ellos eran milicianos sin apenas instrucción y reunidos precipitadamente. Tras un breve combate, se dispersaron y dejaron a los británicos el camino abierto hacia la capital estadounidense.

Ross envió a la ciudad un grupo de soldados con bandera blanca, pero fueron tiroteados desde un edificio. Entonces entró el ejército, incendió el edificio y la bandera británica fue izada en Washington. Después prendieron fuego al edificio del Senado y al de la Cámara de Representantes. Después se dirigieron a la residencia del Presidente de los Estados Unidos. Allí encontraron preparada una cena para 40 comensales. Se la tomaron, cometieron algún saqueo e incendiaron el edificio. También destruyeron el edificio del Tesoro de los Estados Unidos, y algunos edificios públicos más. El 25 de agosto un violento huracán (acompañado de lluvias que extinguieron los incencios) obligó a los británicos a volver a sus barcos. Los británicos no dañaron ningún edificio privado. Por lo visto, Ross tenía órdenes de incenciar edificios públicos como represalia por los incendios de York cometidos el año anterior. El presidente Madison, que había abandonado la ciudad, regresó tan pronto se marcharon los británicos. Sólo por un estrecho margen, el Congreso decidió reconstruir la capital, en lugar de trasladarla a otra parte más resguardada. El secretario de guerra, John Armstrong, fue cesado por su falta de previsión que había dejado a Washington prácticamente sin protección alguna.

El 26 de agosto el chileno Bernardo O'Higgins se enfrentó bajo bandera española en Las Tres Acequias al ejército enviado por José Miguel Carrera bajo el mando de su hermano Luis Carrera. Los hombres de O'Higgins acabaron en desbandada, aunque Carrera no los persiguió.

Mientras tanto, los independentistas cuzqueños tomaron la ciudad de Puno, donde asesinaron a garrotazos y pedradas a dieciocho españoles.

El 28 de agosto, unas naves enviadas por Robert Ross con órdenes de remontar el río Potomak llegaron a la ciudad de Alejandría, en Virginia. El consejo de la ciudad acordó enviar emisarios con bandera blanca para pactar la rendición. El 29 de agosto los británicos ocuparon Alejandría y confiscaron varios barcos con provisiones y otras mercancías de valor.

El 30 de agosto el rey Carlos XIII de Suecia se proclamó rey de Noruega.

Esa noche, una fragata británica bajo el mando de sir Peter Parker tomó tierra en Caulk's Field, cerca de Fairlee, en Maryland. Su misión era impedir que las milicias estadounidenses cruzaran a la otra orilla de la bahía para defender Baltimore, que era el próximo objetivo británico. Sin embargo, poco después de medianoche, ya  el 31 de agosto, la milicia derrotó a los invasores provocando una treintena de muertos y heridos. Entre los fallecidos estaba el propio Parker. Los estadounidenses apenas tuvieron bajas. El 2 de septiembre los británicos abandonaron Alejandría.

Cuando O'Higgins tuvo noticia de la llegada de las tropas realistas de Osorio y de que el virrey del Perú no reconocía el tratado de Lircay, en cuyo nombre él estaba actuando, propuso a JOsé Miguel Carrera posponer sus disensiones y unir sus esfuerzos contra los españoles. El 4 de septiembre firmaron un documento de reconciliación y Carrera puso a O'Higgins al mando de una División de su ejército.

De acuerdo con lo previsto, George Prevost avanzó con su ejército hacia los Estados Unidos. El 6 de septiembre llegó a Plattsburgh, a a orillas del lago Champlain, en el Estado de Nueva York, y allí se dispuso a esperar que su flota en el lago, bajo el mando del capitán George Downie, eliminara a la flota estadounidense, bajo el mando de Thomas McDonough. Éste la había dispuesto en un estrecho canal, de modo que, para llegar a Plattsburg, tenía que pasar a cien metros de los barcos norteamericanos.

La flotilla enviada a Alejandría se vio retenida a causa de la artillería dispuesta a orillas del Potomak por orden de James Monroe, a la sazón secretario de Estado y que hacía de secretario de guerra en funciones. Finalmente se las arregló para cruzar el fuego enemigo y el 9 de septiembre se reunió con el grueso de la flota británica en la bahía de Chesapeake, que llevava varios días esperándola.

El 11 de septiembre la flota británica del lago Champlain se atrevió a descender para enfrentarse a la estadounidense en Plasttsburgh y, tras varias horas de bombardeo en las que la flota de McDonough maniobró con gran habilidad, quedó destrozada. Al enterarse de ello, Prevost, que apenas había iniciado el combate por tierra, ordenó la retirada, pese a las protestas de sus subordinados. Los estadounidenses dominaron así el lago Champlain y, como consecuencia de ello, los británicos tuvieron que retirarse hasta Canadá, abandonando todo el territorio estadounidense ocupado hasta entonces.

El 12 de septiembre la flota británica de Robert Ross desembarcó en North Point, a dieciséis kilómetros de Baltimore. El general Samuel Smith había tenido tiempo de levantar fortificaciones y organizar a la milicia. Envió un contingente a su encuentro y el resultado fue muy distinto al de Bladensburg: los británicos tuvieron que retirarse con muchas bajas, entre ellas el propio Ross, que resultó muerto y fue reemplazado por sir Arthur Brooke. La noche del 13 de septiembre la flota británica avanzó para acercarse cuanto pudo al puerto de Baltimore, defendido por los milicianos desde Fort McHenry. Se inició entonces un bombardeo que duró toda la noche. Al amanecer, el 14 de septiembre, la deteriorada bandera estadounidense de Fort McHenry fue sustituida por otra nueva y flamante. Los británicos, viendo que el bombardeo no había debilitado sensiblemente las defensas estadounidenses, se retiraron.

Mientras tanto, la flota británica atacaba por un tercer frente: Fort Bowyer, cerca de Mobile, en el golfo de México. Ese día Los estadounidenses lograron rechazar un desembarco. Los intentos se prolongaron dos días más, pero el resultado fue el mismo y los británicos se retiraron con intención de atacar Nueva Orleans.

En uno de los barcos británicos que bombardeaban Baltimore se encontraba un abogado estadounidense llamado Francis Scott Key, que estaba negociando la liberación del doctor William Beanes, un anciano médico tomado como rehén en Washington. Al amanecer, el médico le preguntó ansiosamente: Dime, ¿sigué ahí la bandera?, a lo que Key pudo responderle afirmativamente. El 15 de septiembre, todavía en el barco británico, Key trató de expresar la emoción del momento con un poema de cuatro estrofas al que tituló La defensa de Fort McHenry. La primera estrofa dice:

O! say can you see by the dawn's early light
What so proudly we hailed at the twilight's last gleaming?
Whose broad stripes and bright stars through the perilous fight,
O'er the ramparts we watched were so gallantly streaming?
And the rockets' red glare,
The bombs bursting in air,
Gave proof through the night that our flag was still there.
O! say does that star-spangled banner yet wave
O'er the land of the free and the home of the brave?
¡Oh, di!, ¿puedes ver, con la primera luz de la aurora,
Lo que con tanto orgullo saludamos en el último destello del crepúsculo,
Cuyas amplias franjas y brillantes estrellas, durante la peligrosa lucha,
sobre las murallas observábamos ondear tan gallardamente?
Y el rojo fulgor de los cohetes,
Las bombas estallando en el aire,
Dieron prueba en la noche de que nuestra bandera aún estaba allí.
¡Oh, di!, ¿sigue ondeando esa bandera estrellada
Sobre la tierra del libre y el hogar del valiente?

Cuando el juez Joseph H. Nicholson, el cuñado de Key, conoció el poema, se dio cuenta de que encajaba con la música de "La canción anacreóntica", compuesta treinta y cinco años atrás por un compositor británico llamado John Strafford Smith (que a la sazón tenía sesenta y cuatro años) y que era el himno oficial de la Sociedad anacreóntica, un club de caballeros londinenses aficionados a la música. La primera estrofa dice:

To Anacreon in Heav'n, where he sat in full glee,
A few sons of Harmony send a petition:
That He their inspirer and patron would be;
When this answer arriv'd from the jolly old Grecian:
«Voice, fiddle, and flute,
No longer be mute,
I'll lend you my name and inspire you to boot,
And, besides, I'll instruct you like me, to intwine
The myrtle of Venus with Bacchus's vine».

A Anacreonte en el cielo, donde estaba sentado lleno de júbilo,
Unos hijos de la Armonía le enviaron una petición:
Que él fuera su inspirador y protector,
Cuando esta respuesta llegó del divertido anciano griego:
«Voz, violín y flauta,
No estéis mudos nunca más,
Yo os prestaré mi nombre y os inspiraré para empezar,
Y además os enseñaré a combinar como yo
El mirto de Venus con la viña de Baco».

El 17 de septiembre (el mismo día que los británicos abandonaban la bahía de Chesapeake), Nicholson hizo imprimir y distribuir varias copias del poema.

La caída de Nariño dio nuevas alas a los federalistas de Nueva Granada. El 19 de septiembre Camilo Torres Tenorio se reunió con Simón Bolívar y ambos proyectaron devolver a las Provincias Unidas de Nueva Granada su estructura federal, para lo que Bolívar deberá someter a los centralistas de Bogotá. Bolívar no era precisamente federalista, pero consideró que, en aquellas circunsancias, el federalismo era preferible a la desunión entre centralistas y federalistas.

El 20 de septiembre dos periódicos de Baltimore publicaron el poema de Key con una nota que decía: Música: Anacreonte en el cielo. La canción se fue haciendo popular paulatinamente, y hoy es el himno de los Estados Unidos.

El 21 de septiembre, tras una serie de infructuosos ataques, los británicos abandonaron el asedio de Fort Erie.

El ejército cuzqueño, desde Puno se dirigió a La Paz, y la tomó y la saqueó el 24 de septiembre tras dos días de asedio.

El guerrillero español Francisco Javier Mina había sido liberado de su cautiverio en París con la llegada de los aliados. De regreso a España, el 25 de septiembre dirigió junto con su tío Francisco Espoz y Mina un intento de golpe de Estado en Pamplona, contra el absolutismo del rey Fernando VII, pero fracasaron y tuvieron que huir a Francia.

El virrey del Perú, Fernando de Abascal, envió un ejército que se enfrentó en Huanta al ejército cuzqueño el 30 de septiembre, en una batalla que se prolongó durante tres días en la que los realistas obtuvieron la victoria.

El 1 de octubre el rey Carlos IV de España abdicó nuevamente en su hijo Fernando VII a cambio de una suma de dinero. Se instaló entonces en Roma, en la corte papal.

Ese mismo día se inauguró el Congreso de Viena, con el propósito reorganizar Europa tras la derrota de Napoleón. Austria estaba representada por Klemes Wenzel, el príncipe von Metternich, que era el ministro de asuntos exteriores y principal consejero del emperador Francisco I. Las principales naciones participantes, además de Austria, eran Gran Bretaña, Rusia (representada por el propio zar Alejandro I), Francia (representada por Talleyrand), Prusia, España, Portugal, Suecia, Dinamarca, Suiza (con una delegación por cada cantón), los Estados Pontificios, Baviera, Würtemberg y Hanover (el rey Jorge III de Gran Bretaña se había negado a reconocer la disolución del Sacro Imperio y seguía ostentando el título de Elector de Hanover). El rey Federico Guillermo III de Prusia estuvo también en Viena durante el congreso, si bien no fue oficialmente el representante de su país. Pero en realidad todo estado europeo envió su representante a Viena, y en total había más de doscientas representaciones, a las que había que sumar representaciones de organizaciones religiosas (como las abadías), ciudades, e incluso había una representación de editores alemanes que reclamaban una ley de derechos de autor y libertad de prensa.

Talleyrand fue tratado al principio como un apestado, pero a las pocas semanas, su talento, su urbanidad y su audacia lo convirtieron en el portavoz de todas las pequeñas potencias que aspiraban a obtener concesiones de las grandes y no sabían cómo, en especial, respaldaron a Talleyrand todos los nobles desposeídos de sus dominios en los últimos años, de los que había más de medio centenar en Viena, en persona o representados por otros.

El duque Fernando III de Toscana (el hermano del emperador Francisco I) recuperó su ducado.

Los representantes servios no daban descanso a los rusos, solicitando que abogaran por la independencia de Servia. El independentista Karagjorgje fue liberado por los austríacos y marchó a Rusia.

En Chile se libró la batalla de Rancagua. El tratado de Lircay había llevado a disolver numerosos ejércitos revolucionarios, por lo que los chilenos se encontraron prácticamente indefensos ante la acometida de Manuel Osorio, que avanzaba a toda prisa hacia Santiago. Bernardo O'Higgins trató de hacerle frente con los escasos hombres que pudo reunir (unos 900), pero nada pudo hacer frente a los 4.500 hombres de Osorio. No obstante, la batalla se prolongó hasta el día siguiente, el 2 de octubre, cuando los chilenos apenas contaban con dos centenares de hombres en condiciones de combatir. Los realistas saquearon Rancagua con tal crudeza que algunos realistas chilenos empezaron a cuestionarse sus simpatías.

En Paraguay, el cónsul José Gaspar Rodriguez de Francia predominaba claramente sobre su colega, Fulgencio Yegros, hasta que el 3 de octubre hizo que un congreso destituyera a Yegros y lo nombrara a él dictador por un periodo de cinco años.

Carlos María de Alvear había salido de Montevideo al frente de un ejército para someter a José Gervasio Artigas, y el 6 de octubre una parte de este ejercito, bajo el mando del coronel Manuel Dorrego, atacó por sorpresa un campamento artiguista en Marmarajá bajo el mando de Fernando Otorgués, que tuvo que huir hasta Brasil perseguido por los rioplatenses.

El 10 de octubre el rey Cristián Federico de Noruega abdicó y marchó a Dinamarca. Allí, al igual que en las principales potencias europeas, fue visto con gran recelo por haber respaldado las aspiraciones democráticas de los noruegos.

José Miguel Carrera dirigió el éxodo hacia las Provincias Unidas del Río de la Plata de una multitud de revolucionarios, entre ellos O'Higgins, que temían represalias de los realistas. El 11 de octubre se enfrentó a los realistas en la llamada batalla de Los Papeles, mientras protegía la retaguardia de los refugiados durante el paso de los Andes. En realidad, la represión realista no fue muy grave. Mariano Osorio asumió la gobernación de Chile, deportó a algunos revolucionarios y luego, en general, adoptó una actitud conciliadora.

Francisco Espoz y Mina, junto con su sobrino Francisco Javier Mina y otros españole exiliados en Francia habían sido detenidos y llevados a Burdeos. Ese mismo día llegó una delegación dispuesta a llevárselos a España para ser juzgados por traición, pero el rey Luis XVIII les reconoció el derecho de asilo y de este modo se libraron de una muerte segura.

El 12 de octubre el Congreso de Viena decidió que el electorado de Hannover se convirtiera en el Reino de Hannover.

El 17 de octubre los refugiados chilenos llegaron a Cuyo. José de San Martín había enviado algunas tropas bajo las órdenes de Juan Gregorio de las Heras para ayudar a los chilenos contra los realistas, pero éste se retiró por falta de entendimiento con los chilenos y, cuando San Martín lo volvió a enviar, llegó cuando ya había acabado la batalla de Rancagua y no pudo más que proteger el éxodo de los refugiados a través de los Andes. San Martín mantuvo relaciones cordiales con O'Higgins, pero no así con Carrera, al que terminó arrestando y enviando preso a Buenos Aires. No obstante, allí Carrera obtuvo el apoyo de Carlos María de Alvear, al que había conocido en Cádiz y era enemigo de San Martín.

Un ejército de refuerzo llegó a Fort Erie bajo el mando del general George Izard, con el que los efectivos estadounidenses ascendieron a unos 6.300 hombres. El 19 de octubre Izard, al frente de un destacamento, tomó Cook's Mills y destruyó algunas provisiones británicas, aunque, temiendo que los británicos cortaran su retirada mediante un desembarco desde el lago Ontario, regresó inmediatamente a Fort Erie.

En México, el congreso de Chilpacingo, trasladado a la ciudad de Apatzingán por la persecución realista, promulgó el 22 de octubre el Decreto constitucional para la libertad de la América mexicana, una constittución similar a la de Cádiz, pero que definía un sistema de gobierno republicano.

El reino nepalí continuaba su política expansionista a costa de la India, y el gobernador británico, el marqués Francis Rawdon-Hastings, decidió intervenir militarmente, y el 1 de noviembre declaró la guerra al Nepal.

Joaquín de la Pezuela envió contra los independentistas cuzqueños un ejército de 1.500 fusileros con numerosos indios como auxiliares, todos bajo el mando de Juan Ramírez de Orozco. El 2 de noviembre los realistas obtuvieron la victoria de Achocalla y al día siguiente entraron en La Paz. Allí ejecutaron a más de un centenar de rebeldes.

El 4 de noviembre el parlamento noruego aprobó las modificaciones necesarias de la constitución y "eligió" a Carlos XIII como rey de Noruega.

Andrew Jackson había decidido (desatendiendo órdenes) que era conveniente expulsar a los británicos de la ciudad española de Pensacola, en Florida. Para ello estableció una base en Mobile y y el 6 de noviembre invadió Florida y se presentó ante Pensacola con 4.000 soldados de infantería. Exigió al gobernador de la ciudad, Mateo Fernández Manrique, que expulsara a los británicos de los fuertes que rodeaban la ciudad, los cuales serían ocupados por tropas estadounidenses hasta que fueran relevadas por tropas españolas, cuya misión sería asegurar la neutralidad de España en la guerra entre los Estados Unidos y Gran Bretaña. El gobernador se negó. El 7 de noviembre Jackson atacó y el gobernador aceptó las condiciones. No obstante, los británicos se atrincheraron en uno de los fuertes, Fort Barrancas. Jackson se propuso tomarlo al día siguiente, el 8 de noviembre, pero los británicos lo volaron antes de su ataque, y después abandonaron definitivamente Pensacola.

El 10 de noviembre el ejército cuzqueño dirigido por Mateo Pumacahua derrotó a los realistas en La Apacheta, tras lo cual entró en Arequipa.

El 15 de noviembre Camilo Torres Tenorio fue elegido presidente de las Provincias Unidas de Nueva Granada, en sustitución de Antonio Nariño.

El 21 de noviembre, ante la falta de apoyo naval para asegurar un avance, Jacob Brown abandonó Fort Erie para volver al lado estadounidense del río.

El cuzqueño Pumacahua abandonó Arequipa ante el avance del ejército realista de Ramírez de Orozco. El 30 de noviembre los habitantes de la ciudad se reunieron para proclamar su lealtad a la Corona Española.

El 2 de diciembre murió en el manicomio el marqués de Sade.

El 5 de diciembre los realistas venezolanos bajo el mando de José Tomás Boves obtuvieron una nueva victoria frente a los republicanos de José Félix Ribas en la batalla de Urica, pero Boves murió atravesado de un lanzazo.

El 9 de diciembre mismo día la flota británica en el golfo de México entró en el lago Borgne, que es una bahía en el delta del Mississippi, en la ruta hacia Nueva Orleans. Alí la esperaba una flota estadounidense. Tras dos horas de combate, los estadounidenses tuvieron que rendirse, pero los barcos británicos estaban suficientemente dañados como para que su plan de ataque a Nueva Orleans se viera sensiblemente entorpecido. El general Andrew Jackson se presentó en la ciudad y, ante el pánico generalizado, impuso la ley marcial.

Ese mismo día Ramírez de Orozco entraba en Arequipa. Allí ejecutó a algunos independentistas y, en represalia, José Angulo ejecutó en cuzco a sus dos principales prisioneros de guerra, el mariscal Picoaga y el intendente Moscoso.

El 10 de diciembre Simón Bolívar entró en Bogotá y la obligó a someterse al congreso de las Provincias Unidas de Nueva Granada.

El 11 de diciembre el último ejército republicano de Venezuela (con apenas medio centenar de hombres) fue derrotado en Maturín por un ejército realista de 5.000 hombres dirigido por Francisco Tomás Morales.

El 12 de diciembre la flota británica inició el ataque a Nueva Orleans. Por la mañana, unos 1.800 soldados desembarcaron bajo las órdenes del general John Keane a 14 kilómetros de Nueva Orleans. Podría haber avanzado por la orilla del río y tomado fácilmente la ciudad, pero decidió esperar refuerzos. Se dice que cuando Jackson se enteró de la posición de los invasores, exclamó: "Por el Dios Eterno que no dormirán en nuestro suelo". Por la tarde lanzó un ataque por sorpresa que obligó a los británicos a retroceder y retrasar el ataque a la ciudad. Esto permitió a los británicos fortificar los accesos.

El 15 de diciembre se reunieron en Hartford representantes de los cinco Estados de Nueva Inglaterra para preparar una propuesta conjunta de enmiendas a la Constitución que, en caso de no ser satisfechas, podrían llevar a dichos Estados a abandonar la Unión.

Desde finales del año anterior, Gran Bretaña y los Estados Unidos habían mantenido conversaciones encaminadas a poner fin a la guerra. Tras la rendición de Napoleón, la predisposición de los estadounidenses para llegar a un acuerdo creció a la par que decrecía la británica. Las noticias del incendio de Washington aumentaron las exigencias británicas, pero poco después llegaron las noticias del fracaso en el lago Champlain y la cosa cambió. El gobierno británico consultó al marqués de Wellington y le propuso hacerse cargo de la guerra, pero Wellington contestó que si los estadounidenses dominaban los lagos no había nada que hacer, y sugirió llegar a un acuerdo que conservara el status quo ante bellum. Así se hizo, y el 24 de diciembre se firmó el tratado de Gante en dichos términos: se devolvían los prisioneros de guerra y las fronteras quedaban como antes de la guerra. Técnicamente, aquí terminaba la llamada guerra de 1812, pero nadie en América podía saberlo, y en América se seguía combatiendo en Nueva Orleans: El 28 de diciembre los británicos hicieron algunos ataques exploratorios, para valorar las defensas estadounidenses. El 1 de enero de 1815 llegó el grueso de la flota británica e inició un ataque hasta quedarse sin munición, lo que obligó a suspender temporalmente las acciones.

Mientras tanto, la Convención de Hartford seguía reuniéndose, y el 5 de enero aprobó su propuesta de enmiendas a la Constitución, que incluía diversas restricciones sobre el gobierno federal, como la exigencia de una mayoría cualificada de dos tercios para declarar una guerra, limitaciones a los reclutamientos y embargos militares, restricción de derechos para los ciudadanos de origen extranjero, etc. También exigían limitación del cargo de presidente a un único mandato, así como que cada presidente debía de ser de un Estado diferente al de su predecesor. (Hasta entonces, todos los presidentes excepto Adams habían sido de virginianos.) Se nombró una delegación presidida por Harrison-Gray Otis para presentar en Washington las reclamaciones.

El 8 de enero los británicos lanzaron el ataque definitivo a Nueva Orleans, pero las fortificaciones estadounidenses resultaron efectivas y tuvieron que retirarse tras un breve combate. Los británicos siguieron atacando otros puntos de la costa de Luisiana.

Cuando José Rondeau tenía todo dispuesto para invadir el Alto Perú al frente del Ejército del Norte, recibió la noticia de que el director Posadas lo había destituido en favor de su sobrino, Carlos María de Alvear. Varios oficiales se sublevaron y Alvear se vio obligado a volver a Buenos Aires. El 9 de enero, viendo que su autoridad real era prácticamente nula, Posadas dimitió y fue sucedido por Alvear, que tenía entonces veinticinco años. Instauró una férrea dictadura y se dedicó a perseguir a sus detractores. En la Banda Oriental, el rioplatense Manuel Dorrego  atacó el 10 de enero con 800 hombres el campamento principal de José Gervasio Artigas, en el que se encontraban 1.500 hombres. El resultado de la batalla de Guayabos fue una victoria para los artiguistas, que pronto se vio reforzada por nuevos éxitos.

El 27 de enero los independentistas de Cuzco se enfrentaron nuevamente a los realistas en Matará, y fueron nuevamente derrotados.

El 12 de febrero tuvo lugar la última acción de la frota británica en la guerra contra los Estados Unidos, que fue la captura de Fort Bowyer, pues dos días después fue informada de la firma del tratado de Gante.

Por estas fechas llegó a Washington la comisión nombrada por la Convención de Hartford. El secretismo con que se habían realizado las reuniones, teniendo en cuenta que eran tiempos de guerra, levantaron sobre la conferencia sospechas de traición. Otis no prestó atención a tales rumores, y confiaba en avasallar al presidente Madison apoyándose en el fracaso de la guerra que había declarado a Gran Bretaña, pero cuando llegaron las noticias de la victoria de Nueva Orleans primero, y de la firma del tratado de Gante poco después, todas sus posibilidades se esfumaron. Tanto la Convención de Hartford como el partido Federalista en general quedaron desprestigiados por su oposición a la guerra rayana en la traición. 

Occidente en guerra
Índice El congreso de Viena